Adoptada en la 69ª Asamblea General de la AMM, Reikiavik, Islandia, octubre 2018

Introducción

  1. El turismo de salud es un fenómeno en expansión, aunque hasta la fecha no hay consenso sobre su definición y en consecuencia, las prácticas y los protocolos en los diferentes países pueden variar sustancialmente. Para los fines de esta declaración, el turismo de salud se define como una situación en que los pacientes viajan voluntariamente a través de las fronteras internacionales para recibir tratamiento médico. Los tratamientos abarcan una amplia gama de servicios médicos, e incluyen comúnmente: la atención dental, cirugía estética, cirugía electiva y tratamiento de fertilidad (OCDE, 2011).
  2. Esta declaración no incluye casos en los que un servicio de salud nacional o un hospital envía un paciente al extranjero para recibir tratamiento con el pago del costo o cuando, como en la Unión Europea, los pacientes pueden buscar atención en otro Estado miembro de la UE según criterios definidos legalmente y su sistema de salud cubre los costos. Tampoco incluye situaciones en las que las personas están en un país extranjero cuando se enferman y necesitan atención médica.
  3. Si no se regula apropiadamente, el turismo de salud puede tener repercusiones médico-legales y éticas, al igual que consecuencias negativas, incluidos, pero no limitado a: fuga interna de cerebros, creación de un sistema de salud de dos categorías y la propagación de resistencia antimicrobiana. Por lo tanto, es imperativo que existan reglas claras para regir este creciente fenómeno.
  4. El turismo de salud es una industria global emergente, con los proveedores de servicios de muchos países que compiten por los pacientes extranjeros, cuyo tratamiento representa una fuente potencial importante de ingresos. La conciencia sobre la salud y la voluntad de invertir en ella se crea con el bienestar económico de los países y miles de millones de dólares se invierten cada año en el turismo de salud en todo el mundo. Los actores clave dentro de esta gama de la industria son los consumidores, corredores, gobiernos, proveedores de salud, aseguradoras y agencias de viajes. La proliferación de sitios de turismo de salud en Internet y contenido relacionado plantean preocupación por la información de salud en línea no regulada e inexacta.
  5. Un turista de salud está en una situación más frágil y vulnerable que un paciente en su país de origen. Por lo tanto, es necesaria una sensibilidad adicional por parte del personal en cada etapa del tratamiento y durante la atención del paciente, incluida la estada lingüística y cultural cuando sea posible. Cuando se busca tratamiento médico en el extranjero, la continuidad normal de la atención puede ser interrumpida y por lo tanto, se deben tomar precauciones adicionales.
  6. El turismo de salud tiene varias consecuencias éticas que deben ser consideradas por los interesados. Los turistas de salud reciben atención en instituciones estatales y privadas, las regulaciones deben implementarse en ambos casos. Estas recomendaciones están dirigidas principalmente a los médicos. La AMM insta a otros involucrados en el turismo de salud a adoptar estos principios.

RECOMENDACIONES

Generales

  1. La AMM enfatiza la importancia de crear sistemas de salud en cada país, a fin de evitar un turismo de salud excesivo, como resultado de limitadas opciones de tratamiento en el país del paciente. Los incentivos financieros para viajar fuera del país del paciente por atención médica no deben limitar inapropiadamente el diagnóstico y las alternativas terapéuticas en el país del paciente o restringir el tratamiento o las opciones de derivación.
  2. La AMM llama a los gobiernos a considerar cuidadosamente todas las consecuencias del turismo de salud para el sistema de salud de un país a través de la elaboración de protocolos nacionales completos y coordinados y legislación para el turismo de salud, en consulta y cooperación con todos los interesados pertinentes. Estos protocolos deben evaluar las posibilidades de cada país para recibir turistas de salud, acordar los procedimientos necesarios y evitar impactos negativos para el sistema de salud del país.
  3. La AMM llama a los gobiernos y proveedores de servicios a asegurar que el turismo de salud no afecte de manera negativa el uso adecuado de los recursos limitados de salud o la disponibilidad de atención apropiada para la población local del país que los acoge. Se debe prestar especial atención a los tratamientos con largas esperas o con escasos recursos médicos. El turismo médico no debe promover prácticas contrarias a la ética o ilegales, como el tráfico de órganos. Las autoridades, incluido el Gobierno, deben poder detener el turismo de salud electivo cuando ponga en peligro la capacidad para atender a la población local.
  4. La admisión de turistas de salud nunca debe permitir que distorsione la evaluación normal de la necesidad clínica y cuando corresponda, la creación de listas de espera o listas de prioridad para tratamientos. Una vez que el proveedor de salud acepte para tratamiento, el turista de salud debe ser tratado según la urgencia de su condición médica. Cuando sea posible, los pacientes deben ser derivados a instituciones aprobadas por las autoridades nacionales o acreditadas por organismos de acreditación reconocidos adecuadamente.

Antes de viajar

  1. Se debe informar a los pacientes que las prácticas de tratamiento y la legislación de salud pueden ser diferentes que las de su país y que el tratamiento es proporcionado según las leyes y prácticas del país donde lo recibe. El médico/proveedor de servicios debe informar a los pacientes de sus derechos y recurso legal antes de viajar fuera de su país por atención médica, incluida información sobre recurso legal en caso de lesión del paciente y los posibles mecanismos de compensación.
  2. El médico en el país de destino debe establecer un plan de tratamiento que incluya una estimación del costo y un plan de pago, antes de que el turista de salud viaje a dicho país. Además, el médico y la compañía de turismo de salud (si la hay) deben colaborar para asegurarse de que se tomen todas las medidas en conformidad con las necesidades médicas del paciente. Se debe entregar información al paciente sobre los riesgos potenciales de combinar procedimientos quirúrgicos con vuelos largos y actividades de vacaciones.
  3. Se debe informar al turista de salud que la legislación sobre privacidad no es la misma en todos los países y en el contexto de los servicios suplementarios que recibirá, es posible que su información médica sea comunicada a personas que no son profesionales médicos (como los intérpretes). No obstante, si el turista de salud decide recurrir a estos servicios, se le debe entregar documentación que especifique los servicios prestados por el personal no médico (incluidos los intérpretes) y una explicación sobre quién tendrá acceso a su información médica, se le debe pedir dar su consentimiento para la divulgación necesaria.
  4. Todos los interesados (clínicos y administrativos) involucrados en la atención de los turistas de salud deben conocer sus obligaciones éticas de proteger la confidencialidad. Los intérpretes y otro personal administrativo que tengan acceso a la información de salud del turista de salud deben firmar un acuerdo de confidencialidad.
  5. Se debe informar al turista de salud que un cambio en su condición clínica podría implicar un cambio en el costo estimado y en los planes de viaje y requisitos de visa.
  6. Si el plan de tratamiento es alterado por necesidad médica que queda clara después que se ha establecido el plan inicial, el turista de salud debe ser informado sobre este cambio y su razón. Se debe obtener el consentimiento del paciente para cualquier cambio en el plan de tratamiento.
  7. Cuando un paciente tenga una enfermedad incurable, el médico en el país de destino debe entregarle información precisa sobre sus opciones de tratamiento médico, incluidas las limitaciones del tratamiento, la capacidad del tratamiento de alterar el curso de la enfermedad de manera importante, para aumentar la esperanza de vida y mejorar su calidad de vida. Si después de examinar toda la información, el médico llega a la conclusión de que no es posible mejorar su estado de salud, el médico debe informarlo al paciente y que no realice el viaje.

Tratamiento

  1. Los médicos están obligados a atender a toda persona aceptada para tratamiento, local o extranjera, sin discriminación. Todas las obligaciones detalladas en la legislación y los códigos internacionales de ética médica se aplican por igual a los médicos en sus contactos con los turistas de salud.
  2. Las decisiones médicas sobre el turista de salud las deben tomar los médicos, en cooperación con el paciente, y no el personal acompañante que no es médico.
  3. A discreción de los médicos tratantes y cuando se disponga de información de buena calidad, al paciente no se le debe pedir pruebas que ya haya realizado previamente, salvo cuando sea preciso repetir las pruebas por necesidad clínica.
  4. El paciente debe recibir información sobre su tratamiento en un idioma que comprenda, incluido el derecho a recibir un resumen del progreso y término del tratamiento de parte del médico tratante y la traducción de los documentos, si es necesario.
  5. Se debe lograr un acuerdo antes de iniciar el tratamiento sobre la transferencia de los resultados de las pruebas y las imágenes de diagnóstico al país del paciente.
  6. Cuando sea posible, se debe establecer comunicación entre los médicos en el país de origen y de destino, a fin de asegurar un seguimiento clínico apropiado post atención de los problemas médicos por los que el paciente fue tratado.
  7. El médico que prepara el plan de tratamiento para el paciente debe confirmar el diagnóstico, el pronóstico y los tratamientos que el turista de salud ha recibido.
  8. El paciente debe recibir una copia de sus documentos médicos para la continuidad de la atención y seguimiento en su país. Cuando sea necesario, se le debe dar una lista detallada de instrucciones y recomendaciones médicas para el período después de su partida. Esta información debe incluir una descripción del tiempo de la recuperación esperada y el tiempo necesario antes de viajar a su país, si es posible.

Publicidad

  1. La publicidad de los servicios de turismo médico, por Internet o de cualquier otra forma, debe cumplir con los principios de ética médica aceptados e incluir información detallada sobre los servicios, incluida información sobre las áreas de especialidad del proveedor de servicios y los médicos a los que entrega los beneficios de sus servicios, como también los riesgos del turismo de salud. El acceso al estado de licencia/acreditación de los médicos y las instalaciones, como la información de los resultados debe estar disponible fácilmente. El material publicitario debe incluir que todo tratamiento médico conlleva un riesgo y que pueden existir riesgos adicionales específicos en el contexto del turismo de salud.
  2. Las asociaciones médicas nacionales deben hacer todo lo posible para evitar la publicidad indebida o que atente contra los principios de ética médica, incluida la publicidad que contenga información incorrecta o parcial o que pueda inducir a engaño a los pacientes, como una exageración de los posibles beneficios.
  3. Una publicidad que resalta los atributos positivos de un tratamiento médico específico también debe presentar los riesgos de dicho tratamiento y no debe garantizar los resultados del tratamiento o promover expectativas de beneficios o resultados de tratamiento poco realistas.

Transparencia y prevención de conflictos de intereses 

  1. Los posibles conflictos de intereses pueden ser inevitables para los médicos que tratan a turistas de la salud, incluso a instancias de su institución empleadora. Es esencial que todas las circunstancias clínicas y las relaciones sean tratadas de manera abierta y transparente.
  2. El médico debe ser transparente e informar al turista de la salud todo conflicto de intereses personal, financiero, profesional u otro, real o aparente, que pueda estar relacionado con su tratamiento.
  3. El médico no debe aceptar ningún beneficio, otro que la remuneración por sus servicios, en el contexto del tratamiento médico y no debe ofrecer al turista de la salud ni aceptar de él ninguna oferta comercial o personal mientras exista la relación médico-paciente. Cuando el médico trata al turista de la salud como otro paciente que paga su consulta, se deben aplicar las mismas reglas que con los otros.
  4. El médico debe asegurarse de que todo contrato con una compañía de turismo de salud o un turista de salud no constituya un conflicto de intereses con su empleador actual o con sus obligaciones éticas y profesionales hacia sus pacientes.

Transparencia en el pago y en los honorarios del médico

  1. El plan de tratamiento y la estimación deben incluir un informe detallado de todos los costos, incluido un desglose de los honorarios del médico, como el pago por consulta, por cirugía y honorarios adicionales que pueda tener el paciente: costos de hospital, asistencia quirúrgica, prótesis (si es aparte) y gastos de atención postoperatoria.
  2. El presupuesto puede ser cambiado después que se ha entregado el plan de tratamiento sólo si la condición clínica del paciente ha evolucionado o si las circunstancias han cambiado, de manera que sea imposible anticipar o prevenir. Si el precio fue cambiado, se debe informar al paciente la razón de dicho cambio en el costo de la manera más oportuna posible.

 

Adoptada por la 57a Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y enmendada por la 69ª Asamblea General de la AMM, Reikiavik, Islandia, octubre 2018

 

Introducción

La pandemia de gripe ocurre aproximadamente tres o cuatro veces cada siglo. Por lo general se da cuando aparece un nuevo virus de la gripe A que se transmite fácilmente de una persona a otra contra la cual el ser humano tiene poca o ninguna inmunidad. El control de la infección y las medidas de alejamiento social pueden contribuir a ralentizar la propagación del virus. Parece ser difícil fabricar una vacuna cuando no se puede predecir con precisión la cepa de la gripe que aparecerá. El suministro adecuado de antivirales es clave para tratar a las poblaciones en riesgo y controlar una mayor propagación del brote.

La gripe aviar es una infección zoonótica de las aves silvestres y de corral que puede causar infecciones esporádicas al ser humano. Los pájaros infectados tienen gran cantidad de virus en sus heces, mucosas y saliva. Además, un nuevo virus pandémico se podría desarrollar si un ser humano se infecta simultáneamente con los virus de gripe aviar y humana, lo que resulta en un intercambio de genes y una nueva cepa del virus para la que pueda no haber inmunidad. Los humanos se infectan si están expuestos al virus a través de la boca, ojos o con la inhalación de partículas del virus. También hay evidencia limitada de casos de transmisión de un humano a otro.

Esta declaración junto con la Declaración sobre Epidemias y Pandemias proporciona orientación a las asociaciones médicas nacionales y médicos sobre cómo pueden participar en el proceso de planificación de una pandemia o para enfrentar una pandemia de gripe o gripe aviar en sus respectivos países.

Recomendaciones

Gripe Aviar

En el caso de un brote de gripe aviar, se deben tomar las siguientes medidas:

  • Evitar las fuentes de exposición cuando sea posible, ya que es la medida de prevención más eficaz.
  • Utilizar un equipo de protección individual y adoptar medidas de higiene de las manos para toda persona que manipule aves, como también para el personal de salud.
  • Toda ave infectada/expuesta debe ser destruida y eliminar adecuadamente los cadáveres. Desinfectar rigurosamente las granjas o ponerlas en cuarentena.
  • Mantener reservas de vacunas y fármacos antivirales para utilizar durante el brote de la gripe.
  • Se pueden utilizar medicamentos antivirales, como inhibidores de la neuraminidasa.

Preparación para una pandemia de gripe

OMS y autoridades de salud pública nacionales

  • La coordinación de una respuesta internacional a una pandemia de gripe es responsabilidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS utiliza actualmente un enfoque de todos los peligros y riesgos para permitir una respuesta coordinada basada en diversos grados de gravedad de la pandemia.

La OMS debiera:

  • Ofrecer una asistencia técnica y de laboratorio a los países afectados si es necesario y monitorear continuamente los niveles de actividad de las cepas de la gripe, asegurar si es necesario la declaración de “urgencia de salud pública a nivel internacional” de manera oportuna.
  • Monitorear y coordinar los procesos a través delos cuales los gobiernos comparten los materiales biológicos, incluidas las cepas de virus y otros, para facilitar la fabricación de vacunas y asegurar su acceso a nivel mundial.
  • Comunicar lo más pronto posible información disponible sobre la actividad de la gripe a fin de permitir una respuesta oportuna.

Se insta a los gobiernos nacionales a elaborar un plan de acción nacional para abordar los siguientes puntos:

  • Asegurar que exista capacidad local adecuada de diagnóstico y vigilancia para permitir un monitoreo continuo de la actividad de la gripe en el país.
  • Considerar la capacidad de reacción de los hospitales, laboratorios e infraestructura de salud pública y mejorarla si es necesario.
  • Identificar los marcos legales y éticos como también las estructuras de gobernanza relativas a la planificación de la pandemia.
  • Identificar los mecanismos y las autoridades pertinentes para iniciar e intensificar las intervenciones para ralentizar la propagación del virus en la comunidad, como el cierre de colegios, cuarentena, cierre de fronteras, etc.
  • Preparar la comunicación de riesgos y las estrategias y mensajes para evitar el miedo y la ansiedad de la población y los medios de comunicación.
  • Se insta también a los gobiernos a compartir los materiales biológicos, principalmente las cepas de virus y otros, para facilitar la fabricación de vacunas y asegurar su acceso a nivel mundial.
  • Asegurar que los esfuerzos de diagnóstico y vigilancia sean continuos y que existan adecuadas reservas de vacunas y medicamentos antivirales.
  • Establecer protocolos para gestionar a los pacientes en la comunidad, realizar una clasificación en establecimientos de salud, proporcionar una gestión de ventilación y de gestionar los desechos infecciosos.
  • La atribución de dosis de vacunas, antivirales y camas de hospital debe ser coordinada con los expertos.
  • La prioridad de vacunación debe darse a los grupos de más alto riesgo, incluidos los que mantienen servicios básicos, incluidos los servicios de salud.
  • Proporcionar orientación e información oportunas a los departamentos de salud regionales, organizaciones de salud y médicos.
  • Prepararse para un aumento de la demanda de servicios de salud y la falta de profesionales de la salud, en especial si la gravedad de la enfermedad es alta. En este caso, la clasificación por prioridad y la coordinación de los recursos disponibles es esencial. Esto puede incluir aprovechar la capacidad del sector privado cuando los recursos estatales son insuficientes.
  • Asegurar que exista un financiamiento adecuado para la preparación y respuesta a una pandemia y también a sus consecuencias sanitarias y sociales.
  • Asegurarse que los mecanismos estén implementados para garantizar la seguridad de los establecimientos de salud, el personal y las cadenas de suministro de vacunas y antivirales.
  • Promover y financiar la investigación para desarrollar vacunas y tratamientos eficaces y de efectos duraderos contra la gripe.
  • Fomentar la colaboración entre la medicina humana y la veterinaria en la prevención, la investigación y control de la gripe aviar.

Se insta a las asociaciones médicas nacionales a:

  • Definir su participación en el plan nacional de preparación para la pandemia de gripe, que puede incluir un mayor desarrollo de capacidad en los médicos, participación en elaboración de directrices y comunicación con los profesionales de la salud.
  • Ayudar a informar a la población sobre la pandemia de gripe aviar.
  • Cuando sea posible, coordinar con otras organizaciones de profesionales de la salud y otras AMNs para identificar problemas comunes y políticas congruentes relativas a la preparación y respuesta a la pandemia de gripe.
  • Considerar la implementación de estrategias de apoyo para los miembros involucrados en la respuesta, incluidos los servicios de salud mental, los equipos de intervención de urgencia y los suplentes.
  • Defender antes y durante una pandemia para la asignación de recursos adecuados a fin de satisfacer las necesidades previsibles y nuevas en salud, pacientes y la población en general.
  • Instar al personal de la salud a protegerse a través de la vacunación.
  • Elaborar sus propios planes de contingencia de organización para asegurar el apoyo continuo de sus miembros.

Médicos:

  • Los médicos deben conocer suficientemente las pandemias de gripe y los riesgos de transmisión, incluida la epidemiología local, nacional e internacional.
  • Los médicos deben implementar medidas de control de la infección y vacunación, a fin de proteger a su personal y a ellos mismos durante las pandemias de gripe y brotes de temporadas.
  • Los médicos deben participar en la planificación y formación para la preparación de las pandemias de gripe locales/regionales.
  • Elaborar planes de contingencia para enfrentar las posibles interrupciones de los servicios básicos y la falta de personal.

Adoptada por la 58a Asamblea General de la AMM, Copenhague, Dinamarca, octubre 2007
enmendada por la 
69ª Asamblea General de la AMM, Reikiavik, Islandia, octubre 2018
y cancelada y archivada por la 73ª Asamblea General de la AMM, Berlín, Alemania, octubre 2022

DEFINICION

La telemedicina es el ejercicio de la medicina a distancia, cuyas intervenciones, diagnósticos, decisiones terapéuticas y recomendaciones de tratamientos subsiguientes están basadas en datos de los pacientes, documentos y otra información transmitida a través de sistemas de telecomunicación. La telemedicina puede realizarse entre un médico y un paciente o entre dos o más médicos, incluidos otros profesionales de la salud.

INTRODUCCION

  • El desarrollo y la implementación de la tecnología de información y comunicación crean nuevas formas diferentes de ejercer la medicina. prestar atención médica a los pacientes. La telemedicina se utiliza para los pacientes que no pueden ver un médico oportunamente por inaccesibilidad debido a la distancia, discapacidad física, empleo, compromisos familiares (incluido el cuidado de otros), costo para el paciente y horarios de los médicos. Tiene la capacidad de llegar a algunos pacientes con acceso limitado a la asistencia médica y tiene potencial de mejorar la atención médica.
  • La consulta presencial entre el médico y el paciente es la regla de oro de la atención clínica.
  • Los servicios de la telemedicina deben ser consistentes con los servicios presenciales y respaldados con evidencia.
  • Los principios de la ética médica que son obligatorios para la profesión también deben ser respetados en la práctica de la telemedicina.

PRINCIPIOS

Cuando se practica la telemedicina el médico debe respetar las siguientes normas éticas:

1. La relación médico-paciente debe estar basada en un examen personal y conocimiento suficiente del historial médico del paciente. la telemedicina debe ser utilizada principalmente en situaciones en las que el médico no puede estar presente físicamente en un tiempo seguro y aceptable. También se puede usar en la gestión de enfermedades crónicas o del seguimiento después del tratamiento inicial, cuando se haya probado que es segura y eficaz.

2. La relación médico-paciente en la telemedicina debe estar basada en la confianza y respeto mutuas. por lo tanto, es esencial que el médico y el paciente puedan identificarse con confianza cuando se utiliza la telemedicina. En el caso de consultas entre dos o más profesionales en o entre jurisdicciones diferentes, el médico principal es responsable por la atención y la coordinación del paciente con el equipo médico distante.

3. La relación médico-paciente en la telemedicina debe estar basada en la confianza y respeto mutuas. por lo tanto, es esencial que el médico y el paciente puedan identificarse con confianza cuando se utiliza la telemedicina. En el caso de consultas entre dos o más profesionales en o entre jurisdicciones diferentes, el médico principal es responsable por la atención y la coordinación del paciente con el equipo médico distante.

4. El consentimiento informado adecuado requiere que toda la información necesaria sobre los distintos aspectos de las consultas por telemedicina sea explicada a fondo a los pacientes, incluido, pero no limitado a:

  • explicar cómo funciona la telemedicina,
  • cómo reservar citas,
  • aspectos de privacidad,
  • la posibilidad de fallas tecnológicas, incluidas violaciones de la confidencialidad,
  • protocolos de contacto durante las consultas virtuales,
  • políticas de prescripción y
  • coordinación de atención con otros profesionales de la salud de manera clara y comprensible, sin influenciar la decisión del paciente.

5. Los médicos deben tener en cuenta de que ciertas tecnologías de la telemedicina podrían ser inasequibles para los pacientes y por esto impedir su acceso. Un acceso desigual a la telemedicina puede ampliar aún más la brecha en salud entre ricos y pobres.

Autonomía y privacidad del médico

6. El médico no debe utilizar la telemedicina si infringe el marco legal o ético del país.

7. La telemedicina puede violar potencialmente la privacidad del médico debido a la disponibilidad las 24 horas del día. El médico debe informar a los pacientes la disponibilidad y recomendar servicios como las urgencias cuando no esté accesible.

8. El médico debe ejercer su autonomía profesional al decidir si una consulta por telemedicina versus una presencial es apropiada.

9. El médico debe ejercer su autonomía y discreción al seleccionar la plataforma de telemedicina que utilizará.

Responsabilidades del médico

10. El médico al que se le pide su opinión a través de la telemedicina debe mantener un registro detallado de los consejos que entrega, como también de la información recibida en la cual basó su consejo para asegurar la trazabilidad.

11. Si se toma la decisión de usar la telemedicina, es necesario asegurarse que los usuarios (el paciente y los profesionales de la salud) puedan utilizar el sistema de telecomunicación necesario.

12. El médico debe tratar de asegurarse que el paciente haya comprendido el consejo y las sugerencias de tratamiento entregadas y en lo posible tome medidas para promover la continuidad de la atención.

13. El médico que pide a otro médico consejo o una segunda opinión es responsable del tratamiento y de otras decisiones y recomendaciones dadas al paciente.

14. El médico debe estar consciente y respetar las dificultades e incertidumbres que puedan presentarse cuando esté en contacto con el paciente a través de la telecomunicación. El médico debe estar preparado a recomendar un contacto directo médico-paciente cuando estime que es en beneficio del paciente.

15. El médico sólo debe utilizar la telemedicina en países/jurisdicciones donde tenga licencia para emplearla. Las consultas de jurisdicciones cruzadas sólo deben permitirse entre dos médicos.

16. El médico debe asegurarse que su seguro médico incluye la telemedicina.

Calidad de la atención

17. Se deben utilizar regularmente medidas de evaluación de la calidad de la atención para asegurar la seguridad del paciente y el mejor diagnóstico y prácticas de tratamiento posibles en la telemedicina. La prestación de servicios de telemedicina debe seguir las normas de práctica en base a evidencia hasta donde estén disponibles para asegurar la seguridad del paciente, la calidad de la atención y los resultados de salud positivos. Al igual que todas las intervenciones de salud, se debe probar la eficacia, seguridad, viabilidad y rentabilidad de la telemedicina.

18. Las posibilidades y debilidades de la telemedicina en emergencias deben ser identificadas debidamente. Si es necesario utilizar la telemedicina durante una emergencia, los consejos y sugerencias de tratamientos son influenciados por la gravedad de la condición del paciente y la competencia de las personas que están con el paciente. Las entidades que prestan servicios de telemedicina deben establecer protocolos para los casos de emergencias.

RECOMENDACIONES

  1. La telemedicina se debe adaptar apropiadamente a los marcos reguladores locales, que pueden incluir la licencia de plataformas de telemedicina para beneficio del paciente.
  2. Cuando sea apropiado, la AMM y las asociaciones médicas nacionales deben promover la creación de normas éticas, de práctica, legislación nacional y acuerdos internacionales sobre asuntos relacionados con el uso de la telemedicina, mientras se protege la relación médico-paciente, la confidencialidad y la calidad de la atención médica.
  3. La telemedicina no debe considerarse igual a una atención médica presencial y no debe utilizarse sólo para reducir costos o como un incentivo perverso para servicios excesivos y aumentar las ganancias para los médicos.
  4. El uso de la telemedicina requiere que la profesión identifique explícitamente y gestione las consecuencias adversas en relaciones de compañerismo y patrones de referencia.
  5. Las nuevas tecnologías y estilos de la integración de la práctica pueden necesitar nuevas normas y estándares.
  6. Los médicos deben presionar por una telemedicina ética en beneficio del paciente.

 

Adoptada por la 59a Asamblea General de la AMM, Seúl, Corea, octubre 2008
y enmendada por la 69ª Asamblea General de la AMM, Reikiavik, Islandia, octubre 2018

 

La AMM reafirma la Declaración de Madrid sobre Regulación Profesional.

La Asociación Médica Mundial, reconoce la esencia natural de la autonomía profesional y la independencia clínica del médico y establece que:

  1. La autonomía profesional y la independencia clínica son elementos esenciales para prestar atención médica de calidad a todos los pacientes y poblaciones. La autonomía y la independencia profesionales son esenciales para prestar una atención médica de alta calidad y por ende en beneficio de los pacientes y la sociedad.
  2. La autonomía profesional y la independencia clínica describen el proceso en el que el médico tiene la libertad de expresar su opinión profesional con respecto a la atención y al tratamiento de sus pacientes, sin influencia indebida o inapropiada de partes o personas externas.
  3. La medicina es muy compleja. A través de una larga formación y experiencia, el médico se convierte en un experto médico que considera evidencia para aconsejar a los pacientes. Puesto que los pacientes tienen derecho a la autodeterminación y decidir con ciertas limitaciones qué intervenciones médicas realizarán, esperan que los médicos tengan la libertad de sugerir recomendaciones clínicamente apropiadas.
  4. Los médicos reconocen que deben considerar la estructura del sistema de salud y los recursos financieros cuando tomen decisiones sobre tratamientos. Las restricciones irracionales a la independencia clínica impuestas por los gobiernos y administradores no son apropiadas para el interés superior del paciente, porque puede que no estén basadas en evidencia y corren el riesgo de afectar la confianza que es elemento esencial en la relación médico-paciente.
  5. La autonomía professional está limitada a la observancia de las reglas profesionales, normas y la base de evidencia.
  6. El establecimiento de prioridades y las limitaciones en la cobertura de salud son esenciales debido a los recursos limitados. Los gobiernos, los financiadores de la salud (tercer pagador), administradores y organizaciones de atención administrada pueden interferir en la autonomía clínica al tratar de imponer reglas y limitaciones. Esto puede que no refleje los principios de medicina en base a evidencia, rentabilidad y beneficio del paciente. Estudios de evaluación económica se pueden realizar desde una perspectiva del financiador y no del usuario que ponen más énfasis en la reducción de costos en lugar de los resultados en salud.
  7. Los procesos de establecimiento de prioridades, toma de decisiones sobre financiamiento y destinación/limitación de recursos a menudo no son transparentes. Esto prolonga las desigualdades en salud.
  8. Algunos administradores de hospitales y los terceros que financian consideran que la autonomía profesional del médico es incompatible con el manejo prudente de los costos de salud. La autonomía profesional permite a los médicos ayudar a los pacientes a tomar decisiones informadas y apoyar a los médicos si rechazan las solicitudes de pacientes y familiares para acceder a tratamientos y servicios inapropiados.
  9. La atención médica la prestan equipos de profesionales de la salud, por lo general liderados por médicos. Ningún miembro del equipo debe interferir en la autonomía profesional y la independencia clínica del médico que asume la responsabilidad final de la atención del paciente. En las situaciones en que otro miembro del equipo tenga dudas clínicas sobre el tratamiento propuesto, debe existir un mecanismo para expresar dichas dudas sin miedo a represalias.
  10. La prestación de atención médica que realizan los médicos está regida por reglas éticas, normas profesionales y la legislación vigente. Los médicos contribuyen a la elaboración de normas y reconocen que ellas regulan su trabajo como profesionales y proporcionan seguridad al público.
  11. Los comités de ética, comités de credenciales y otras formas de revisión por la profesión han sido establecidos desde hace tiempo, reconocidos y aceptados por la medicina organizada para controlar la conducta profesional del médico y, cuando corresponde, pueden imponer restricciones razonables sobre la libertad profesional absoluta del médico.
  12. La Asociación Médica Mundial reafirma que la autonomía profesional y la independencia clínica son componentes esenciales de la atención médica de alta calidad y la relación médico-paciente que deben ser preservadas. La AMM también afirma que la autonomía profesional y la independencia clínica son elementos centrales del profesionalismo médico.

Adoptada por la 68ª Asamblea General de la AMM, Chicago, Estados Unidos, octubre 2017

 

INTRODUCCIÓN

Los objetivos de la educación médica son preparar a los médicos en ejercicio para aplicar los últimos descubrimientos científicos en la promoción de la salud, prevención y tratamiento de enfermedades que afectan al ser humano y comunicar las normas éticas de pensamiento y conducta del médico. Todos los médicos tienen la responsabilidad consigo mismo y con la profesión  y sus pacientes de mantener altos niveles de formación médica básica.

Los programas de garantía de la calidad bien planificados e implementados son esenciales para asegurar que las escuelas de medicina logren estos objetivos y expectativas. Existen muchas amenazas a la calidad de la educación médica básica. La capacidad de ofrecer un alto nivel de educación puede verse afectada  la disponibilidad de infraestructura y recursos clínicos, el nivel de preparación de la facultad, y la condición económica. También la educación médica básica en todo el mundo está en crecimiento, con un rápido aumento en el número de escuelas de medicina en algunos países y es causa de preocupación por la calidad de los graduados. Un programa de garantía de calidad bien elaborado permite que las escuelas identifiquen y aborden las condiciones que amenazan la calidad de su educación médica básica. Estos programas deben ser implementados en lo posible en las escuelas de medicina del mundo.

ANTECEDENTES

Las normas elaboradas para una escuela de medicina están hechas para reflejar lo que la escuela considera medidas de calidad importantes. Las revisiones institucionales que utilizan estas normas elaboradas internamente pueden asegurar que la misión de la escuela de medicina se cumpla y que los estudiantes sean preparados para lograr los resultados deseados. La utilización de un programa institucional de garantía de calidad que tiene sus propios criterios definidos y cuenta con el apoyo de personal capacitado puede ser importante para asegurar la garantía de la calidad a lo largo del tiempo.

Sin embargo, es más probable que se obtenga un mejor resultado si también se incluye una segunda dimensión de la revisión con una perspectiva externa. Un sistema de garantía de calidad nacional incluye normas de calidad elaboradas y aprobadas a nivel nacional o regional. La evaluación de una escuela de medicina en base a lo que espera un país o region de sus programas  de educación médica básica lleva a un nivel de preparación de estudiantes más alto y consistente.

A menos que se exija a las escuelas de medicina el cumplimiento de las normas establecidas por un sistema de evaluación nacional, no existe ninguna garantía que las escuelas realicen una evaluación interna o corrijan problemas que interfieran con la calidad de la educación. La Asociación Médica Mundial (AMM) reconoce la necesidad y la importancia de normas globales sólidas para asegurar la calidad de los programas de educación médica básica.

Un sistema de acreditación/reconocimiento es un mecanismo de garantía de calidad que es cada vez más común en todo el mundo. Los sistemas de acreditación / reconocimiento están basados en los estándares de calidad educacional que se han elaborado para satisfacer las necesidades nacionales y que utilizan procesos válidos, fiables y ampliamente aceptados para evaluar el alcance  de estas normas en las escuelas de medicina. Una vez que se evalúa el cumplimiento de las normas, es necesaria la cooperación y la coordinación entre los diversos grupos interesados dentro como fuera de una escuela de medicina para implementar soluciones a los problemas identificados.

PRINCIPIOS PARA LOS SISTEMAS DE ACREDITACIÓN

Un sistema de acreditación revisa los programas educativos o las instituciones que utilizan un conjunto predeterminado (típicamente nacional) de las normas de proceso y resultados. Los sistemas de acreditación que existen en todo el mundo difieren en varias maneras. En algunos países, la acreditación de las escuelas de medicina se ha hecho por décadas; en otros  países, la acreditación es relativamente nueva. La participación en la acreditación puede ser obligatoria o voluntaria para las escuelas de medicina y las revisiones pueden realizarse en diferentes intervalos.

La acreditación se define como la evaluación de los programas educativos o las instituciones sobre la base de un conjunto claro y específico de estándares. Las normas  de acreditación deben ser articuladas como estándares que han sido elaborados con las necesidades nacionales en mente y con la colaboración de grupos de interesados pertinentes en el país.

Ciertos principios generales deben formar la base de un sistema de acreditación para asegurar que el proceso sea válido y las decisiones relacionadas con la calidad del programa educativo sean dignas de confianza. Estos principios incluyen la transparencia, la falta de conflicto de intereses, y la fiabilidad / consistencia. La transparencia requiere que le normas de acreditación y procesos sean conocidas y comprendidas por las escuelas, evaluadores y los responsables de decisiones. Para reducir la posibilidad de conflictos de interés, los evaluadores y los encargados de tomar decisiones no deben tener ningún vínculo con la institución que se está evaluando que pueda afectar su capacidad de tener una opinión libre de sesgo positivo o negativo. La fiabilidad  y consistencia requieren que haya un entendimiento común de lo que constituye el cumplimiento de las normas y que, en la medida de lo posible, esta comprensión se aplique sistemáticamente en los exámenes y las decisiones a través de las escuelas.

Las normas de acreditación son medibles, pero no tienen que ser cuantitativas. Las normas son elaboradas normalmente  tanto para el proceso y los resultados de un programa de educación médica. La información específica debe ser identificada para evaluar el cumplimiento. Por ejemplo, las normas relacionadas con el proceso pueden abordar el objetivo y la estructura del plan de estudios, las calificaciones de los estudiantes que entran y profesores de la facultad, y la disponibilidad de recursos para el apoyo del programa, incluidas las finanzas adecuadas profesorado suficiente y una infraestructura educativa adecuada para las fases científicas y clínicas de la formación. Los resultados del programa de educación médica son  evaluados para determinar si los graduados han sido preparados adecuadamente en función de los objetivos de la escuela.

Para ser más eficaz, las normas utilizadas en la acreditación necesitan ser ampliamente difundidas y explicadas a fondo para que las escuelas de medicina, evaluadores y los responsables de decisiones compartan un entendimiento común de su significado y las expectativas para el cumplimiento. Para la eficacia del proceso y la transparencia, la facultad de la escuela de medicina, los evaluadores que revisan el cumplimiento de las escuelas de medicina con los estándares de acreditación y los que adoptan decisiones y toman la determinación definitiva de la acreditación requieren una formación.

Una institución habrá logrado sus objetivos cuando se realiza un monitoreo permanente del cumplimiento de las normas de acreditación y cuando el monitoreo interno es una responsabilidad formal de uno o más individuos en la escuela de medicina que tiene acceso a información pertinente vinculada con la calidad (tales como los resultados de las encuestas de satisfacción de los estudiantes y los datos de rendimiento de los estudiantes). La revisión en curso de algunos o todos los estándares de acreditación permite a las escuelas corregir las áreas problemáticas antes de que sean identificadas como parte de la revisión formal de la acreditación y asegura que el programa educativo siga siendo de alta calidad.

Si una revisión de la acreditación identifica áreas que deben mejorarse, la escuela de medicina debe corregir las deficiencias pronto. El organismo de acreditación / reconocimiento normalmente establece un calendario de seguimiento al final del cual el programa educativo debe poder demostrar que se han adoptado medidas y se han logrado resultados. Esto puede requerir que la escuela de medicina / universidad debe proporcionar los recursos financieros y otros, incluido el tiempo y esfuerzo de la facultad y la infraestructura que se necesitan para hacer las correcciones necesarias.

Con el fin de ayudar a las escuelas a tratar las deficiencias identificadas, el apoyo y consulta podrían ser proporcionadas por el personal del organismo de acreditación o demás personas con formación. Para evitar conflictos de intereses, los que realizan consultas no deben tomar parte en las revisiones de la acreditación o en las decisiones sobre el estado de ésta.

RESPONSABILIDADES DE LOS GRUPOS INTERESADOS DENTRO Y FUERA DE LAS ESCUELAS DE MEDICINA

El establecimiento de un sistema de acreditación que cumpla con los principios de validez y confiabilidad requiere medidas de una variedad de grupos interesados, como por ejemplo:

  • Las entidades que patrocinan los organismos de acreditación (por ejemplo, gobiernos, asociaciones médicas) deben asegurar que la entidad de acreditación esté financiada apropiadamente y cuente con personal para sus actividades. El financiamiento puede provenir de los patrocinadores o de la capacidad del organismo de acreditación para generar fondos propios de las tasas de revisión de la acreditación. Los organismos de acreditación en algunos países pueden requerir financiamiento y dotación de personal adicional para hacer frente al aumento en el número de escuelas de medicina.
  • Es aconsejable que los directivos de las escuelas fomenten un ambiente que valore las actividades de garantía de calidad educacional. La facultad deben tener el tiempo y ser reconocida por su participación en las actividades de evaluación de programas y acreditación. Los estudiantes de medicina deben estar preparados e instados a proporcionar información sobre todos los aspectos pertinentes del programa de educación médica.

 

RECOMENDACIONES

La AMM llama a las asociaciones médicas nacionales (AMNs) a instar a las escuelas de medicina a elaborar programas de garantía de calidad para apoyar la revisión en curso de la calidad del programa educacional.

La AMM insta a las AMNs a apoyar y promover el desarrollo continuo de los sistemas de acreditación / reconocimiento nacionales y regionales de las escuelas de medicina. Estos sistemas deben estar diseñados y dirigidos por los médicos, en colaboración con  educadores médicos experimentados y con participación de otros expertos pertinentes.

La AMM llama a las AMNs a instar a los gobiernos nacionales y responsables del sector privado a asegurar que el sistema nacional de acreditación tenga los recursos adecuados y apropiados para sus actividades. Esto incluye un financiamiento suficiente y consistente para el apoyo a la infraestructura y el personal del organismo de acreditación.

La AMM recomienda que los sistemas de acreditación utilicen normas pertinentes a nivel nacional aplicadas de manera consistente por evaluadores y responsables con formación cuando realicen una revisión de las escuelas de medicina.

La AMM insta a las AMNs a abogar ante los responsables de decisiones  que la participación en el sistema nacional de acreditación debe ser requerido para todas las escuelas de medicina dentro de un país.

La AMM llama a las AMNs a instar a los sistemas nacionales de acreditación a participar en las revisiones externas de sus políticas, prácticas y normas. Esto puede incluir la búsqueda de reconocimiento por parte de la Federación Mundial de Educación Médica (WFME). Se insta a los organismos de acreditación reconocidos y organizaciones similares a establecer un foro de debate y cooperación entre los organismos nacionales de acreditación para compartir las mejores prácticas y mecanismos para superar los desafíos.

Se debe instar a los médicos a dirigir y participar activamente en las actividades de acreditación nacionales como evaluadores y responsables de decisiones y en las actividades de garantía de la calidad en sus propias escuelas de medicina.

Adoptadas por la 18a Asamblea Médica Mundial Helsinki, Finlandia, junio 1964,
enmendadas por la 35a Asamblea Médica Mundial Venecia, Italia, octubre 1983
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Santiago 2005

  1. Las poblaciones rurales tienen el mismo derecho a la atención médica que tienen las poblaciones urbanas. Aunque los factores económicos y otros puedan afectar la cantidad de servicios médicos disponibles en las zonas rurales, en la calidad de esos servicios no debe existir disparidad. Deben hacerse esfuerzos persistentes para elevar al más alto nivel en la nación las calificaciones de todas las personas que prestan servicio médico.
  2. El conocimiento y estudio analítico de los hechos es necesario para las poblaciones rurales, porque provee la información precisa para la organización y desarrollo de servicios de salud mejor adaptados a esas regiones.
  3. El nivel de educación y el nivel socio-económico de las comunidades rurales son interdependientes. La educación de salud del público se realiza en forma mucho más efectiva cuando las agencias, las organizaciones, las profesiones de salud y la comunidad contribuyen al desarrollo y mantenimiento del más alto nivel de higiene en salud que pueda ser mutuamente conseguido.
  4. En el desarrollo de los servicios de salud en áreas rurales, la relación médico-paciente debe ser protegida.
  5. Es el deber del Gobierno velar porque las condiciones de trabajo ofrecidas en el campo de la Salud Pública sean suficientemente interesantes para que permitan el desarrollo de los servicios de salud rurales, al mismo nivel que el de las zonas urbanas.
  6. Conviene asegurar una coordinación adecuada del programa y de los equipos de medicina preventiva y curativa, y de la educación médica y de salud entre regiones rurales y regiones urbanas.
  7. Debe hacerse todo lo posible para que solamente médicos titulados tengan responsabilidades clínicas en centros rurales de salud. El empleo de auxiliares para efectuar tareas médicas debe ser únicamente temporario. El personal de salud rural debe ser suficiente en número y recibir un adiestramiento que le permita responder eficientemente a las necesidades médicas de la población y que sus conocimientos técnicos estén al día.
  8. El adiestramiento de los auxiliares médicos, particularmente el de los enfermeros, enfermeras y matronas, debe corresponder al grado de cultura y de educación del país, a fin de ampliar así el número de personas disponibles para las áreas rurales. La profesión médica debe prestar todo su apoyo para proporcionar a este grupo cursos básicos, de post-título y de perfeccionamiento.
  9. El carácter particular de las enfermedades en las regiones rurales exige la colaboración de los médicos con los especialistas en las diversas disciplinas relacionadas.
  10. El cuerpo médico debe guiar y orientar la educación de salud de las poblaciones rurales. Es esencial que exista entre los médicos y la población rural un espíritu de cooperación a fin de lograr el más alto nivel de educación de salud que sea posible.
  11. Las Asociaciones Médicas Nacionales deben tratar por todos los medios de garantizar que los médicos rurales practiquen su profesión en condiciones no menos favorables que las de médicos urbanos.
  12. Las asociaciones médicas nacionales deben tomar parte activa en el desarrollo de proyectos para mejorar las condiciones de salud en las regiones rurales.

Adoptada por la 42a Asamblea Médica Mundial Rancho Mirage, California, EE.UU., octubre 1990
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Santiago 2005

  • LA ASOCIACION MEDICA MUNDIAL reconoce que el tabaco es peligroso para la salud del ser humano. Véase la Declaración de la AMM sobre los Peligros del Tabaco para la Salud, adoptada en septiembre de 1998.
  • POR LO TANTO la Asociación Médica Mundial exhorta a todas las naciones a proteger la salud pública adoptando prohibiciones o restricciones sobre la fabricación, importación, exportación, venta o publicidad del tabaco.
  • ADEMAS la Asociación Médica Mundial exhorta a todas las asociaciones médicas nacionales para que establezcan medidas apropiadas para apoyar la adopción de prohibiciones o restricciones sobre la fabricación, importación, exportación, venta o publicidad del tabaco, por parte de los gobiernos de sus respectivos países.

Adoptada por la 36a Asamblea Médica Mundial Singapur, octubre 1984
y enmendada por la 38a Asamblea Médica Mundial Rancho Mirage, California, EE.UU., octubre 1986
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Santiago 2005

Aquellos que están a cargo de la dirección de los programas de educación médica en cada país, deben dar a conocer a sus estudiantes la importancia de obtener experiencia en la práctica médica, a fin de adquirir un conocimiento médico básico y la necesidad de tener una experiencia médica continua para poder mantener dicho conocimiento. Se debe también informar a los estudiantes de medicina que la aplicación de los estudios médicos a otros campos de trabajo es sumamente limitada.

Cuando no se tiene la seguridad de que el estudiante tenga la oportunidad de adquirir la experiencia necesaria para alcanzar un conocimiento básico, debe solicitarse al estudiante que reconsidere el valor de la educación médica.

Adoptada por la 36a Asamblea Médica Mundial Singapur, octubre 1984,
y enmendada por la 38a Asamblea Médica Mundial Rancho Mirage, California, EE.UU., octubre 1986
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Santiago 2005

  • CONSIDERANDO QUE, el propósito de la Asociación Médica Mundial es servir a la humanidad mediante el esfuerzo por alcanzar los niveles más altos en educación médica, y
  • CONSIDERANDO QUE, tla Asociación Médica Mundial y sus asociaciones médicas nacionales miembros han siempre favorecido la educación médica de alta calidad, y
  • CONSIDERANDO QUE, la calidad de la atención médica prestada por los médicos no puede ser superior a la calidad de la educación médica que ellos han recibido,
  • POR LO TANTO,la Asociación Médica Mundial reafirma su apoyo a las normas elevadas de educación médica que permitan una experiencia educacional de alta calidad a todo estudiante de medicina, yQue sólo los candidatos debidamente capacitados sean admitidos para estudiar medicina, y

    Que el número de estudiantes aceptados para seguir los estudios de medicina no sea superior al número que, según los recursos educacionales disponibles, puede recibir una formación educacional de alta calidad.

    Que las condiciones a exigir a los candidatos a ser admitidos a las escuelas de medicina, sean establecidas según el el criterio objetivo de las facultades de medicina.

Adoptada por la 35a Asamblea Médica Mundial Venecia, Italia, octubre 1983,
enmendada por la 38a Asamblea Médica Mundial Rancho Mirage, California, EE.UU., octubre 1986
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Santiago 2005

La Asamblea de la Asociación Médica Mundial en Venecia, el 28 de octubre de 1983, llama a todas las asociaciones médicas nacionales para que trabajen en busca de una solución a los problemas que emergen en relación a los recursos humanos médicos.

Reconociendo la necesidad:

  1. de que todas las personas tengan acceso a la atención médica de más alta calidad y
  2. de mantener los niveles en la atención médica que den como resultado la prestación de una atención médica de alta calidad, así como
  3. de proveer el desarrollo de nuevos conocimientos, destrezas y técnicas que estimulen el progreso de la ciencia médica.

La Asamblea insta a todas las asociaciones médicas nacionales a que trabajen con sus gobiernos en la promulgación de las leyes respectivas para alcanzar dichas metas.

La atención médica de alta calidad y la mantención y desarrollo de las habilidades y técnicas de un médico, así como el descubrimiento de información y nuevos conocimientos están ligados inseparablemente a las oportunidades que tiene el médico de dar atención a los pacientes y de lograr experiencia clínica. Este principio debe ser reconocido en cualquier solución de los problemas de recursos humanos médicos, y la preocupación política y económica debe estar subordinada a este principio.

Lo que es más importante, el principio precedente debe ser reconocido y aplicado a las leyes y políticas que rigen las escuelas de medicina, de manera que se puedan asegurar los más altos niveles de calidad en la atención médica para las generaciones futuras.

Adoptada por la 30ª Asamblea Médica Mundial Sao Paulo, Brasil, octubre 1976,
enmendada por la 36ª Asamblea Médica Mundial Singapur, octubre 1984
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Santiago 2005

Introduccion

La Asociación Médica Mundial, después de haber considerado el problema de la contaminación en su Conferencia Científica, en Sao Paulo en 1976, hace notar la importancia del equilibrio ecológico entre la población y su medio, y recalca el hecho de que conforme los países experimentan un desarrollo social y económico, deben tomar las medidas para mejorar la calidad de su ambiente.

El problema de la contaminación afecta no sólo la vida y belleza del medio ambiente, sino que constituye también una creciente amenaza para la salud misma de los seres humanos que lo ocupan. Es así como los médicos deben tener un rol importante en la prevención de enfermedades causadas por la contaminación.

Definicion

La contaminación ambiental puede definirse como el resultado de las acciones que la gente realiza, ya sea conscientemente o por descuido o ignorancia, que degradan o contaminan el medio natural. Por ejemplo, el botar en forma indiscriminada deshechos químicos puede producir una contaminación irreparable de fuentes preciosas de agua, elemento esencial para la vida humana.

Ciertos factores físicos adversos, la radiación iónica y substancias químicas tales como el cromo, asbestos y las del tabaco, están relacionadas con el cáncer con otras enfermedades fatales o que causan invalidez, incluidos defectos de nacimiento y de desarrollo en los descendientes de las personas expuestas a la contaminación. El control del riesgo de exposición a dichos factores tendría un efecto benéfico sobre la salud y sobrevivencia de la gente. Por consiguiente, se debe dar máxima prioridad a la eliminación de factores físicos adversos en el hogar, el colegio, el trabajo y en otros lugares.

Los agentes químicos y microbiológicos pueden afectar adversa e intensamente la salud de los trabajadores y del público en general. Los agentes microbiológicos pueden causar enfermedades contagiosas, como lo constatan los registros de hace décadas. Las materias químicas pueden causar dolencias no contagiosas. Las personas que trabajan en la producción y distribución de alimentos tienen la responsabilidad de minimizar el contacto de los consumidores, no sólo con los agentes microbiológicos, sino también con los productos químicos agrícolas que se utilizan para aumentar la cosecha y los aditivos inseguros que pueden usarse para preservar los alimentos.

Componentes del problema

Entre los elementos que contribuyen al problema de la contaminación se pueden mencionar:

  • Contaminación del aire a causa de óxidos de nitrógeno, oxidantes fotoquímicos, hidrocarburos, dióxido sulfuroso, plomo y ciertas partículas en el aire ambiental. Tales substancias pueden causar efectos patofisiológicos adversos en los niños y adultos, y pueden dañar las plantas y la propiedad.
  • Contaminación del agua, debida a descarga de deshechos humanos tratados indebidamente y deshechos industriales y agrícolas en las reservas de agua. Estas descargas contaminan el agua potable con virus, bacterias y otros microorganismos infecciosos, substancias químicas orgánicas e inorgánicas y substancias radioactivas. La contaminación del agua provoca también la disminución de oportunidades recreacionales y de los recursos de la pesca comercial.
  • Deshechos sólidos que atraen roedores e insectos a los basurales, descomponen el aire y el agua, y pueden depositar materias tóxicas en el ambiente.
  • Niveles excesivamente altos de sonidos producidos por instalaciones industriales, sistemas de transporte, sistemas de audio y otros medios, pueden llevar a una pérdida permanente de la audición, a otros efectos patofisiológicos y a perturbaciones emocionales.

Responsabilidad de los medicos

Los médicos tienen la responsabilidad de educar al público y de estimular la creación y el mantenimiento de programas de protección ambiental para sus comunidades.

Recomendacion

Los médicos como individuos y las asociaciones médicas nacionales deben tomar las medidas necesarias para que se cumpla con las responsabilidades antes mencionadas.

Adoptada por la 44ª Asamblea Médica Mundial Marbella, España, Septiembre de 1992
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Santiago 2005

En algunos países, existe un aumento de las demandas por negligencia médica y las asociaciones médicas nacionales buscan los medios para hacer frente a este problema. En otros países, las demandas por negligencia médica son raras, pero las asociaciones médicas nacionales de dichos países deben estar alertas frente a los problemas y consecuencias que puede producir un aumento de las demandas contra médicos.

En esta declaración, la Asociación Médica Mundial desea informar a las asociaciones médicas nacionales sobre algunos de los hechos y problemas relacionados con las demandas por negligencia médica. Las leyes y los sistemas jurídicos en cada país, como las tradiciones sociales y condiciones económicas, influirán en la aplicación de ciertos elementos de esta declaración para cada asociación médica nacional. Sin embargo, la Asociación Médica Mundial estima que esta declaración debe ser de interés para todas las asociaciones médicas nacionales.

  1. El aumento de demandas por negligencia médica puede ser el resultado, en parte, de una o más de las siguientes circunstancias:
    1. El progreso en los conocimientos médicos y de la tecnología médica permite que los médicos logren proezas que eran imposibles en el pasado, pero estos logros implican nuevos riesgos que pueden ser graves en varios casos.
    2. La obligación impuesta a los médicos de limitar los costos de la atención médica.
    3. La confusión entre el derecho a la atención, que es accesible, y el derecho a lograr y mantener la salud, que no se puede garantizar.
    4. El papel perjudicial que a menudo representa la prensa, al incitar la desconfianza en los médicos y cuestionar su capacidad, conocimientos, conducta y control del paciente y al sugerir a éstos que presenten reclamos contra los médicos.
    5. Las consecuencias indirectas del desarrollo de una medicina defensiva, producidas por el aumento del número de demandas.
  2. Se debe hacer una distinción entre la negligencia médica y el accidente durante la atención médica y el tratamiento, sin que haya responsabilidad del médico.
    1. La negligencia médica comprende la falla del médico a la conformidad de las normas de la atención para el tratamiento de la condición del paciente, o falta de conocimiento, o negligencia al proporcionar la atención del paciente, que es la causa directa de un accidente al paciente.
    2. Un accidente producido durante un tratamiento médico, que no se pudo prever y que no fue el resultado de falta de conocimiento por parte del médico tratante, es un accidente desafortunado del cual el médico no es responsable.
  3. La indemnización de los pacientes víctimas de accidente médico puede ser determinada hasta el punto que no existan leyes nacionales que prohiban esto, por sistemas diferentes si se trata de una negligencia médica o de un accidente desafortunado que ocurre durante la atención médica y el tratamiento.
    1. En el caso de un accidente desafortunado sin responsabilidad del médico,la sociedad debe determinar si se debe indemnizar al paciente por el accidente y si es así, el origen de los fondos para cancelar dicha indemnización. Las condiciones económicas del país determinarán si existen dichos fondos de solidaridad para indemnizar al paciente, sin estar a expensas del médico.
    2. Las leyes de cada nación deben prever los procedimientos necesarios a fin de establecer la responsabilidad de las demandas por negligencia médica y determinar la cantidad de la indemnización del paciente, en los casos en que se compruebe la negligencia.
  4. Las asociaciones médicas nacionales deben considerar algunas o todas de las siguientes actividades, a fin de proporcionar un tratamiento equitativo y justo a pacientes y médicos:
    1. Para el público, campañas de información sobre los riesgos inherentes a ciertos tratamientos médicos y cirugía avanzados; para los profesionales, programas de formación sobre la necesidad de obtener un consentimiento informado de los pacientes sobre dichos tratamientos y cirugía.
    2. Campañas de sensibilidad pública para mostrar los problemas en medicina y la prestación de atención médica, según la estricta necesidad del control de los costos.
    3. Campañas generales de educación de la salud en el colegio y los lugares de reunión social.
    4. Elevación del nivel y de la calidad de educación médica para todos los médicos, incluyendo el mejoramiento de la formación clínica.
    5. Crear y participar en programas destinados a los médicos encargados de mejorar la calidad de la atención médica y de los tratamientos.
    6. Implementar una política apropiada de formación para médicos que tienen conocimientos insuficientes, incluyendo una política de limitación del ejercicio profesional hasta que dichas insuficiencias sean corregidas.
      Informar al público y al gobierno sobre el peligro del desarrollo de diferentes formas de medicina defensiva (aumento de atención o al contrario, abstención de médicos o incluso desinterés de parte de médicos jóvenes por ciertas especialidades a alto riesgo).
    7. Informar al público sobre la posibilidad de accidentes durante un tratamiento médico, que son imprevisibles y no son responsabilidad del médico.
    8. Solicitar protección legal para los médicos cuando los pacientes sufren accidentes que no son resultado de negligencia médica.
    9. Participar en la creación de leyes y procedimientos aplicables a las demandas por negligencia médica.
    10. Oponerse firmemente a demandas poco serias y a cobros por contingencia de parte de los abogados.
    11. Explorar procedimientos innovativos para tratar las demandas por negligencia médica, como acuerdos entre las partes, en lugar de un proceso judicial.
    12. Promover la idea de que los médicos se aseguren contra demandas por negligencia médica, cancelando el seguro el mismo médico o el empleador si el médico está empleado.
    13. Participar en las decisiones relacionadas a la posibilidad de otorgar la indemnización de pacientes víctimas de accidentes sin negligencia médica durante el tratamiento.

Adoptada por la 41a Asamblea Médica Mundial Hong Kong, septiembre 1989
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Santiago 2005

Definición

La sustitución de drogas genéricas se define aquí como la distribución de un producto farmacéutico de distinto nombre o sin marca, por el producto farmacéutico recetado, es decir, exactamente la misma esencia química, en la misma dosis, pero distribuido por una compañía distinta.

Introducción

Si dichos productos farmacéuticos no son bioequivalentes debido a un proceso de fabricación diferente y/o la presencia de excipientes inactivos biológicamente distintos, la equivalencia terapéutica anticipada entre esos productos farmacéuticos también puede variar. Por lo tanto, cuando se produce la sustitución entre productos farmacéuticos que no son bioequivalentes, ni equivalentes química ni terapéuticamente, el paciente puede tener resultados peligrosos, es decir, sufrir une reacción adversa a la droga o no tener un efecto terapéutico. Por estas razones, las autoridades reguladoras nacionales deben asegurar al médico la bioequivalencia y la equivalencia química y terapéutica en la prescripción de productos farmacéuticos de distinto origen. Este principio también se recomienda en el caso de productos farmacéuticos que tengan una sola procedencia. Se debe contar con procedimientos que garanticen la calidad a fin de asegurar la bioequivalencia y la equivalencia química y terapéutica de cada partida de medicamentos.

En el proceso de selección de drogas, se deben tomar en cuenta varias consideraciones médicas, antes de recetar el medicamento elegido para una afección particular en cualquier paciente. Una vez que se hayan considerado estos aspectos, el médico debe pensar en los costos comparativos de productos farmacéuticos similares disponibles en el mercado, para responder a todas las necesidades de los pacientes. El médico tiene el derecho y la obligación de expresar su opinión en bien del paciente; por lo tanto, el médico debe seleccionar el tipo y la cantidad del producto farmacéutico que considere que es el mejor para el paciente desde el punto de vista médico y económico. Después que el paciente da su consentimiento sobre la droga seleccionada, dicha droga no se debe cambiar sin el consentimiento del paciente ni de su médico. Incluso cuando terceras personas ordenan la sustitución de drogas genéricas, se debe hacer todo lo posible para preservar la autoridad del médico sobre lo recetado. Si no se respetan estos principios, el paciente puede verse en peligro y el médico puede ser responsabilizado por dichas consecuencias peligrosas. En bien de los pacientes y médicos por igual, las asociaciones médicas nacionales deben hacer todo lo posible por mantener estos preceptos.

Recomendaciones

  1. Los médicos se deben familiarizar con las leyes y ordenanzas específicas que regulan la sustitución de drogas genéricas en los lugares donde ejercen su profesión.
  2. Al comenzar un tratamiento, los médicos deben determinar cuidadosamente la dosis de cualquier medicamento para comprobar su óptima eficacia y seguridad, en especial en los pacientes con trastornos crónicos que necesitan una terapia prolongada o en pacientes de grupos de población especiales, que no se espera que reaccionen a la droga en forma normal.
  3. Una vez que los medicamentos para las enfermedades crónicas han sido recetados y se ha comezado su administración, no se debe hacer ninguna sustitución de productos farmacéuticos o con marca registrada, sin la autorización del médico tratante. Si un producto farmacéutico es sustituido por uno genérico o de marca registrada, el médico debe controlar y ajustar cuidadosamente la dosis, para asegurarse de que exista una equivalencia terapéutica de los productos farmacéuticos.
  4. El médico tiene el deber de informar sobre las reacciones adversas a la droga que sean graves o la falta de efecto terapéutico que pueden estar relacionados con la sustitución de drogas. La investigación debe estar documentada y se debe informar de ella a las autoridades reguladoras de drogas que corresponda, incluyendo la asociación médica nacional del caso.
  5. Las asociaciones médicas nacionales deben vigilar regularmente todo lo que tenga relación con la sustitución de drogas genéricas y deben mantener a sus miembros informados sobre los avances que sean de especial interés para el cuidado de los pacientes. Cuando corresponda, se deben preparar informes a los médicos sobre los progresos importantes.
  6. Las asociaciones médicas nacionales, en colaboración con otros organismos correspondientes reguladores de drogas, deben evaluar y asegurar la bioequivalencia y la equivalencia química y terapéutica de todos los productos farmacéuticos similares, fabricados con nombres genéricos o marcas registradas, a fin de asegurar un tratamiento seguro y eficaz.
  7. Las asociaciones médicas nacionales se deben oponer a cualquiera acción que restrinja la libertad y responsabilidad del médico para recetar lo mejor para el paciente, desde el punto de vista médico y económico.

Adoptada por la 38ª Asamblea Médica Mundial Rancho Mirage, California, EE.UU., octubre 1986
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Santiago 2005

La Asociación Médica Mundial, consciente de la importancia que tiene la independencia y libertad profesional del médico, adopta la siguiente declaración de principios:

Los médicos deben reconocer y apoyar los derechos de sus pacientes, tal como están definidos en la Declaración de Lisboa de la Asociación Médica Mundial (1981).

Los médicos deben gozar de una libertad profesional que les permita atender a sus pacientes sin interferencias. El privilegio del médico de usar su juicio y discreción profesional para tomar las decisiones clínicas y éticas necesarias para la atención y tratamiento de sus pacientes, debe ser mantenido y defendido.

Los médicos deben tener independencia profesional para representar y defender las necesidades de sus pacientes en materia de salud contra todos los que nieguen o limiten la atención que ellos necesitan.

Dentro del marco de su ejercicio profesional y de atención de sus pacientes, no debe esperarse que el médico siga las prioridades que el gobierno o la sociedad han impuesto sobre la distribución de recursos médicos insuficientes. Hacer tal cosa, sería crear un conflicto de intereses con la obligación que el médico tiene hacia sus pacientes y destruiría su independencia profesional en la cual ellos confían.

Si bien los médicos deben estar conscientes del costo de la atención médica y deben participar activamente en el control de gastos médicos, es su obligación primordial representar los intereses de sus enfermos y heridos, contra las demandas de la sociedad en materia de control de gastos que podrían poner en peligro no sólo la salud, sino la vida de sus pacientes.

Al garantizar la independencia y la libertad profesional para que el médico ejerza la medicina, la comunidad asegura la mejor atención médica para sus ciudadanos, lo cual a su vez, contribuye a una sociedad fuerte y segura.

Adoptada por la 42ª Asamblea Médica Mundial Rancho Mirage, California, EE.UU., octubre 1990
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Santiago 2005

La Asociación Médica Mundial llama la atención de la profesión médica a través de todo el mundo sobre los peligros que presentan las armas químicas y biológicas. Entre otros peligros más obvios se destacan:

  1. La utilización de dichas armas tendría un efecto devastador sobre la población civil, además del personal militar, no sólo en el área afectada por el impacto, sino que también en lugares a gran distancia, tal vez fuera de los límites nacionales de los combatientes.
  2. Los efectos de exposición a las armas químicas y biológicas representan una continua amenaza para la salud del ser humano, a largo plazo que causen posiblemente enfermedades, heridas y defectos en la población por un largo tiempo.
  3. Los efectos de exposición a las armas químicas y biológicas también pueden tener como resultado cambios impredecibles, complejos y permanentes en el ambiente natural, incluyendo animales, plantas y fuentes de agua, destruyendo así el origen de los alimentos para el ser humano, lo que tendría como consecuencia una gran mortalidad.
  4. Los servicios de atención médica existentes, la tecnología y el personal médico pueden ser insuficientes para aliviar el sufrimiento causado por la exposición a las armas químicas y biológicas.

La Declaración de Ginebra de la Asociación Médica Mundial llama a los médicos a consagrar sus vidas al servicio de la humanidad, a prometer que la salud del paciente estará ante todo y que no empleará sus conocimientos médicos en contra de las leyes humanas.

La Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial estipula que la misión del médico es velar por la salud de la humanidad. Sus conocimientos y su conciencia deben estar dedicados al cumplimiento de esta misión.

La Declaración de Tokio de la Asociación Médica Mundial comienza con el siguiente párrafo:

«Es el privilegio del médico practicar la medicina al servicio de la humanidad, preservar y restablecer la salud mental y corporal sin distinción de personas, aliviar el sufrimiento de sus pacientes. Mantener el máximo respeto por la vida humana, incluso bajo amenaza, sin hacer jamás uso de sus conocimientos médicos en contra de las leyes humanas.»

Por lo tanto, la Asociación Médica Mundial considera que es contrario a la ética de los médicos, cuya misión es prestar atención médica, participar en la investigación y producción de armas químicas y biológicas, y utilizar su conocimiento personal y científico en la concepción y fabricación de dichas armas:

Además, la Asociación Médica Mundial:

  1. Condena la producción y utilización de armas químicas y biológicas.
  2. Pide a todos los gobiernos que se abstengan de producir y utilizar armas químicas y bilógicas.
  3. Pide a todas las asociaciones médicas nacionales que se sumen a la AMM y apoyen activamente esta Declaración.

Adoptada por la 44ª Asamblea Médica Mundial Marbella, España, Septiembre de 1992
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Santiago 2005

INTRODUCCION

El Proyecto Genoma Humano se basa en la suposición de que la información contenida en el gen nos permitirá diagnosticar muchas enfermedades genéticas en el útero o incluso antes, gracias a esto podremos tomar decisiones antes de la procreación.

La clave para comprender las enfermedades genéticas está en la identificación y caracterización de los genes después de la mutación. En consecuencia, se puede decir que la comprensión de toda la biología humana está contenida en la identificación de 50.000 a 100.000 genes en los cromosomas del cuerpo humano.

El proyecto genoma humano nos puede permitir identificar y caracterizar los genes que intervienen en las principales enfermedades genéticas; más adelante, será posible identificar y caracterizar los genes que actúan en enfermedades con un componente genético y otros factores, como la diabetes esquizofrenia y la enfermedad de Alzheimer. En estas enfermedades, el gen crea una predisposición antes de ser la causa misma del mal. Estas enfermedades producen graves problemas sociales y si es posible diagnosticar la predisposición antes de que se manifieste la enfermedad, puede ser posible evitarla haciendo cambios de estilos de vida, de dieta y controles periódicos.

Después de los años cincuenta, se produjo una revolución conceptual cuando se comenzó a pensar en términos de bioquímica. Actualmente somos testigos de una nueva revolución que localiza en el gen las instrucciones para todos los procesos bioquímicos de las células humanas.

Problemas de Implementación

Existen muchas razones éticas importantes para obtener la información genética lo más rápido posible, de modo que podamos comprender mejor muchas enfermedades. Sin embargo, dicha información puede ser frustrante, a menos que creemos al mismo tiempo medios terapéuticos y que informemos a la opinión pública sobre las distintas opciones genéticas, de manera que la persona seleccione las mejores.

Otro asunto es saber si se justifican los esfuerzos invertidos, comparados con otras formas de lograr los mismos resultados a menor costo. ¿Debe el proyecto aspirar a un inventario completo o es preferible ir paso a paso con menos ambición y avanzar por capítulos?

Financiamiento del Proyecto

El Proyecto Genoma Humano es considerado un proyecto impresionante, similar al programa espacial, y uno se puede preguntar si existe proporción entre la inversión y su resultado. El costo estimado del proyecto es de tres mil millones de dólares durante 15 años, es decir, 200 millones de dólares anuales. Esta cifra puede que no parezca extraordinaria cuando sabemos que la fundación de la fibrosis sística, en EE.UU. solamente, ha gastado 120 millones de dólares en los últimos cuatro años en esta enfermedad. Por esto, el aspecto económico no debe impedir el desarrollo del proyecto.

Otro impedimento es la prohibición en algunos países de destinar fondos a la investigación clínica sobre embriones humanos. Después de haber invertido en la cartografía de los genes, se corre el riesgo de no tener fondos destinados a la investigación clínica basada en los resultados del proyecto.

Conflicto entre la protección del secreto y la necesidad de colaboración científica

La cartografía de los genes humanos debe ser anónima, pero la información adquirida se puede aplicar a cualquier ser humano, sin tener en cuenta las diferencias individuales, color o raza. Dicha información debe ser propiedad pública y no debe ser utilizada con fines comerciales. Por lo tanto, no se deben otorgar patentes para el genoma humano o sus partes.

Discriminación genética en el seguro privado y el empleo

Existe un conflicto entre el potencial creciente de nuevas tecnologías que revelan la heterogeneidad genética y los criterios del seguro privado y el empleo. Será conveniente adoptar el mismo acuerdo tácito, en lo que respecta los factores genéticos, que prohibe el uso de discriminación racial en el empleo y el seguro.

La cartografía genética puede convertirse en una fuente de estigmatización y discriminación social y una «población de riesgo» puede pasar a ser una «población defectuosa».

El peligro de la eugenesia y la utilización de genes para fines no médicos

La eugenesia se basa en la suposición de que los genes tienen una importancia decisiva y para cambiar su distribución en la población hay que cambiar la pauta de reproducción. Según este concepto, el bien general justifica las limitaciones en la libertad individual. La importancia de la información adquirida preocupa por el uso que se le dará. Todavía existe el temor de programas gubernamentales de eugenesia para «mejorar la raza» y la utilización de tecnología médica fuera de esta disciplina.

RECOMENDACIONES

Los problemas planteados por el Proyecto Genoma Humano no tienen relación con la tecnología misma, sino con su uso adecuado. Debido a la importancia de esta nueva herramienta, sus consecuencias éticas, legales y sociales deben ser analizadas mientras el programa todavía está en sus comienzos.

Parte de la oposición a este proyecto argumenta que el investigador puede tender a «jugar a ser Dios» o a interferir con las leyes de la naturaleza. Si nos liberamos de una oposición incondicional al Proyecto Genoma Humano, podemos evaluar las consecuencias éticas con los mismos parámetros que aplicamos cuando examinamos un nuevo diagnóstico o método terapéutico. Los criterios principales son la evaluación de riesgo en relación a la ventaja, el respeto de la persona como ser humano y el respeto de la autonomía y la intimidad.

Es necesario establecer las normas generales éticas y legales a fin de evitar la discriminación y el estigma genético de la población de riesgo.

Las normas básicas son:

  • El servicio genético debe ser de fácil acceso a todos a fin de evitar su explotación solamente por parte de los que tienen recursos, lo que aumentaría la desigualdad social.
  • Se necesita una información internacional y transferencia de tecnología y conocimientos entre todos los países.
  • Se debe respetar la voluntad de las personas examinadas y su derecho a decidir sobre su participación y sobre el uso de la información obtenida.
  • Se debe entregar información completa al paciente o a su representante legal. Se debe mantener el secreto médico y no se debe proporcionar información a terceros sin autorización del paciente. Incluso si los familiares del paciente corrieran riesgo, se debe mantener el secreto médico, a menos que exista grave peligro y que éste se pueda evitar al dar a conocer la información. Sólo se puede violar el carácter confidencial como último recurso, cuando hayan fallado todos los intentos para convencer al paciente de entregar información, incluso en este caso se debe entregar solamente la información genética pertinente.
  • La entrega de información a terceros o el acceso a información personal genética debe autorizarse solamente con el consentimiento informado del paciente.

Adoptados por la 17ª Asamblea Médica Mundial Nueva York, EE.UU., octubre 1963
y enmendados por la 35ª Asamblea Médica Mundial Venecia, Italia, octubre 1983
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006

PREAMBULO

Las formas en que la atención médica está organizada a través del mundo son muchas y variadas, y van desde la no intervención más absoluta hasta la organización total y exclusivamente gubernamental.

Sería imposible describir en detalle todos los sistemas, pero puede decirse que mientras algunos países se limitan a socorrer a los más indigentes, otros han creado un sistema de seguro contra enfermedades y otros han ido aún más lejos al proporcionar una completa atención médica. La iniciativa personal se asocia así a varios niveles con las políticas y acciones gubernativas en el campo de la atención médica, lo que permite multiplicar indefinidamente las modalidades de prestación de servicios médicos.

En este sentido, lo ideal indudablemente es «la prestación de servicios médicos más modernos, unida al respeto absoluto de la libertad del médico y del paciente».

Sin embargo, dicha fórmula es demasiada imprecisa para ser utilizada en la solución de problemas que surgen cada día en la aplicación de los diversos sistemas nacionales (que existen, quiérase o no).

La AMM tiene el deber de salvaguardar los principios básicos de la práctica médica y la defensa de la libertad de la profesión médica. En consecuencia, no se puede esperar que emita juicios de valor sobre los diferentes sistemas, pero tiene el deber incontestable de decidir, en la medida posible, en qué términos puede colaborar la profesión médica con los Servicios de Salud del Estado.

PRINCIPIOS

  1. Las condiciones de participación de los médicos en cualquier sistema de atención médica deben ser propuestas de común acuerdo con los representantes de sus organizaciones médicas.
  2. Todo sistema de atención de la salud debe permitir que el paciente consulte al médico de su preferencia y que el médico trate a un paciente de su elección sin que esta posibilidad prive a ninguno de los dos de sus derechos en ninguna forma. El principio de libre elección debe también aplicarse en el caso de que el tratamiento médico o parte de él sea realizado en un centro de asistencia médica. Los médicos tienen la obligación profesional y el deber ético de atender a cualquier paciente en una emergencia.
  3. Todo sistema de atención de la salud debe ser accesible a cualquier médico titulado, sin que por ello ni la profesión médica ni el médico individualmente estén obligado a prestar allí sus servicios si no desean hacerlo.
  4. El médico debe contar con la libertad de ejercer su profesión en el lugar que él prefiera y de practicar la especialidad que él posee. Las necesidades médicas impuestas por cada país deben ser atendidas y la profesión debe orientar a los médicos jóvenes cuando y como sea posible hacia las regiones donde ellos sean más requeridos. Si se diera el caso de que estos puestos fueran considerados en otras regiones, se debiera ofrecer a los médicos que aceptan dichos puestos, un incentivo adecuado de manera que su equipamiento sea satisfactorio y su nivel de vida esté de acuerdo con sus responsabilidades profesionales.
  5. La profesión médica debe estar debidamente representada en todos los organismos oficiales relacionados con problemas de salud y enfermedad.
  6. La naturaleza confidencial de la relación médico-paciente debe ser reconocida y observada por todos aquellos que participan en el tratamiento y control de un paciente, y debe también ser debidamente respaldada por las autoridades.
  7. Debe garantizarse la independencia moral, profesional y económica del médico.
  8. Cuando la remuneración de los servicios médicos en cualquier sistema nacional de atención de la salud no ha sido estipulada por acuerdo directo entre el paciente y el médico, la autoridad encargada de la remuneración debe compensar adecuadamente al médico.
  9. La remuneración de los servicios médicos debe tomar en consideración los servicios prestados y no debe ser determinada solamente por la posición financiera del organismo encargado del pago, o conformarse a decisiones unilaterales del gobierno: ella debe ser aceptable para el grupo que representa a la profesión médica.
  10. La revisión de los servicios médicos con el propósito de garantizar la calidad, o la utilización de los servicios, tanto en cuanto a la cantidad como al costo, deben ser realizadas solamente por médicos y se deben medir según las normas locales o regionales y no según las normas nacionales.
  11. En el mejor interés del paciente, no debe existir restricción alguna del derecho del médico para prescribir medicamentos o cualquier otro tratamiento que considere apropiado según las normas médicas corrientes.
  12. Se debe estimular al médico para que participe en cualquier actividad cuyo propósito sea ampliar sus conocimientos y mejorar su posición profesional.

Adoptada por la 43a Asamblea Médica Mundial Malta, noviembre de 1991
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006

La educación médica es un continuo aprendizaje que comienza con el ingreso a la escuela de medicina y finaliza con el término del ejercicio de la profesión. Como tal, es una preocupación fundamental de todas las asociaciones médicas nacionales y de la Asociación Médica Mundial.

Las asociaciones médicas en cada país se deben dedicar a organizar los recursos que se necesitan para proporcionar y orientar una educación médica de calidad. Esto debe realizarse en el contexto de cursos poco numerosos que tengan acceso a las facultades, servicios y financiamiento apropiados.

A fin de orientar el apoyo público y profesional a la educación médica, las asociaciones médicas en todos los países deben estar muy conscientes de las necesidades, opiniones, esperanzas y dignidad personal de sus conciudadanos.

Como resultado de las deliberaciones de la Quinta Conferencia Mundial sobre Educación Médica, la Asociación Médica Mundial declara lo siguiente:

  • El objetivo de la educación médica debe ser la formación de médicos de calidad, con sentido de la ética, que respeten sus funciones en la relación médico-paciente.
  • Los elementos de la calidad deben incluir conocimiento, experiencia, valores, conductas y ética que entreguen una atención curativa y preventiva de calidad a los pacientes y a la comunidad.
  • La investigación, enseñanza y atención ética del paciente son inseparables y esenciales para lograr el objetivo de un médico de calidad.
  • Se debe preparar un programa de estudios común internacional para la formación y conservación de un médico de calidad, cuya experiencia trascienda las fronteras internacionales.
  • Se deben establecer métodos internacionalmente estandardizados, a fin de lograr calidad y desempeño profesional, y aplicarse en la educación médica universitaria, de post grado y continua.
  • Se debe intercambiar una pronta y libre difusión internacional de información médica analizada y generada profesionalmente, sobre los problemas de salud pública y epidemiológicos, a fin de orientar la formulación de medidas públicas, la educación de médicos y del público.
  • Se deben establecer normas internacionales para la evaluación de programas educacionales durante todo el aprendizaje.
  • La educación durante toda la vida del médico debe incorporarse como responsabilidad moral en un código internacional de ética para todos los médicos.
  • Las asociaciones médicas en todos los países deben estar vigilantes para responder a cualquier amenaza en contra de la integridad de la educación médica.
  • La eficacia, seguridad y aplicaciones de nuevas tecnologías deben ser identificadas e integradas expeditamente a la continuación de la educación médica.

Adoptada por la 39a Asamblea General Madrid, España, Octubre de 1987
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006

PREAMBULO

La enseñanza médica es un aprendizaje continuo que comienza con la admisión en la escuela de medicina y termina con el retiro del ejercicio activo. Su objetivo es preparar a los estudiantes de medicina, a los médicos residentes y a los médicos en ejercicio, a aplicar los últimos descubrimientos científicos en la prevención y tratamiento de enfermedades que afectan al ser humano, y en el alivio de enfermedades actualmente incurables. La formación médica inculca también en los médicos normas éticas de pensamiento y conducta que ponen énfasis en el servicio al prójimo más que en el lucro personal. Todos los médicos, sea cual sea su práctica, son miembros de una profesión. Como miembros de la profesion médica, todos los médicos deben aceptar la responsabilidad de mantener no solamente altos niveles personales de formación médica, sino también de mantener altos niveles de formación médica para la profesión. Esta formación debe basarse en los siguietes principios:

PRINCIPIOS DE ENSEÑANZA MÉDICA

  • PRINCIPIO I
    PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA ENSEÑANZA MÉDICA

    La enseñanza médica comprende la formación que conduce al primer diploma profesional, la formación clínica preparatoria para el ejercicio de la medicina general o de una especialidad, y la educación continua que debe acompañar al médico durante toda su vida activa.

    La profesión, las facultades y otras instituciones docentes, así como el Gobierno, comparten la responsabilidad de garantizar el alto nivel y la calidad de la enseñanza médica.

  • PRINCIPIO II
    LA ENSEÑANZA MÉDICA UNIVERSITARIA

    La finalidad de la enseñanza médica es formar médicos que, conforme a su preparación, tienen derecho a ejercer su profesión sin limitaciones.

    El primer diploma profesional debe representar el término de un programa de estudios que califica al estudiante para elegir entre una gran variedad de carreras que incluye la atención de pacientes, la salud pública, la investigación clínica o fundamental y la docencia médica. Cada una de estas carreras exige una formación complementaria a la requerida para el primer diploma profesional.

  • PRINCIPIO III
    LA ENSEÑANZA DE LA FACULTAD

    La formación médica que lleva al primer diploma profesional debe ser impartida por una facultad organizada. La facultad debe poseer calificaciones académicas adecuadas que solamente pueden obtenerse a través de la formación profesional y la experiencia. La selección de la facultad debe basarse en las calificaciones de cada individuo sin consideración alguna de edad, sexo, raza, credo, tendencia política o nacionalidad.

    La facultad tiene la responsabilidad de crear un ambiente académico en el que el aprendizaje y la investigación puedan desarrollarse al máximo. En este respecto, las instituciones académicas deben realizar investigaciones para mejorar el conocimiento médico y la prestación de una atención médica de la más alta calidad. La responsabilidad por los objetivos, contenido, presentación y evaluación de la enseñanza impartida incumbe a la facultad con la participación de las asociaciones médicas nacionales. La facultad tiene la responsabilidad de elaborar su propio curriculum básico obligatorio en un ambiente académico de libertad en el que el aprendizaje y la investigación puedan desarrollarse al máximo. La facultad debe revisar el curriculum con frecuencia y para ello debe tomar en cuenta las necesidades de la comunidad y el aporte de los médicos en ejercicio siempre que dichas necesidades no dañen la calidad de la enseñanza médica. El reconocimiento de la facultad requiere que esta disponga de bibliotecas, laboratorios de investigación, clínicas y áreas de estudio en cantidad suficiente para responder a las necesidades de todos los estudiantes. Además, debe haber una estructura administrativa adecuada y registros académicos apropiados. Una vez que los elementos vitales están disponibles, la formación clínica de médicos generales y de especialistas puede ser patrocinada por una universidad o por un hospital.

  • PRINCIPIO IV
    EL CONTENIDO DE LA ENSEÑANZA MÉDICA

    El programa docente debe incluir el estudio de las ciencias biológicas y del comportamiento, así como el de los aspectos socio-económicos de la atención sanitaria. Estas ciencias son indispensables para comprender la medicina clínica. Debe exigirse también el sentido crítico y autodidacta, así como una profunda adherencia a los principios éticos que sirven de base a la profesión.

  • PRINCIPIO V
    LA FORMACION CLINICA

    La parte clínica de la enseñanza médica debe estar centrada en el examen supervisado de pacientes y debe incluir experiencias directas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. La parte clínica debe comprender el diagnóstico personal y la experiencia terapéutica con acceso gradual al nivel de responsabilidades. Se debe mantener una relación adecuada entre el número de estudiantes admitidos y la enseñanza a la cabecera del paciente.

    La facultad debe asegurarse de que los estudiantes que reciben el primer diploma profesional hayan adquirido un conocimiento adecuado de la medicina clínica, la experiencia necesaria para evaluar los problemas clínicos y para tomar decisiones de manera independiente, y que tengan la actitud y la personalidad que son propios de un médico de ética.

  • PRINCIPIO VI
    LA SELECCION DE ESTUDIANTES

    Una formación liberal amplia es altamente deseable antes de emprender el estudio de la medicina. La selección de estudiantes de medicina debe hacerse de acuerdo con su capacidad intelectual, motivación, formación previa y personalidad. El número de estudiantes admitidos no debe exceder ni los recursos educacionales disponibles ni las necesidades de la población. La selección de estudiantes no debe estar influenciada por consideraciones de edad, sexo, raza, credo, tendencia política o nacionalidad.

  • PRINCIPIO VII
    LA ENSEÑANZA MEDICA POST-UNIVERSITARIA

    Es deseable que el médico continúe su formación médica tras la obtención del primer diploma profesional, y que elija una especialización entre la atención de pacientes, la salud pública, la investigación clínica o básica, o la docencia médica. Programas estructurados de formación clínica deben preceder al ejercicio de la medicina no supervisada incluyendo tanto la medicina general como las especialidades. La profesión médica tiene la responsabilidad de verificar que los programas de formación clínica que siguen al primer diploma profesional hayan sido concluidos satisfactoriamente.

  • PRINCIPIO VIII
    ENSEÑANZA MEDICA CONTINUA

    Todo médico debe estudiar durante toda su vida. Los programas educacionales son indispensables si el médico desea estar al corriente del progreso de la medicina y si desea mantener los conocimientos y la experiencia necesaria para prestar una atención de alta calidad. Los avances científicos son esenciales para una atención médica adecuada. Las escuelas de medicina, los hospitales y las sociedades profesionales comparten la responsabilidad de desarrollar programas de educación médica continua y de ponerlos a disposición de todos los médicos.

    La demanda de asistencia médica, de prevención de las enfermedades y de consultas en materia de salud exige el más alto nivel de enseñanza médica universitaria, post universitaria así como de formación médica continua.

Adoptada por la 49ª Asamblea General de la AMM Hamburgo, Alemania, noviembre 1997
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006

Introduccion

A pesar de los avances en la terapéutica, la tuberculosis es una causa cada vez más frecuente de morbilidad y mortalidad a través del mundo. Cálculos recientes de la Organización Mundial de la Salud demuestran que 30 millones de personas podrían morir de tuberculosis en los próximos diez años. Mientras a muchos pacientes no se les ha diagnosticado la tuberculosis, muchos otros no tienen un tratamiento eficaz. Hay muchas razones que contribuyen a esto, incluidas una prescripción insuficiente de los médicos y poco cumplimiento del tratamiento de parte del paciente. La tuberculosis también es una ameza importante para la salud de las personas seropositivas y una creciente causa de muerte en las personas con SIDA.

Además, estos factores también predisponen a una alta probabilidad de cepas de tuberculosis resistentes a los medicamentos. En las comunidades cerradas, como las cárceles y los grupos de seropositivos hospitalizados, la mayoría de los nuevos pacientes presentan infecciones con cepas resistentes a diversos medicamentos.

Resolucion

Por lo tanto, y de acuerdo con la Declaración sobre la Resistencia a los Medicamentos Antimicrobianos (Doc. 10.120),

La Asociación Médica Mundial llama a sus asociaciones nacionales miembros a respaldar a la Organización Mundial de la Salud en sus proyectos «Tratamiento Observado Directamente de Corta Duración» y «Tratamiento Estrictamente Supervisado», y en otras medidas para promover un manejo más eficaz de la tuberculosis.

Adoptada por la 42ª Asamblea Médica Mundial Rancho Mirage, California, EE.UU., octubre 1990
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006

INTRODUCCION

La atención de pacientes con enfermedades terminales con fuertes dolores crónicos, debe proporcionar un tratamiento que permita a dichos pacientes poner fin a sus vidas con dignidad y motivación. Existen los analgésicos, con o sin opio, y cuando se utilizan debidamente son eficaces calmantes de dolores en los pacientes con enfermedades terminales. El médico y otro personal que atienda a los pacientes con enfermedades terminales debe entender claramente el funcionamiento del dolor, la farmacología clínica de los analgésicos y las necesidades del paciente, su familia y amigos. También es imperativo que los gobiernos aseguren el suministro de las cantidades médicamente necesarias de analgésicos con opio, para su apropiada aplicación en el control de fuertes dolores crónicos.

PRINCIPIOS DEL TRATAMIENTO CLINICO DE FUERTES DOLORES CRONICOS

Cuando un paciente tiene una enfermedad terminal, el médico debe concentrar sus esfuerzos a fin de aliviar el sufrimiento. El dolor es sólo una parte del sufrimiento del paciente. Sin embargo, las consecuencias del dolor en la vida del paciente pueden variar de una molestia tolerable a una sensación de frustración aplastante y agotadora.

La experiencia clínica ha demostrado que, en general, lo grave es la manera en que se utiliza la droga con opio para aliviar los fuertes dolores crónicos en los pacientes con enfermedades terminales, no el tipo de droga. Sin embargo, es importante que el médico distinga el dolor agudo del dolor que puede ser crónico, ya que la diferencia puede tener significativas consecuencias para el uso de analgésicos con opio. A continuación se presentan los principios generales que deben guiar el tratamiento de fuertes dolores crónicos, en especial con la utilización de medicamentos analgésicos.

  1. El tratamiento debe ser individualizado a fin de satisfacer las necesidades del paciente y mantenerlo lo más cómodo posible;
  2. Se debe entender que las necesidades de los pacientes con dolores crónicos a menudo son distintas a las de los pacientes con dolores agudos.
  3. El médico debe conocer la fuerza, duración del efecto y efectos secundarios de los analgésicos disponibles, a fin de seleccionar el medicamento apropiado, como también la dosis, la vía y el horario para asegurar el mejor alivio del dolor para el paciente.
  4. La combinación de analgésicos con opio y sin opio puede proporcionar mayor alivio del dolor a los pacientes para los que los analgésicos sin opio no son suficientes. Esto se puede lograr sin producir un potencial mayor acompañado de efectos secundarios indeseables.
  5. La tolerancia de los efectos de un analgésico con agonista de opio, se puede anular cambiando a un agonista de opio alternativo. Esto está basado en la falta de tolerancia cruzada completa entre los distintos analgésicos con opio.
  6. La dependencia yatrogénica no debe considerarse como un problema principal en el tratamiento de fuertes dolores de la enfermedad neoplástica y nunca debe ser la causa que elimine los analgésicos fuertes a los pacientes que los pueden aprovechar.
  7. Los gobiernos deben examinar hasta qué punto los sistemas de atención médica y las leyes y reglamentaciones permiten el uso de analgésicos con opio para fines médicos, deben identificar los posibles impedimentos a dicho uso y desarrollar planes de acción, a fin de facilitar el suministro y disponibilidad de analgésicos con opio para todas las indicaciones médicas apropiadas.

Adoptada por la 44ª Asamblea Médica Mundial Marbella, España, Septiembre de 1992
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006

Las tecnologías y terapias médicas modernas han permitido tratar y controlar (pero no sanar) muchas enfermedades potencialmente fatales. Estos logros médicos en el mundo entero han producido, a su vez, un rápido aumento de la población de inválidos y enfermos crónicos de todas edades. El problema que enfrenta la comunidad de atención médica mundial es cómo entregar la mejor atención a esta población de inválidos y enfermos crónicos (incluyendo la necesidad de crear nuevas tecnologías y organizaciones médico-sociales).

El objetivo de la atención médica en estos casos es controlar la evolución de la enfermedad y ayudar a los pacientes a mantener su independencia y un máximo nivel de función en sus domicilios y comunidades.

El propósito de la atención médica no sólo incluye el diagnóstico y el tratamiento médico, sino que también la educación del paciente sobre la observación y supervisión médica prolongada y cuidado de sí mismo.

Los pacientes deben aprender a realizar una amplia gama de tareas médicas que en el pasado sólo eran llevadas a cabo por personal médico capacitado. Dichas tareas varían desde las de un paciente diabético que controla su nivel de glucosa en la sangre 2 o 4 veces diarias y regula la dosis de insulina apropiada, hasta las de un paciente con un marcapasos que aprende a utilizar el equipo para enviar una cinta con el ritmo electrocardiográfico por teléfono a la consulta del médico local o a un centro de observación distante.

La tecnología de las telecomunicaciones ha abierto nuevas vías para que el médico reúna información y organice las necesidades médicas de sus pacientes a distancia. En la actualidad, mucha información médica puede ser transmitida por teléfono, incluyendo los electrocardiogramas, encefalogramas, rayos X, fotografías y documentos médicos de todo tipo. Dicha información se puede reunir y enviar desde el domicilio de un paciente a un centro médico principal para su interpretación y asesoría sobre el tratamiento. El rápido intercambio de información médica permite al paciente permanecer en su propio domicilio y comunidad, como también recibir la más completa y moderna atención médica.

La Asociación Médica Mundial reconoce que la telemedicina sin duda tendrá una función cada vez más importante en el ejercicio de la medicina en el futuro.

Para poner en marcha un sistema de televigilancia se necesita tocar los siguientes temas:

  • Una estación central necesita poder recibir y responder a las llamadas que llegan de distintos sistemas de bio-televigilancia.
  • Se necesita un sistema interactivo, como el sistema de interfonía, que permite dialogar e intervenir.
  • La red de telemedicina debe establecer un vínculo médico desde el domicilio del paciente hasta el centro médico más avanzado.

Para poner en funcionamiento los sistemas de televigilancia se necesita:

  1. La utilización de sistemas de comunicación (teléfonos, televisión, satélites) para permitir a los médicos una consulta visual y la cooperación a distancia entre médicos, como también para conectar los establecimientos médicos de alta técnica con:
    1. centros médicos más pequeños
    2. domicilios particulares
    3. clínicas de convalecencia
    4. áreas geográficamente aisladas y distantes o que no tienen fácil acceso en casos de emergencia.
  2. Transmisión de documentos: electrocardiogramas, encefalogramas, fotografías, radiografías, scanners, análisis biológicos, ecogramas, imágenes de resonancia magnética, historia clínica del paciente, etc.
    • descripción de síntomas
    • recomendaciones terapéuticas y médico-quirúrgicas
  3. Atención a domicilio (red de televigilancia); control en cardiología, obstetricia, diálisis renal, problemas respiratorios, impedimentos físicos graves, etc.

La Asociación Médica Mundial reconoce además que las dificultades tecnológicas que presenta el proyecto y puesta en marcha de los sistemas de telemedicina, existen también muchos problemas éticos y legales en estas nuevas prácticas. Por lo tanto, la Asociación Médica Mundial recomienda que los médicos utilicen las siguientes normas como elementos claves en el establecimiento de un sistema/red efectivo de telemedicina.

  1. El médico debe determinar que el paciente o la familia sea competente y esté bien informada antes de iniciar un sistema de telemedicina. Los sistemas que se basan en el paciente o la familia para reunir y enviar información, no serían eficaces si los pacientes no entienden el significado de las pruebas y la importancia de completarlas. La cooperación sicológica y física del paciente es esencial.
  2. Debe existir una estrecha colaboración y confianza entre el paciente y el médico responsable de su atención. Las organizaciones que proporcionan servicios de telemedicina deben respetar el derecho del paciente de elegir su médico personal.
  3. La estrecha colaboración entre el médico personal del paciente y el personal del centro de telemedicina, es esencial para asegurar una atención de calidad, individualizada y humana.
  4. Se debe asegurar el carácter confidencial de todos los antecedentes del paciente. Debe existir un estricto control de acceso a los antecedentes, protección tecnológica y penas legales severas por infracción.
  5. El control de la calidad del equipo utilizado y de la información enviada es esencial para asegurar una atención adecuada. Estrictos sistemas de control para la calibración y mantención de equipos son necesarios para la seguridad del paciente.

Adoptada por la 44ª Asamblea Médica Mundial Marbella, España, Septiembre de 1992
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006

La Asociación Médica mundial ha adoptado previamente estrategias para hacer frente a la epidemia del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), las que incluyen evitar la discriminación del médico con respecto a pacientes infectados con el VIH, atención médica a los infectados, la responsabilidad de un médico infectado con el VIH para evitar infectar al paciente, no otorgar certificados falsos, cumplir con los procedimientos de control de la infección, cooperacion con las autoridades públicas en programas de prevención, creación de programas y políticas nacionales, informar a pacientes para que eviten la infección del VIH, o si están infectados, evitar infectar a otros, total disponibilidad del test del VIH, especialmente para aquellos con altas probabilidades de infección, test obligatorio en ciertas circunstancias, como donación de sangre, informar de los casos de SIDA y de infección del VIH, equilibrar los derechos de los pacientes infectados con los de los sanos, secreto de la información médica del paciente e investigación para establecer la frecuencia e incidencia del VIH.

La cantidad de personas infectadas con el VIH y de las que han desarrollado el SIDA ha aumentado constantemente. Se estima que para el año 2.000 habrá 40 millones de personas infectadas con el VIH en todo el mundo. Por lo tanto, la Asociación Médica Mundial expresa su continua preocupación para que las asociaciones médicas nacionales asuman una función activa en políticas y programas de prevención, tratamiento e investigación. La Asociación Médica Mundial agrega lo siguiente a sus recomendaciones previas:

  1. Que las asociaciones médicas nacionales, en cooperación con todos los segmentos de la sociedad y el gobierno, creen e implementen un programa completo de prevención, tratamiento e investigación del VIH.
  2. Que las asociaciones médicas nacionales colaboren con todos los medios y formas de comunicación a fin de asegurar un programa coordinado de prevención, conciencia del tratamiento y compasión pública hacia la persona infectada.
  3. Que las asociaciones médicas nacionales informen a los médicos de su responsabilidad de informar a sus pacientes lo más completamente posible de las consecuencias de un test positivo. Al hacer esto, los médicos deben tener tacto y delicadeza, como también considerar la condición sicológica de sus pacientes.
  4. Que las asociaciones médicas nacionales colaboren en la preparación y educación de médicos en los tratamientos actuales de todas las etapas de la infección del VIH y en el uso de los programas de control de la infección y precauciones universales descritas por los centros de control de enfermedades.
  5. Que las asociaciones médicas nacionales insistan en la necesidad de educación médica biológica, clínica y sicológica relacionada al VIH – pacientes infectados, a fin de ayudar a los médicos a prestar una atención eficaz a sus pacientes.
  6. Que las asociaciones médicas nacionales estimulen a los médicos para que ayuden a sus pacientes a calcular el riesgo de la infección del VIH y a tomar las medidas de prevención adecuadas.
  7. Que las asociaciones médicas nacionales revisen y estimulen mejores programas de control de la infección en los hospitales y otros establecimientos médicos.
  8. Que las asociaciones médicas nacionales revisen y estimulen el mejoramiento del diagnóstico y tratamiento del VIH para mujeres y niños.
  9. Que las asociaciones médicas nacionales promuevan el uso de las técnicas de salud pública que han tenido buenos resultados en el pasado con respecto a epidemias infecciosas, en especial las de enfermedades transmitidas sexualmente.
  10. Que la relación entre el abuso de drogas y la transmisión del VIH es otra razón de peso para que las asociaciones médicas nacionales promuevan más el tratamiento contra el abuso de drogas.
  11. Que las asociaciones médicas nacionales se unan a otras organizaciones médicas, profesionales y de salud a fin de crear estrategias mundiales para la cooperación en la prevención, tratamiento e investigación del VIH, en especial las que pueden ser realizadas por sociedades profesionales.

Adoptada por la 40ª Asamblea Médica Mundial Viena, Austria, septiembre 1988
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006

La Asociación Médica Mundial ha adoptado previamente pautas para ayudar a las asociaciones médicas nacionales a desarrollar estrategias a fin de enfrentar la creciente epidemia del SIDA. Esta declaración proporciona a cada médico una orientación a sus responsabilidades profesionales, en relación al tratamiento de pacientes con SIDA, y también a la responsabilidad del médico frente a sus pacientes en el caso de que él mismo sea seropositivo.

La Declaración Provisoria de la AMM sobre el SIDA, adoptada en octubre de 1987, en parte establece:
«Que a los pacientes con SIDA y a las personas seropositivas se les preste una atención médica adecuada y que no sean objeto de un tratamiento injusto o de una discriminación arbitraria o irracional en su vida diaria. Los médicos poseen una antigua y honrosa tradición de atender con compasión y valor a los pacientes con enfermedades infecciosas. Esta tradición debe continuar durante la epidemia del SIDA.»

Los pacientes con SIDA tienen derecho a una atención médica adecuada con compasión y respeto por su dignidad humana. El médico no tiene el deber moral de rehusar el tratamiento de un paciente cuya enfermedad está dentro del marco de su competencia, por el solo hecho de que el paciente es seropositivo. La ética médica no permite una discriminación categórica contra un paciente, basada solamente en su condición de seropositivo. Una persona que tiene SIDA debe ser tratada adecuadamente y con compasión. El médico que no puede prestar la atención y servicios que necesitan las personas con SIDA, debe referirlos a los médicos o instituciones que tengan los medios para proveer dichos servicios. Hasta que estos últimos puedan encargarse del tratamiento, el médico debe atender al paciente en la mejor manera posible.

Se deben proteger los derechos e intereses de los que están infectados con el virus del SIDA, como también los de los que no están infectados. El médico que sabe que tiene una enfermedad infecciosa no debe participar en ninguna actividad que implique el riesgo de transmisión de la enfermedad a otros. En el contexto de una posible exposición al SIDA, la actividad en la que el médico desee tomar parte será el factor de control.

En el caso de atención médica, si existe riesgo de transmisión de una enfermedad infecciosa del médico al paciente, la revelación de ese riesgo al paciente no es suficiente; los pacientes tienen derecho a esperar que sus médicos no aumenten la posibilidad de que estén expuestos al riesgo de contraer una enfermedad infecciosa.

Si no existe riesgo, la revelación de la condición médica del facultativo a sus pacientes no servirá ningún propósito práctico, pues si el riesgo realmente existe, el médico no debe tomar parte en esa actividad.

Si un paciente es debidamente informado de la condición del médico y los riesgos que esa condición implica, y si el paciente decide continuar con la atención y tratamiento con el médico seropositivo, se debe tener mucho cuidado de asegurar que se obtenga un consentimiento verazmente informado.

El deber de los médicos es abstenerse de hacer certificados falsos, aun cuando la intención de esto sea ayudar al paciente para que se mantengan en su ambiente regular.

El deber del médico es cumplir y hacer cumplir las reglas de salud y protectoras establecidas para el personal médica porque son conocidas, simples y efectivas.

El deber de todos los médicos es participar activamente en programas preventivos organizados por las autoridades públicas a fin de frenar la propagación del SIDA.

Adoptada por la 39ª Asamblea Médica Mundial Madrid, España, octubre 1987
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006

La fecundación in vitro y el trasplante de embriones constituyen una técnica médica que se utiliza en muchas partes del mundo para tratar la esterilidad. Puede beneficiar tanto a los pacientes individuales como a la sociedad en general, no sólo porque corrige la esterilidad, sino también porque ofrece la posibilidad de evitar los defectos genéticos y de intensificar la investigación básica sobre la reproducción y anticoncepción humanas.

La Asociación Médica Mundial insta a los médicos a actuar conforme a la ética y con el debido respeto por la salud de la futura madre y por el embrión desde el comienzo de la vida. Con el fin de ayudar a los médicos a identificar y cumplir sus obligaciones éticas, la AMM ha promulgado esta Declaración.

La asistencia médica en materia de reproducción humana se justifica, desde un punto de vista ético y científico, en los casos de esterilidad que no responden al tratamiento farmacológico o quirúrgico, especialmente en casos de:

  1. incompatibilidad inmunológica
  2. obstáculos irreversibles al contacto entre gametos masculinos y femeninos
  3. esterilidad por causas desconocidas

En todos estos casos, el médico sólo puede actuar con el pleno consentimiento informado de los donantes y los receptores, y debe siempre actuar en interés superior de la criatura que nacerá por este procedimiento.

El médico tiene la responsabilidad de entregar a sus pacientes, de manera comprensible para ellos, suficiente información sobre el propósito, riesgos, inconvenientes y desilusiones inherentes al procedimiento, y debe obtener de ellos su consentimiento informado sobre el citado procedimiento. Tal como sucede en cualquier tipo de procedimiento electivo, el médico debe poseer la formación especializada adecuada antes de asumir la responsabilidad de aplicarlo. El médico debe actuar siempre conforme a las leyes y reglamentos vigentes, así como a las normas éticas y profesionales establecidas por su asociación médica nacional y por otros organismos médicos competentes de la comunidad. A la vez, los pacientes tienen derecho al mismo respeto del secreto profesional y de la vida privada que se requiere para cualquier otro tratamiento médico.

Cuando las técnicas de FIV producen un exceso de óvulos que no van a ser utilizados para el tratamiento inmediato de la esterilidad, su uso debe determinarse de acuerdo con los donantes. Los óvulos en exceso pueden ser:

  1. destruidos
  2. crioconservados
  3. fecundados y crioconservados

El conocimiento científico de los procesos de maduración, fecundación, así como de las primeras etapas de desarrollo pluricelular está todavía en sus comienzos. Por ello, conviene continuar el estudio y la experimentación de los fenómenos físicos y químicos en este campo, respetando estrictamente los principios de la Declaración de Helsinki y con el acuerdo escrito de los donantes.

INVESTIGACION

La técnica de la fecundación in vitro y del trasplante de embriones puede igualmente ser de utilidad en el campo de la investigación, cuyo fin es tener una mejor comprensión de cómo se originan y se transmiten los defectos genéticos, y cómo se les puede evitar o tratar. Tanto para el médico como para el paciente, pueden surgir profundas implicaciones morales y éticas. El médico no puede violar sus propios principios morales y debe ser sensible a los principios éticos y morales de sus pacientes, y respetarlos. El médico tiene el deber importante de hablar con entera franqueza con los pacientes que van a participar en la investigación y el consentimiento informado de dichos pacientes no sólo debe limitarse a lo que exige la ley, sino también debe estar a la altura del nivel especial de responsabilidad profesional establecido por las normas éticas. Los principios de la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial se aplicarán a toda investigación clínica en materia de fecundación in vitro y de trasplante de embriones, así como también a todos los problemas que puedan surgir de dicha investigación clínica.

La Asociación Médica Mundial recomienda a los médicos abstenerse de intervenir en los procesos de reproducción que permitan elegir el sexo del feto, a menos que sea para evitar la transmisión de enfermedades graves relacionadas con el sexo.

DONACION

La técnica de fecundación in vitro y el trasplante de embriones posibilita la donación de óvulos, semen y embriones, de manera que los donantes biológicos pueden no ser los padres de la criatura producto de este procedimiento. Esta utilización de los gametos o embriones donados puede plantear serios problemas jurídicos, morales y éticos, tanto para los pacientes como para los médicos dedicados a tales procedimientos de fecundación in vitro y trasplante de embriones. El médico debe respetar todas las leyes vigentes y todas las normas de ética impuestas por la Asociación Médica Mundial u otros organismos médicos pertinentes. El médico también debe tomar en cuenta y respetar los principios morales y éticos de sus pacientes, y abstenerse de utilizar los gametos o embriones donados cuando ello pueda entrar en conflicto con las normas legales o éticas, o con los principios morales de los pacientes. El médico tiene el derecho de rehusar cualquier intervención que considere inaceptable.

La técnica de crioconservación aumenta la disponibilidad de gametos y embriones para donación. Cuando esté permitido, si uno o más donantes de gametos, o los donantes de un embrión no asumen las funciones de padres de la futura criatura, el médico debe asegurarse de que los receptores acepten plena responsabilidad sobre la criatura que nacerá, y que los donantes renuncien a todos los derechos o reivindicaciones sobre la futura criatura, sin perjuicio de los derechos de ésta después de nacer.

En el caso de una mujer adulta que no tiene útero, el recurso al método de maternidad substituta es posible mientras este método no esté prohibido por las leyes vigentes o las normas éticas de la asociación médica nacional, o de otros organismos médicos apropiados. Se debe obtener el consentimiento libre y claro de las partes que participan de cualquier forma en este método de maternidad substituta. El uso de este método presenta repercusiones legales, éticas y morales, y el médico debe conocerlas y tenerlas en cuenta en toda decisión de recurrir a dicho método.

El párrafo anterior no pretende apoyar el llamado acuerdo de los padres substitutos, mediante el cual una mujer acepta, por una determinada cantidad de dinero, ser inseminada artificialmente con el semen de un hombre con el fin de concebir una criatura que será adoptada por tal hombre y su esposa.

Todo comercialización de óvulos, semen o embriones en compra o venta es expresamente condenado por la Asociación Médica Mundial.

Adoptada por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016

INTRODUCCION

Los avances en la tecnología de la información (IT) moderna han permitido mejoras en la prestación de atención médica y siguen ayudando a la fluidez del trabajo de los médicos, del mantenimiento de registros médicos a la atención de pacientes. Al mismo tiempo, la implementación de nueva infraestructura IT más sofisticada tiene sus desafíos y riesgos, incluida los ciberataques y el robo de información.

Las amenazas a la seguridad cibernética son una realidad lamentable en la era de la información y comunicación digital. Los ataques a la infraestructura vital y patrimonio esencial de interés público, como los utilizados en energía, suministro de alimentos y agua, telecomunicaciones, transporte y salud, van en aumento y representan una grave amenaza para la salud y el bienestar de los ciudadanos.

Con la proliferación de los registros médicos electrónicos y los sistemas de facturación, el sector de la salud se ha convertido en un área susceptible para las intrusiones cibernéticas y blanco principal de los delincuentes cibernéticos.  Las instituciones de salud y los asociados comerciales, de la más pequeña consulta privada a los más grandes hospitales, son vulnerables no solo para el robo, alteración y la manipulación de registros electrónicos médicos y financieros de los pacientes, sino que también a intrusiones en sofisticados sistemas, cada vez más frecuentes, que pueden poner en peligro la capacidad para atender a pacientes y responder a urgencias médicas. Especialmente desconcertante es la amenaza al derecho fundamental del paciente a la privacidad y seguridad de su información. Además, la reparación del daño causado por los ciberataques puede implicar costos importantes.

La información del paciente también necesita protección porque con frecuencia incluye información personal sensible que puede ser utilizada por delincuentes para tener acceso a cuentas bancarias, robar identidades u obtener recetas médicas de manera ilegal. Por esta razón, tiene mucho más valor en el mercado negro que sólo la información sobre tarjetas de crédito. Las alteraciones o el abuso de la información del paciente puede ser perjudicial para la salud, seguridad y situación material de los pacientes. En algunos casos, las violaciones incluso pueden tener consecuencias que pongan en peligro la vida.

Los procedimientos y estrategias de seguridad actuales en el sector de la salud por lo general no han seguido el ritmo del volumen y la magnitud de los ciberataques. Si no se protegen adecuadamente, los sistemas de información de los hospitales, los sistemas de administración de consultas médicas o sistemas de control de aparatos médicos pueden ser blancos para los delincuentes cibernéticos. Los programas de imágenes en radiología, sistemas de videoconferencias, cámaras de vigilancia, dispositivos móviles, impresoras, encaminadores y sistemas de video digitales utilizados para el monitoreo en línea y procedimientos remotos son sólo algunas de las infraestructuras de tecnología de la información que pueden ser intervenidas.

A pesar de este peligro, muchas organizaciones e instituciones de salud no tienen los recursos financieros (la disponibilidad para tenerlos) y las competencias administrativas o técnicas y el personal necesarias para detectar o evitar los ciberataques. También pueden no comunicar adecuadamente la gravedad de las amenazas cibernéticas internamente y a los pacientes y asociados externos.

RECOMENDACIONES

1. La AMM reconoce que los ciberataques a los sistemas de salud y otra infraestructura vital representan un problema transfronterizo y una amenaza para la salud pública. Por lo tanto, insta a los gobiernos, legisladores y operadores de salud y otra infraestructura vital a través del mundo a trabajar con las autoridades competentes en seguridad cibernética en sus respectivos países y colaborar internacionalmente, a fin de anticipar y defenderse de estos ataques.

2. La AMM insta a las asociaciones médicas nacionales a crear conciencia entre sus miembros, las instituciones de salud y los interesados en el sector sobre la amenaza de los ciberataques y apoyar una estrategia de tecnología de la información en salud eficaz y consistente para proteger la información médica sensible y asegurar la privacidad y la seguridad del paciente.

3. La AMM recalca el alto riesgo de intrusiones cibernéticas y otros robos de información que enfrenta el sector de la salud e insta a las instituciones médicas a implementar y mantener sistemas integrales para evitar las intrusiones en seguridad, incluido pero no limitado a ofrecer una formación para asegurar que los empleados cumplan con las prácticas óptimas de gestión de información y para mantener la seguridad de los dispositivos informáticos.

4. En caso de robo de información, las instituciones de salud deben implementar sistemas de respuesta probados, incluido pero no limitado a notificar y ofrecer servicios de protección a las víctimas y poner en marcha procesos para corregir errores en los registros médicos producidos por el uso malicioso de la información robada. Se pueden considerar pólizas de seguros contra el robo de información como medida de precaución para sufragar los costos de una potencial intrusión cibernética.

5. La AMM llama a los médicos, como guardianes de la seguridad del paciente y la confidencialidad de la información, a ser conscientes del desafío singular que representan los ciberataques a su capacidad para ejercer su profesión y a tomar todas las medidas necesarias citadas para proteger la información del paciente, su seguridad y otra información vital.

6. La AMM recomienda que los currículos de educación médica de pre y post grado incluyan información completa sobre cómo los médicos puedan aprovechar al máximo la IT y los sistemas de comunicaciones electrónicas y asegurar todavía la protección de la información y mantener los más altos estándares de conducta profesional.

7. La AMM reconoce que los médicos y otros profesionales de la salud puede que no siempre tengan acceso a los recursos (incluso financieros), infraestructura y conocimientos necesarios para crear sistemas de defensa a prueba de fallas y destaca la necesidad de que los organismos públicos y también privados apropiados los apoyen para superar estas limitaciones.

Adoptada por la 53a Asamblea General de la AMM, Washington DC, EE.UU. octubre 2002
y revisada por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016

INTRODUCCION

1. La Declaración de Helsinki establece principios éticos para la investigación médica en seres humanos, incluida la importancia de proteger la dignidad, autonomía, privacidad y confidencialidad de los participantes en la investigación y de obtener el consentimiento informado para utilizar el material biológico humano y la información identificables.

2. En la prestación de atención médica, la información sobre salud es recopilada por los médicos y otros miembros del equipo médico para registrar eventos de salud y ayudar al médico en la atención de su paciente.

3. Esta declaración pretende cubrir la recopilación, el almacenamiento y el uso de la información y el material biológico identificables más allá de la atención individual de pacientes. En conformidad con la Declaración de Helsinki, proporciona principios éticos adicionales para su uso en bases de datos de salud y biobancos.

Esta declaración debe leerse en su totalidad y cada uno de sus párrafos debe aplicarse considerando todos los otros párrafos pertinentes.

4. Una base de datos de salud es un sistema para recopilar, organizar y almacenar información. El biobanco reúne material biológico e información asociada. El material biológico se refiere a una muestra obtenida de un ser humano, vivo o muerto, que puede proporcionar información biológica y genética de la persona. Las bases de datos de salud y los biobancos son recopilaciones de personas y poblaciones, ambos producen la misma preocupación sobre la dignidad, autonomía, privacidad, confidencialidad y discriminación.

5. La investigación que utiliza las bases de datos de salud y los biobancos a menudo puede acelerar mucho el mejoramiento de la comprensión de la salud, enfermedades y la eficacia, eficiencia, seguridad y calidad de las intervenciones preventivas, de diagnóstico y terapéuticas. La investigación en salud representa un bien común al servicio del paciente, como también de la población y la sociedad.

6. Los médicos deben considerar las normas éticas, legales y reguladoras para las bases de datos de salud y los biobancos en sus propios países, al igual que las normas internacionales aplicables. Ningún requisito ético, legal o regulatorio nacional o internacional debe disminuir o eliminar ninguna de las protecciones para las personas y las poblaciones estipuladas en esta declaración.

Cuando esté autorizado por la legislación nacional adoptada por medio de un proceso democrático que respeta los derechos humanos, se puede optar por otros procedimientos que protejan la dignidad, autonomía y privacidad de las personas. Estos procedimientos sólo son aceptables cuando se implementen estrictas reglas de protección de la información.

7. Conforme al mandato de la AMM, la declaración está dirigida principalmente a los médicos. La AMM insta a las otras personas que utilizan información o material biológico en las bases de datos de salud y los biobancos a adoptar estos principios.

PRINCIPIOS ETICOS

8. La investigación y otras actividades relacionadas con las bases de datos de salud y los biobancos deben ser en beneficio de la sociedad, en particular los objetivos de salud pública.

9. En el respeto de la dignidad, autonomía, privacidad y confidencialidad de las personas, los médicos tienen obligaciones específicas, tanto éticas como legales, como responsables de proteger la información entregada por sus pacientes. El derecho a la autonomía, privacidad y confidencialidad también permite a las personas controlar el uso de la información personal y su material biológico.

10. La confidencialidad es esencial para mantener la confianza y la integridad en las bases de datos y los biobancos. Al saber que su privacidad será respetada, el paciente y el donante se sienten confiados para compartir información personal sensible. Su privacidad está protegida por el deber de confidencialidad de todos los que participan en la manipulación de la información y el material biológico.

11. La recopilación, almacenamiento y uso de la información y el material biológico de las personas capaces de dar su consentimiento informado deben ser voluntarias. Si la información y el material biológico son recopilados para un proyecto de investigación determinado, se debe obtener el consentimiento específico, libre e informado de los participantes, en conformidad con la Declaración de Helsinki

12. Si la información o el material biológico son recopilados y almacenados en una base de datos de salud o un biobanco para usos múltiples e indefinidos, el consentimiento es sólo válido si las personas involucradas han sido informadas adecuadamente de lo siguiente:

  • El objetivo de la base de datos de salud o  del biobanco.
  • Los riesgos y  costos de la recopilación, almacenamiento y uso de la información y el material.
  • La naturaleza de la información o del material que se recolectará.
  • El procedimiento para la devolución de los resultados, incluidos los descubrimientos accidentales.
  • Las reglas de acceso a la base de datos de salud o al biobanco.
  • Cómo se protege la privacidad.
  • Los arreglos de administración estipulados en el párrafo 21.
  • Que en caso que la información y el material no se pueda identificar, la persona no podrá saber qué se hace con su información o material, ni tampoco tendrá la opción de retirar su consentimiento.
  • Sus derechos y protecciones fundamentales establecidos en esta declaración y
  • Cuando corresponda, problemas de uso comercial y repartición de beneficios, propiedad intelectual y transferencia de información o material a otras instituciones o terceros países.

13. Además de los requisitos establecidos en la Declaración de Helsinki, cuando las personas que no pudieron dar su consentimiento, cuya información y material biológico fueron almacenados para una investigación futura, logran o recuperan la capacidad de dar su consentimiento, se deben realizar esfuerzos razonables para obtener el consentimiento de dichas personas para continuar con el almacenamiento y uso para investigación de su información y material biológico.

14. La persona tiene derecho a solicitar información sobre sus datos y su uso y recibirla, como  también a solicitar las correcciones de errores u omisiones. Las bases de datos de salud y los biobancos deben adoptar las medidas adecuadas para informar a las personas involucradas sobre sus actividades.

15. La persona tiene derecho, en todo momento y sin represalias, a cambiar su consentimiento o retirar su información identificable de la base de datos de salud y su material biológico de un biobanco. Esto se aplica al uso de la información y los materiales biológicos en el futuro.

16. En casos de una amenaza inmediata grave y claramente identificada, cuando la información anónima no es suficiente, los requisitos de consentimiento pueden suspenderse para proteger la salud de la población. Un comité de ética independiente debe confirmar que cada caso excepcional es justificable.

17. Los intereses y derechos de las comunidades  involucradas, en particular cuando son vulnerables, deben ser protegidos, principalmente en cuanto a la repartición de beneficios.

18. Se debe considerar especialmente la posible explotación de la propiedad intelectual. Se deben considerar y definir contractualmente protecciones para la propiedad de los materiales, derechos y privilegios antes de recolectar y compartir el material. Los asuntos de propiedad intelectual deben estar especificados en una política que cubra los derechos de todos los interesados y ser comunicada con transparencia.

19. Un comité de ética independiente debe aprobar la creación de bases de datos de salud y biobancos utilizados para investigación y otros fines. Además, el comité de ética debe aprobar también todo uso de información y material biológico y revisar si el consentimiento otorgado al momento de la recopilación es suficiente para el uso planificado o si se deben tomar otras medidas para proteger al donante. El comité debe tener derecho a monitorear las actividades en curso.  Se pueden establecer otros mecanismos de revisión ética que estén conformes al párrafo 6.

ADMINISTRACION

20. Para fomentar la fiabilidad, las bases de datos de salud y los biobancos deben ser administrados por mecanismos internos y externos en base a los siguientes principios:

  • Protección de las personas:  la administración debe ser tal que los derechos de las personas predominen sobre los intereses de otros interesados y de la ciencia.
  • Transparencia: toda información pertinente sobre las bases de datos de salud y los biobancos debe estar a disposición del público.
  • Participación e inclusión: los custodios de las bases de datos de salud y los biobancos deben consultar y participar con las personas y sus comunidades.
  • Responsabilidad: Los custodios de las bases de datos de salud y los biobancos deben ser accesibles y receptivos para todos los interesados.

21. Los arreglos de administración deben incluir lo siguiente:

  • El objetivo de la base de datos de salud o del biobanco.
  • La naturaleza de la información de salud y el material biológico que serán incluidas en las bases de datos de salud o los biobancos.
  • Los arreglos para el período de almacenamiento de la información o del material.
  • Los arreglos para las regulaciones sobre la eliminación y destrucción de la información y del material.
  • Los arreglos sobre cómo la información y el material serán documentados y rastreables, de acuerdo con el consentimiento de las personas involucradas.
  • Los arreglos sobre cómo la información y el material serán manejados en caso de cambio de dueño o cierre.
  • Los arreglos para obtener un consentimiento apropiado u otra base legal para la recopilación de información o material.
  • Los arreglos para proteger la dignidad, autonomía, privacidad y evitar la discriminación.
  • Los criterios y procedimientos sobre el acceso y el intercambio de información de salud o material biológico, incluido el uso sistemático de un acuerdo de transferencia de material, si es necesario.
  • La(s) persona(s) responsable(s) de administrar.
  • Las medidas de seguridad para evitar el acceso no autorizado o el intercambio inapropiado.
  • Los procedimientos para volver a contactar a los participantes cuando sea pertinente.
  • Los procedimientos para recibir y realizar preguntas y quejas.

22. Los profesionales que contribuyen o trabajan con las bases de datos de salud y los biobancos deben cumplir con las medidas de administración apropiadas.

23. Las bases de datos de salud y los biobancos deben funcionar bajo la responsabilidad de un profesional cualificado que asegure el cumplimiento de esta declaración.

24. La AMM insta a las autoridades pertinentes a elaborar políticas y legislación que protejan la información de salud y el material biológico, basadas en los principios enunciados en este documento.

Adoptada por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016

INTRODUCCION 

Como lo hace notar la 65ª Asamblea General de la AMM de Durban en 2014, los médicos en el mundo están conscientes que la contaminación atmosférica por los combustibles fósiles reduce la calidad de vida para cientos de millones de personas en el planeta, lo que produce una importante carga de enfermedades, pérdidas económicas y costos para los sistemas de salud.

Según información de la Organización Mundial de la Salud, en el año 2012, la contaminación atmosférica causó aproximadamente 7 millones de muertes, uno de ocho del total de los decesos (OMS, 2014).

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) indica que el crecimiento global económico y poblacional, que se sustenta en un creciente uso del carbón, sigue siendo la causa más importante de los aumentos de las emisiones de dióxido de carbón. Estas emisiones son el principal componente de la cantidad de gases de efecto invernadero (GHG) por combustibles fósiles producidos por el ser humano, a pesar de la adopción de políticas de mitigación del cambio climático (IPCC, 2014).

La carga de enfermedades producidas por el cambio climático será distribuida en forma diferente por el mundo y mientras afectará a todos, las poblaciones más marginales serán las más vulnerables a los impactos del cambio climático y tienen la menor capacidad de adaptación.

ANTECEDENTES

En muchas ciudades con gran población en el mundo, el polvo fino que se puede medir en el aire es hasta 50 veces más alto de lo recomendado por la OMS. El alto volumen de transporte, energía generada con carbón y contaminación causada por equipos de construcción están entre los factores que contribuyen a la contaminación (WMA, SMAC 197, Contaminación del Aire, Declaración de la AMM sobre la Prevención de la contaminación del aire por las emisiones de los vehículos 2014).

La evidencia en todo el mundo demuestra que los efectos del cambio climático y los eventos extremos en el clima tienen impactos importantes y a veces devastadores en la salud del ser humano. 14 de los 15  años más calurosos registrados han ocurrido en los primeros 15 años de este siglo (Organización Mundial de Meteorología 2014). Los más vulnerables – incluidos los niños, ancianos, gente con enfermedades cardiacas o pulmonares y los que viven en la pobreza – tienen más alto riesgo por estos cambios.

La AMM nota la descripción de cambio climático de la Comisión Lancet como la “mayor amenaza para la salud humana del siglo 21” y que el acuerdo de París en la COP21 sobre clima hace un llamamiento a los gobiernos “cuando adopten medidas sobre el cambio climático” a “respetar promover y considerar sus respectivas obligaciones con los derechos humanos (y) el derecho a la salud”.

Como la AMM estipula en la Declaración de Delhi sobre Salud y Cambio Climático: “aunque los gobiernos y las organizaciones internacionales son responsables de establecer regulaciones y legislaciones para mitigar los efectos del cambio climático y ayudar a sus poblaciones a adaptarse a él, la Asociación Médica Mundial, a nombre de sus asociaciones médicas nacionales y sus médicos miembros, siente la obligación de alertar sobre las consecuencias del cambio climático para la salud y sugerir soluciones.  La AMM y las AMNs deben  crear acciones prácticas concretas para mitigar y adaptarse al cambo climático” (AMM 2009).

RECOMENDACIONES

Por lo tanto, la AMM recomienda que sus AMNs y todas las organizaciones de salud:

1. Sigan informando a los científicos de la salud, las empresas, la sociedad civil y gobiernos sobre los beneficios para la salud y la economía de la reducción de los gases a efecto de invernadero y promuevan la incorporación de la evaluación del impacto para la salud sus costos y en las políticas económicas.

2. Insten a los gobiernos a adoptar estrategias que enfaticen regulaciones y normas ambientales estrictas que motiven a las compañías de energía a cambiar a fuentes de combustibles renovables.

3. Comiencen un proceso de transferencia de sus inversiones de empresas, cuando sea posible sin daños,  de energía basada principalmente en combustibles fósiles a las que produzcan energía de fuentes renovables.

4. Se esfuercen por invertir en compañías que respeten los principios ambientales estipulados en el Pacto Mundial de las Naciones Unidas (www.unglobalcompact.org) y se abstengan de realizar inversionse en compañías que no cumplen con la legislación y convenios aplicables sobre la responsabilidad ambiental.

En el marco del proyecto Asistencia de salud en peligro, el Comité Internacional de la Cruz Roja celebró consultas con la Asociación Médica Mundial (AMM), el Comité Internacional de Medicina Militar (CIMM), el Consejo Internacional de Enfermería (CIE) y la Federación Farmacéutica Internacional (FFI) con el objeto de que estas organizaciones acordaran un denominador común de los principios éticos de la asistencia de salud aplicables en tiempo de conflicto armado y otras situaciones de emergencia. Estos principios, que son el resultado de esas consultas,  no afectan las políticas existentes adoptadas por esas organizaciones. 

Los Principios éticos de la asistencia de salud en tiempo de conflicto armado y otras situationes de emergencia fueron adoptados por la 65ª Asamblea General de la AMM de Durban, Sudáfrica, en octubre de 2014, y lanzados oficialmente por todos los asociados en junio de 2015.

Adoptada por la 22ª Asamblea Médica Mundial, Sídney, Australia, agosto 1968
y enmendada por la 35ª Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, octubre 1983,
por la 57a Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006

por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016

 

La certificación de la muerte puede hacerse en base a la cesación irreversible de todas las funciones de todo el cerebro, incluido el tronco encefálico, o la cesación irreversible de las funciones circulatorias y respiratorias. Esta certificación se basará en el juicio clínico de acuerdo a criterios aceptados con la ayuda, si es necesaria, de otros medios de diagnóstico estándares aplicados por un médico.

Incluso sin intervención, la actividad de células, órganos y tejidos en el cuerpo puede continuar temporalmente después de la certificación de la muerte. La cesación de toda vida a nivel celular no es un criterio necesario para certificar la muerte.

El uso de órganos para trasplante de un donante fallecido ha hecho que sea importante que el médico pueda determinar cuándo un paciente con apoyo mecánico ha muerto.

Después que ha ocurrido la muerte, es posible mantener la circulación a los órganos y tejidos del cuerpo mecánicamente. Esto puede hacerse para preservar los órganos y tejidos para trasplantes.

Antes de un trasplante post mórtem, el estado de muerte debe ser certificado por un médico que no esté directamente relacionado con el procedimiento del trasplante.

Después de la certificación de la muerte, todo tratamiento e intento de reanimación puede abandonarse y los órganos del donante pueden recuperarse, siempre que se hayan cumplido los requisitos legales vigentes de consentimiento y otros éticos. Los médicos deben seguir el protocolo sobre donación de órganos para donantes fallecidos, estipulado en la Declaración de la AMM sobre Donación de Organos y Tejidos.