Adoptada por la
18ª Asamblea Médica Mundial, Helsinki, Finlandia, junio 1964
y enmendada por la
29ª Asamblea Médica Mundial, Tokio, Japón, octubre 1975
35ª Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, octubre 1983
41ª Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, septiembre 1989
48ª Asamblea General Somerset West, Sudáfrica, octubre 1996
52ª Asamblea General, Edimburgo, Escocia, octubre 2000
Nota de Clarificación, agregada por la Asamblea General de la AMM, Washington 2002
Nota de Clarificación, agregada por la Asamblea General de la AMM, Tokio 2004
59ª Asamblea General, Seúl, Corea, octubre 2008
64ª Asamblea General, Fortaleza, Brasil, octubre 2013
y por la 75ª Asamblea General, Helsinki, Finlandia, octubre 2024

 

INTRODUCCION

  1. La Asociación Médica Mundial (AMM) ha desarrollado la Declaración de Helsinki como una declaración de principios éticos para investigación médica con participantes humanos, incluida la investigación que utiliza material humano o datos identificables.

La Declaración debe ser considerada como un todo y un párrafo debe ser aplicado con consideración de todos los otros párrafos pertinentes.

  1. Aunque la declaración está escrita por médicos, la AMM considera que estos principios deben ser sostenidos por todas las personas, equipos y organizaciones involucradas en la investigación médica ya que estos principios son fundamentales para respetar y la protección de todos los participantes en la investigación, sean ellos pacientes o voluntarios sanos.

PRINCIPIOS GENERALES

  1. La Declaración de Ginebra de la AMM vincula al médico con la fórmula «velar solícitamente y ante todo por la salud y bienestar de mi paciente”, y el Código Internacional de Ética Médica de la AMM afirma que: “El médico debe comprometerse con la prioridad de la salud y el bienestar del paciente y debe ofrecer atención acorde al mejor interés del paciente”.
  2. El deber del médico es promover y velar por la salud, bienestar y derechos de los pacientes, incluidos los que participan en investigación médica. Los conocimientos y la conciencia del médico han de subordinarse al cumplimiento de ese deber.
  3. El progreso de la medicina se basa en la investigación que, en último término, debe incluir participantes humanos.

Incluso, las intervenciones bien probadas deben ser evaluadas continuamente a través de la investigación para que sean seguras, eficaces, efectivas, accesibles y de calidad.

  1. La investigación médica con participantes humanos está sujeta a estándares éticos que promueven y aseguran el respeto a todos los participantes y protegen su salud y sus derechos.

Dado que la investigación médica se lleva a cabo en el contexto de diversas desigualdades estructurales, los investigadores deben considerar cuidadosamente cómo se distribuyen los beneficios, los riesgos y las cargas.

Se debe establecer un involucramiento significativo con los potenciales participantes, los participantes reclutados y sus comunidades antes, durante y después de la investigación médica. Los investigadores deben permitir que los potenciales participantes, los participantes reclutados y sus comunidades compartan sus prioridades y valores; que participen en el diseño de la investigación, la implementación y otras actividades relevantes; y que se involucren en la comprensión y difusión de los resultados.

  1. El propósito principal de la investigación médica con participantes humanos es generar conocimiento para comprender las causas, evolución y efectos de las enfermedades, mejorar las intervenciones preventivas, diagnósticas y terapéuticas y, en última instancia, promover la salud individual y pública.

Estos objetivos nunca deben tener primacía sobre los derechos y los intereses de la persona que participa en la investigación.

  1. Si bien durante las emergencias de salud pública pueden necesitarse urgentemente nuevos conocimientos e intervenciones, sigue siendo esencial defender los principios éticos de esta Declaración durante esas emergencias.
  2. En la investigación médica, es deber del médico proteger la vida, la salud, la dignidad, la integridad, autonomía, la privacidad y la confidencialidad de la información personal de los participantes de la investigación.  La responsabilidad de la protección de las personas que participan en la investigación debe recaer siempre en un médico u otro investigador y nunca en los participantes de la investigación, aunque hayan otorgado su consentimiento.
  3. Los médicos y otros investigadores deben considerar las normas y estándares éticos, legales y jurídicos para la investigación con participantes humanos en el país o países en la que se originó la investigación y dónde se realizará, al igual que las normas y estándares internacionales vigentes. Ningún requisito ético, legal o jurídico nacional o internacional debe disminuir o eliminar cualquier medida de protección para las personas que participan en la investigación establecida en esta Declaración.
  4. La investigación médica debe diseñarse y realizarse de manera que evite o minimice el daño al medio ambiente y procure la sustentabilidad ambiental.
  5. La investigación médica con participantes humanos debe ser llevada a cabo solo por personas con la educación, formación y calificaciones científicas y éticas apropiadas. Dicha investigación necesita la supervisión de un médico u otro investigador competente y calificado apropiadamente.

La integridad científica es esencial en la realización de investigaciones médicas con participantes humanos. Las personas, equipos y organizaciones involucradas nunca deben cometer faltas de conducta en la investigación.

  1. Los grupos que están subrepresentados en la investigación médica deben tener un acceso apropiado a la participación en la investigación.
  2. El médico que combina la investigación médica con la atención médica debe involucrar a sus pacientes en la investigación solo en la medida en que esto esté justificado por su potencial valor preventivo, diagnóstico o terapéutico y si el médico tiene buenas razones para creer que la participación en la investigación no afectará de manera adversa la salud de los pacientes que forman parte de ella.
  3. Se debe asegurar compensación y tratamiento apropiados para los participantes que sufren daños como resultado de su participación en la investigación.

Riesgos, cargas y beneficios

  1. En la práctica de la medicina y en la investigación médica, la mayoría de las intervenciones implican algunos riesgos y cargas.

La investigación médica con participantes humanos solo puede realizarse cuando la importancia de su objetivo es mayor que los riesgos y las cargas para los participantes de la investigación.

  1. Toda investigación médica con participantes humanos debe ser precedida de una cuidadosa evaluación de los riesgos y las cargas predecibles para las personas y los grupos que participan en la investigación, en comparación con los beneficios previsibles para ellos y para otras personas o grupos afectados por la enfermedad que se investiga.

Se deben implementar medidas para minimizar los riesgos y cargas. Los riesgos y cargas deben ser monitoreados, evaluados y documentados continuamente por el investigador.

  1. Los médicos y otros investigadores no deben involucrarse en investigación con participantes humanos a menos que estén seguros de que los riesgos y cargas han sido adecuadamente evaluados y pueden ser manejados satisfactoriamente.

Cuando se determina que los riesgos y las cargas superan los beneficios esperados o cuando existen pruebas concluyentes de resultados definitivos, los médicos y otros investigadores deben evaluar si continúan, modifican o suspenden inmediatamente la investigación.

Vulnerabilidad de personas, grupos y comunidades

  1. Algunas personas, grupos y comunidades se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad como participantes de una investigación debido a factores que pueden ser fijos o contextuales y dinámicos, y por lo tanto corren un mayor riesgo de ser perjudicados o sufrir daños. Cuando esas personas, grupos y comunidades tienen necesidades de salud específicas, su exclusión de la investigación médica puede potencialmente perpetuar o exacerbar sus disparidades. Por consiguiente, los daños de la exclusión deben considerarse y sopesarse frente a los daños de la inclusión. Para ser incluidos de manera justa y responsable en la investigación, deben recibir apoyo y protección específicamente considerados.
  1. La investigación médica con personas, grupos o comunidades en situaciones de especial vulnerabilidad solo se justifica si responde a sus necesidades y prioridades de salud y si la persona, el grupo o la comunidad se benefician de los conocimientos, las prácticas o las intervenciones resultantes. Los investigadores solo deben incluir a personas en situaciones de especial vulnerabilidad cuando la investigación no pueda realizarse con un grupo o comunidad menos vulnerable o cuando su exclusión perpetúe o exacerbe sus disparidades.

Requisitos científicos y protocolos de investigación

  1. La investigación con participantes humanos debe tener un diseño y ejecución científicamente sólidos y rigurosos que tenga la probabilidad de producir conocimientos confiables, válidos y valiosos y evite el desperdicio en la investigación. La investigación debe ceñirse a los principios científicos generalmente aceptados y basarse en un profundo conocimiento de la bibliografía científica, otras fuentes relevantes de información y experimentos adecuados de laboratorio y con animales, según corresponda.

Se debe respetar el bienestar de los animales utilizados para investigación.

  1. El diseño y la realización de toda investigación médica con participantes humanos deben describirse y justificarse claramente en un protocolo de investigación.

El protocolo debe hacer referencia a las consideraciones éticas involucradas y debe indicar cómo se han considerado los principios enunciados en esta Declaración. El protocolo debe incluir información sobre los objetivos, métodos, beneficios previstos y potenciales riesgos y cargas, calificaciones del investigador, fuentes de financiación, cualquier posible conflicto de intereses, disposiciones para proteger la privacidad y la confidencialidad, incentivos para los participantes, disposiciones para tratar y/o compensar a los participantes que sufran daños como consecuencia de la participación, y cualquier otro aspecto relevante de la investigación.

En los ensayos clínicos, el protocolo también debe describir cualquier estipulación posterior a la realización del ensayo.

Comités de ética de la investigación

  1. El protocolo debe enviarse para consideración, comentario, orientación y aprobación al comité de ética de la investigación correspondiente antes de comenzar la investigación. Este comité debe ser transparente en su funcionamiento y tener independencia y autoridad para resistir influencias indebidas del investigador, patrocinador u otros. El comité debe contar con recursos suficientes para cumplir con sus funciones y sus miembros y personal deben tener colectivamente la educación, capacitación, calificaciones y diversidad adecuadas para evaluar eficazmente cada tipo de investigación que revise.

El comité debe tener suficiente familiaridad con las circunstancias y el contexto local e incluir al menos a un miembro del público general.  Debe considerar las normas y estándares éticos, legales y regulatorios del país o países donde se realiza la investigación, como también las normas y estándares internacionales vigentes, pero no se debe permitir que éstas disminuyan o eliminen ninguna de las protecciones para los participantes de la investigación establecidas en esta Declaración.

Cuando se realiza una investigación colaborativa a nivel internacional, el protocolo de investigación debe ser aprobado por los comités de ética de la investigación tanto del país patrocinador como del país anfitrión.

El comité tiene el derecho de monitorear, recomendar cambios, retirar la aprobación y suspender la investigación en curso. Cuando se requiera monitoreo, el investigador tiene la obligación de proporcionar información al comité y/o a la entidad competente del monitoreo de datos y seguridad, especialmente sobre cualquier evento adverso grave. Ninguna enmienda al protocolo debe realizarse sin la consideración y aprobación del comité. Después que termine la investigación, los investigadores deben presentar un informe final al comité con un resumen de los resultados y conclusiones.

Privacidad y confidencialidad

  1. Deben tomarse toda clase de precauciones para resguardar la privacidad de los participantes de la investigación y la confidencialidad de su información personal.

Consentimiento libre e informado

  1. El consentimiento libre e informado es un componente esencial del respeto de la autonomía individual. La participación de personas capaces de dar su consentimiento informado en la investigación médica debe ser voluntaria. Aunque puede ser apropiado consultar a familiares o representantes de la comunidad, ninguna persona capaz de dar su consentimiento informado debe ser incluida en una investigación a menos que ella acepte libremente.
  2. En la investigación médica con participantes humanos capaces de dar su consentimiento informado, cada potencial participante debe recibir información adecuada en lenguaje sencillo acerca de los objetivos, métodos, beneficios anticipados y posibles riesgos y costos, cualificaciones del investigador, fuentes de financiamiento, posibles conflictos de intereses, estipulaciones para proteger la privacidad y la confidencialidad, incentivos para los participantes, estipulaciones para tratar o compensar a los participantes que son dañados como consecuencia de su participación y todo otro aspecto pertinente de la investigación.

El potencial participante debe ser informado del derecho de rechazar participar en la investigación y de retirar su consentimiento en cualquier momento, sin exponerse a represalias. Se debe prestar especial atención a las necesidades específicas de información y comunicación de cada potencial participante, como también a los métodos utilizados para proveer la información.

Después de asegurarse de que el participante ha comprendido la información, el médico u otra persona calificada debe entonces solicitar el consentimiento informado y voluntario del participante, documentado formalmente en papel o electrónicamente. Si el consentimiento no se puede otorgar en papel o electrónicamente, el consentimiento que no se realice por escrito debe realizarse ante un testigo y ser formalmente documentado.

Todas las personas que participan en la investigación médica deben tener la opción de ser informadas sobre los resultados generales de la investigación.

  1. Al solicitar el consentimiento informado para participar en una investigación, el médico u otro investigador debe tener especial cuidado si el potencial participante tiene una relación de dependencia con ellos o si consiente bajo presión. En tales situaciones, el consentimiento informado debe ser solicitado por una persona debidamente calificada que es independiente de aquella relación.
  2. En la investigación médica con participantes humanos incapaces de dar su consentimiento libre e informado, el médico u otra persona cualificada debe solicitar el consentimiento informado del representante legal autorizado, en consideración de las preferencias y valores expresados por el potencial participante.

Las personas incapaces de dar su consentimiento libre e informado se encuentran en situaciones de especial vulnerabilidad y tienen derecho a las salvaguardas correspondientes. Además de recibir las protecciones para las personas especialmente vulnerables, las personas incapaces de dar su consentimiento solo deben ser incluidas si es probable que la investigación las beneficie personalmente o si entraña solo riesgos y cargas mínimos.

  1. Si un potencial participante de la investigación incapaz de dar su consentimiento libre e informado puede dar su asentimiento sobre su participación en la investigación, el médico u otra persona cualificada debe solicitarlo además del consentimiento del representante legal autorizado, en consideración de las preferencias y valores expresados por el potencial participante. Se debe respetar el desacuerdo del potencial participante.
  2. La investigación con participantes que no son capaces física o mentalmente de otorgar consentimiento (por ejemplo, los pacientes inconscientes) puede realizarse solo si la condición física o mental que impide otorgar el consentimiento informado es una característica necesaria del grupo con el que se realiza la investigación. En estas circunstancias, el médico u otra persona cualificada debe solicitar el consentimiento informado al representante legal autorizado. Si dicho representante no está disponible y si no se puede retrasar la investigación, esta puede llevarse a cabo sin el consentimiento informado, siempre que las razones específicas para incluir a participantes con una enfermedad que les impide otorgar consentimiento informado hayan sido estipuladas en el protocolo de investigación y este haya sido aprobado por un comité de ética de la investigación.

El consentimiento libre e informado para permanecer en la investigación debe obtenerse lo más pronto posible de un representante legal autorizado o, si el participante recupera su capacidad para consentir.

  1. El médico u otro investigador debe informar cabalmente a los potenciales participantes sobre los aspectos de la atención relacionados con la investigación. La negativa del paciente a participar en una investigación o su decisión de retirarse nunca debe afectar adversamente la relación médico-paciente o la prestación del estándar de atención.
  2. Los médicos u otras personas cualificadas deben obtener el consentimiento libre e informado de los participantes de la investigación para la recolección, procesamiento, almacenamiento y uso secundario previsible de material biológico y datos identificables o re identificables. Toda recolección y almacenamiento de datos o material biológico de los participantes en la investigación para usos múltiples e indefinidos deben ser coherentes con los requisitos establecidos en la Declaración de Taipei de la AMM, incluidos los derechos de las personas y los principios de gobernanza. Un comité de ética de la investigación debe aprobar el establecimiento y supervisar el uso continuo de dichas bases de datos y biobancos.

Cuando el consentimiento sea imposible o impracticable de obtener, la investigación secundaria sobre datos almacenados o material biológico solo podrá realizarse después de la consideración y aprobación de un comité de ética de la investigación.

Uso del placebo

  1. Los beneficios, riesgos, cargas y eficacia de una nueva intervención deben evaluarse en comparación con los de la(s) mejor(es) intervención(es) probada(s), excepto en las siguientes circunstancias:
  • Si no existe una intervención probada, el uso de un placebo, o ninguna intervención, es aceptable; o
  • Si por razones metodológicas científicamente sólidas y convincentes, el uso de cualquier intervención distinta de la mejor probada, el uso de un placebo o ninguna intervención es necesario para determinar la eficacia o la seguridad de una intervención; y los participantes que reciben una intervención distinta a la mejor probada, el placebo o ninguna intervención, no serán expuestos a riesgos adicionales de daños serios o irreversibles como resultado de no recibir la mejor intervención probada.

Se debe tener sumo cuidado para evitar el abuso de esta opción.

Estipulaciones post ensayo

  1. Antes de un ensayo clínico, los patrocinadores y los investigadores deben establecer estipulaciones para proveer a todos los participantes que necesiten una intervención que haya sido identificada como beneficial o razonablemente segura en el ensayo, bien sea haciéndolo ellos mismos o por medio del sistema de atención de salud o los gobiernos. Las excepciones a este requisito deben ser aprobadas por un comité de ética de la investigación. La información específica sobre las estipulaciones post ensayo debe proporcionarse a los participantes como parte del consentimiento informado.

Registro y publicación de la investigación y difusión de los resultados

  1. La investigación médica con participantes humanos debe ser registrada en una base de datos de acceso público antes de reclutar al primer participante.
  2. Los investigadores, autores, patrocinadores, editores y quienes publican investigaciones tienen obligaciones éticas con respecto a la publicación y difusión de los resultados de investigación. Los investigadores tienen el deber de poner a disposición del público los resultados de su investigación con participantes humanos y son responsables de la oportunidad, integridad y exactitud de sus informes. Todas las partes deben adherirse a las directrices aceptadas para la presentación ética de informes. Se deben publicar tanto los resultados negativos y no concluyentes como los positivos o ponerse a disposición del público de otro modo. En la publicación se deben declarar la fuente de financiamiento, afiliaciones institucionales y conflictos de intereses. Los informes sobre investigaciones que no se ciñan a los principios descritos en esta Declaración no deben ser aceptados para su publicación.

Intervenciones no probadas en la práctica clínica

  1. Cuando se utiliza una intervención no probada en un intento de restablecer la salud o aliviar el sufrimiento de un paciente individual porque las opciones autorizadas son inadecuadas o ineficaces y su inclusión en un ensayo clínico no es posible, esta intervención debe, posteriormente, convertirse en objeto de una investigación diseñada para evaluar su seguridad y eficacia. Los médicos que participen en tales intervenciones deben buscar primero el asesoramiento de expertos, sopesar los posibles riesgos, cargas y beneficios y obtener el consentimiento informado. También deben registrar y compartir datos cuando sea apropiado y evitar comprometer los ensayos clínicos. Estas intervenciones nunca deben usarse para eludir las protecciones para los participantes de la investigación establecidas en esta Declaración.

Adoptada por la 57a Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
Y revisada por la 73ª Asamblea General de la AMM, Berlín, Alemania, octubre 2022
y revisada en su recomendación 14 por la 75ª Asamblea General de la AMM, Helsinki, Finlandia, octubre 2024

 

 

INTRODUCCION

La tecnología de reproducción asistida [TRA] abarca una amplia gama de técnicas diseñadas principalmente para ayudar a las personas que no pueden concebir sin asistencia médica.

Las TRA se definen como cualquiera de los tratamientos de fertilidad en los que se manipulan gametos o embriones.

Las tecnologías de reproducción asistida pueden plantear problemas profundos éticos y legales. Opiniones y creencias sobre las tecnologías de reproducción asistida varían tanto dentro como entre países y están sujetas a diferentes regulaciones en distintos países.

En gran parte del debate en esta área son fundamentales las cuestiones relacionadas con el estado moral del embrión, la forma en que se ve la TRA desde el punto de vista moral, social y religioso, los niños nacidos de la TRA, y los derechos de todos los participantes involucrados, es decir, los donantes, los sustitutos, los hijos y los padres previstos son solo algunos de los temas centrales del debate en la TRA. Si bien se puede llegar a un consenso sobre algunas cuestiones, siguen existiendo diferencias de opinión fundamentales que son más difíciles de resolver.

La concepción asistida se diferencia del tratamiento de la enfermedad en que la incapacidad de convertirse en padre sin intervención médica no siempre se considera una enfermedad. Sin perjuicio la incapacidad para concebir también puede deberse a una enfermedad previa.

En muchas jurisdicciones, el proceso de obtención del consentimiento debe seguir un proceso de entrega de información y el ofrecimiento de asesoramiento y también puede incluir una evaluación formal del paciente en términos del bienestar del niño potencial.

Ante el avance de las nuevas tecnologías de reproducción asistida, los médicos deben tener en cuenta que no todo lo que es técnicamente factible es éticamente aceptable. La manipulación genética que no tiene finalidad terapéutica no es ética, ni la manipulación sobre el embrión o feto sin una finalidad diagnóstica o terapéutica clara y que lo beneficie.

 

RECOMENDACIONES

  1. Los médicos involucrados en la provisión de tecnologías de reproducción asistida siempre deben considerar sus responsabilidades éticas hacia todas las partes involucradas en un plan de reproducción, que puede incluir el futuro niño, el sustituto o los padres. Si existe evidencia convincente de que un futuro niño, donante, sustituto o padre estaría expuesto a daños graves, no se debe proporcionar tratamiento.
  2. Al igual que con todos los demás procedimientos médicos, los médicos tienen la obligación ética de limitar su práctica a áreas en las que tienen conocimientos, habilidades y experiencia relevantes y de respetar la autonomía y los derechos de los pacientes.
  3. En la práctica, esto significa que se requiere el consentimiento informado al igual que con otros procedimientos médicos; la validez de dicho consentimiento depende de la idoneidad de la información ofrecida al paciente y de su libertad para tomar una decisión, incluida la ausencia de coerción u otras presiones o influencias para decidir de una manera particular.
  4. El proceso de consentimiento debe incluir proporcionar a los participantes información comprensible, precisa y adecuada sobre lo siguiente:
  • El propósito, la naturaleza, procedimiento y los beneficios de la tecnología de reproducción asistida que se utilizará.
  • Los riesgos, costos y limitaciones de la tecnología de reproducción asistida que se utilizará.
  • Los índices de éxito del tratamiento y las posibles alternativas, como la adopción.
  • La disponibilidad de apoyo psicológico durante la duración del tratamiento y en particular si el tratamiento no tiene éxito.
  • Las medidas de protección de la confidencialidad, la privacidad y la autonomía, incluidas las medidas de seguridad de los datos.
  1. Lo siguiente debe discutirse durante el proceso de consentimiento informado:
  • Riesgos médicos detallados.
  • Si todas las muestras del TRA, incluidos aunque no limitado a los óvulos, esperma, gametos e información del donante pueden usarse con fines de investigación.
  • Los riesgos de múltiples donaciones y donaciones en múltiples clínicas.
  • Problemas de confidencialidad y privacidad.
  • Problemas de compensación.
  1. Los donantes, sustitutos y todo niño concebido que buscan tecnologías de reproducción asistida tienen derecho al mismo nivel de confidencialidad y privacidad que para cualquier otro tratamiento médico.
  2. La tecnología de reproducción asistida implica el manejo y manipulación de gametos y embriones humanos. Hay distintos niveles de preocupación con la manipulación de este material, pero existe un acuerdo general en que dicho material debe estar sujeto a garantías específicas para protegerlo del uso inapropiado, no ético o ilegal.
  3. Los médicos deben respetar los principios de la Declaración de la AMM sobre la Investigación con células madre, la Declaración de la AMM sobre la Edición del genoma humano, la Declaración de Helsinki de la AMM y la Declaración de Reikiavik – Consideraciones éticas sobre el uso de la genética en la atención médica.
  4. Cuando corresponda, los médicos deben proporcionar las TRA sin discriminación. Los médicos no deben abstenerse de prestar servicios en base a consideraciones que no sean clínicas, como el estado civil.

Embarazos múltiples

  1. El reemplazo de más de un embrión aumentará la probabilidad de que se implante más de un embrión. Esto se compensa con el aumento del riesgo de trabajo de parto prematuro y otras complicaciones en los embarazos múltiples que pueden poner en peligro la salud de la madre y del niño. Los médicos deben seguir la orientación profesional sobre el número máximo de embriones que se transferirán por ciclo de tratamiento.
  2. Si se producen embarazos múltiples, se considerará la interrupción selectiva o la reducción del feto solo por motivos médicos y con el consentimiento de todos los participantes involucrados para aumentar las posibilidades de que el embarazo llegue a término, siempre que sea compatible con las leyes y códigos de ética aplicables.

Donación

  1. La donación debe seguir el asesoramiento y ser cuidadosamente controlada para evitar abusos, incluida la presión o influencia indebida de posibles donantes. Se deben entregar instrucciones explícitas sobre lo que se hará con las muestras donadas, si se sabe que el donante ha muerto antes de la implantación.
  2. La AMM considera que, en el mejor de los casos, la donación de gametos no debe ser mercantilizada, sirviendo así como un beneficio humanitario.
  3. Se deben garantizar controles y límites apropiados en los métodos utilizados para fomentar las donaciones. Todas las donaciones deben cumplir con la legislación nacional y las pautas éticas apropiadas, incluida la cantidad máxima de donaciones de gametos por persona.
    Se deben elaborar y respetar las orientaciones sobre la cantidad máxima de niños permitida a través de donaciones de gametos de un solo donante, para evitar el incesto no intencionado, la endogamia y el daño psicológico a los involucrados. Los médicos deben abogar y contribuir a tener estas pautas éticas en caso de que no existan.
  4. Debido al uso generalizado de la tecnología genética y los registros, es posible identificar a los donantes incluso cuando las clínicas y los donantes han intentado mantener la estricta confidencialidad. Un niño que nace de una donación puede en el futuro contactar a los donantes. Se debe informar a los donantes potenciales de esta posibilidad como parte del proceso de consentimiento.
  5. Cuando un niño nace después de la donación, se debe alentar y apoyar a las familias a ser abiertas con el niño al respecto, independientemente de si la legislación nacional da o no derecho al niño a recibir información sobre el donante. Esto puede necesitar la elaboración de material de apoyo, que debe ser producido con un estándar normativo nacional.

Maternidad sustituta

  1. Cuando una mujer no puede, por razones médicas, llevar un hijo a término, la maternidad sustituta puede utilizarse para superar la falta de hijos, a menos que lo prohíba la legislación nacional o las normas éticas de la asociación médica nacional u otras organizaciones pertinentes. Cuando se practica la sustitución legalmente, se debe tener mucho cuidado para proteger los intereses de todas las partes involucradas.
  2. Los futuros padres y sustitutas deben recibir un asesoramiento legal independiente y apropiado.
  3. Se debe desalentar el turismo médico para la maternidad sustituta.
  4. La sustitución comercial debe ser condenada. Sin embargo, esto no debe impedir compensar a la madre sustituta por los gastos necesarios.
  5. Se deben respetar los derechos de las madres sustitutas y se debe tener mucho cuidado para garantizar que no se explote a las sustitutas. Los derechos de las madres sustitutas incluyen, entre otros:
  • Que se respete su autonomía
  • Tener seguro médico cuando corresponda
  • Estar informado sobre cualquier procedimiento médico y los posibles efectos secundarios.
  • Elegir su equipo médico si se presentan efectos secundarios, cuando sea posible.
  • Contar con ayuda psicológica en cualquier momento del embarazo.
  • Tener gastos médicos como consultas al médico, el proceso de parto real, la fecundación y cualquier examen relacionado con la sustitución cubiertos por los padres previstos
  • Pérdida si los ingresos están cubiertos si no puede trabajar durante el embarazo.
  • Recibir la compensación o reembolsos pactados en todo contrato legal.

Diagnóstico genético de preimplantación (PGD)

  1. El diagnóstico genético de preimplantación (PGD) y el cribado genético de preimplantación (PGS) se pueden realizar en embriones tempranos para buscar la presencia de anomalías genéticas o cromosómicas, especialmente aquellas asociadas con enfermedades graves y muerte muy prematura y por otras razones éticamente aceptables, incluida la identificación de los embriones con mayor probabilidad de implantarse con éxito en mujeres que han tenido múltiples abortos espontáneos.
  2. Se recomienda fomentar el examen de enfermedades infecciosas en los donantes de semen y determinar si informar a los donantes de las pruebas positivas.
  3. Los médicos nunca deben participar en la selección del sexo, a menos que se utilice para evitar una afección grave relacionada con los cromosomas sexuales, como la distrofia muscular de Duchenne.

Investigación

  1. Los médicos tienen el deber ético de cumplir con dicha regulación y ayudar a informar el debate público y la comprensión de estos problemas.
  2. La investigación sobre gametos y embriones humanos debe controlarse y supervisarse cuidadosamente y de conformidad con todas las leyes y directrices éticas nacionales aplicables.
  3. Las opiniones y la legislación difieren sobre si los embriones pueden crearse específicamente para la investigación o en el curso de ésta. Los médicos deben actuar de acuerdo con las Declaraciones de Taipei y Helsinki y también todas las leyes locales aplicables y los consejos éticos y de estándares profesionales.
  4. Se deben seguir los principios del Convenio sobre Derechos Humanos y Biomedicina.

 

 

Adoptada por la 75ª Asamblea General de la AMM, Helsinki, Finlandia, octubre 2024

 

INTRODUCCION

El impacto de la contaminación atmosférica sobre la salud, especialmente entre las poblaciones vulnerables, requiere directrices específicas para los profesionales de la salud. Al reconocer las características únicas de la contaminación del aire, esta declaración intenta abogar por una mejor salud, fomentar la colaboración transfronteriza y reforzar la relación entre la calidad ambiental y el bienestar humano.

Contaminación atmosférica y su impacto en la salud

La contaminación atmosférica plantea un importante riesgo ambiental global para la salud humana y contribuye significativamente a la morbilidad y mortalidad evitables en todo el mundo1. Cada año se producen 8.1 millones de muertes prematuras debido a los efectos combinados de la contaminación del aire ambiental y doméstico2.

Los contaminantes del aire son uno de los principales factores de riesgo para la carga de enfermedades no transmisibles, que provocan accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio, cáncer de pulmón y enfermedades respiratorias crónicas3,4. También aumenta el riesgo de asma infantil y la gravedad del asma.

Los contaminantes atmosféricos son una amplia gama de sustancias nocivas que contaminan el aire que respiramos. Estos incluyen gases como dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, metano y compuestos orgánicos volátiles, también la materia particulada como humo, hollín (carbón negro) y polvo fino5.

En 2022, la OMS estimó que el 99% de la población mundial estuvo expuesta a concentraciones de contaminación atmosférica que excedían los límites de calidad del aire de la OMS4.

Si bien ninguna región del mundo se ha librado, los países de ingresos bajos y medianos los que tienen la más grande carga de muertes prematuras asociadas a la contaminación del aire6,7.

Sin la implementación de intervenciones agresivas, se prevé que el número de muertes prematuras causadas por la contaminación atmosférica aumentará en más del 50% para el año 20501.

Las fuentes de contaminación atmosférica

Se ha destacado que la quema de combustibles fósiles y las emisiones de los vehículos propulsados por gasolina y diésel son los principales contribuyentes a la mortalidad relacionada con la contaminación del aire, especialmente en las zonas urbanas6.

El hollín del diésel es un carcinógeno comprobado con efectos tóxicos en los sistemas cardiovascular y respiratorio8,10.

La contaminación del aire en los hogares, causada en gran medida por fuegos abiertos para cocinar y los hornos ineficaces, es un principal factor de riesgo de mortalidad infantil, que contribuye a aproximadamente el 50% de las muertes por infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores, incluida la neumonía, en niños menores de cinco años3.

Más allá de los contaminantes tradicionales transportados por el aire, la contaminación biológica del aire – patógenos transportados por el aire, como las bacterias, virus y hongos, en particular en ambientes interiores – ha ganado atención.

Las personas infectadas puede contribuir a la contaminación atmosférica, y enfatiza la necesidad de estrategias de prevención apropiadas y un control de la calidad del aire.

Los plásticos contribuyen a la contaminación atmosférica directamente a través de su combustión al aire libre y a través de los microplásticos transportados por el viento y las corrientes de aire11.

 

RECOMENDACIONES

La AMM reconoce la gravedad de las consecuencias que se derivan de la contaminación del aire e insta a las siguientes partes interesadas a tomar medidas con prontitud para lograr un aire limpio.

La AMM y sus miembros constituyentes deben:

  1. Colaborar con las autoridades locales, regionales y nacionales para crear conciencia pública sobre los impactos de la contaminación atmosférica en la salud y la importancia de su prevención.
  1. Trabajar junto con los gobiernos para elaborar e implementar estrategias para mejorar la calidad del aire, como se identifica en las normas de la OMS sobre calidad del aire12 y mitigar los efectos de la contaminación atmosférica. Estas estrategias deben considerar el contexto local y reflejar la evidencia científica más reciente.
  1. Abogar por y apoyar la integración de los impactos de la contaminación atmosférica en la salud y sus soluciones en los planes de estudios médicos y los programas de educación profesional, fomentando una comprensión integral y un enfoque proactivo entre los profesionales de la salud.
  1. Instar la colaboración entre la medicina organizada y otras partes interesadas, incluidos organismos gubernamentales y organizaciones internacionales, para elaborar mejores prácticas a fin de bajar al mínimo las emisiones de gas a efecto invernadero y el uso de plástico en el contexto de atención médica.

La AMM insta a los gobiernos a:

  1. Reconocer que la contaminación atmosférica tiene un impacto negativo en la salud humana y la sostenibilidad ambiental y que las desigualdades en salud existentes exacerban la susceptibilidad a los peligros ambientales.
  1. Reconocer el importante papel de los determinantes sociales y ambientales de la salud y esforzarse por incluirlos en los procesos de formulación de políticas, por ejemplo, mediante la realización de evaluaciones del impacto sobre la equidad en salud.
  1. Asignar recursos y financiación para reducir y monitorear la calidad del aire e implementar la prevención y medidas efectivas de control de la contaminación, particularmente en áreas densamente pobladas, conforme con los estándares de calidad del aire de la OMS.
  1. Mejorar los sistemas de alerta temprana para los períodos previstos de mala calidad del aire y preparar los sistemas de salud para manejar eficazmente los impactos en la salud relacionados con la contaminación atmosférica.
  1. Implementar medidas que mejoren la calidad del aire, como aumentar el acceso a energía limpia y crear espacios verdes.
  1. Tomar medidas hacia un transporte saludable y sostenible mediante la implementación de estrategias para descarbonizar el sector del transporte, como hacer cumplir normas más estrictas sobre emisiones de vehículos, promover el transporte público e implementar infraestructura para caminar y andar en bicicleta.
  1. Invertir en y apoyar la investigación y la innovación para tecnologías y prácticas más limpias en el sector de la salud.
  1. Establecer directrices y normas para niveles aceptables de contaminantes biológicos en el aire interior, incluidas políticas para alcanzar esos objetivos, como garantizar una ventilación y filtración del aire adecuadas.
  1. Esforzarse por lograr una buena gobernanza ambiental mediante la elaboración de estrategias, políticas y medidas sostenibles para abordar los peligros ambientales y adoptar un enfoque de principio de precaución para proteger la salud.

La AMM recomienda a los organismos internacionales e intergubernamentales:

  1. Reconocer y promover el acceso al aire limpio, respirable y libre de contaminantes nocivos como un derecho humano básico para todas las personas en todo el mundo.
  1. Trabajar con los gobiernos para actualizar las políticas de salud pública, dar prioridad al control de la contaminación atmosférica y reforzar los esfuerzos en la promoción de la salud y la disminución de la contaminación.
  1. Abogar por la máxima reducción de todas las fuentes de contaminación atmosférica, reconocer que es muy importante para la sostenibilidad que las actividades antropogénicas (humanas) operen dentro de los límites seguros del ecosistema de la Tierra.
  1. Promover y apoyar a los gobiernos en la realización de evaluaciones de impacto en la salud en todos los sectores políticos pertinentes, capacitándolos para reducir de manera proactiva la exposición a la contaminación atmosférica y salvaguardar la salud pública.

La AMM insta a los médicos a:

  1. Mantenerse informados sobre los efectos de la contaminación atmosférica en la salud.
  1. Considerar la contaminación del aire como un factor de riesgo ambiental potencial en las consultas pertinentes de pacientes y cuando corresponda promover modificaciones en el estilo de vida y medidas de prevención que minimicen la exposición a los contaminantes.

Adoptada por la 43ª Asamblea Médica Mundial, Malta, noviembre 1991,
revisada por la 57ª Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006,
y por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016 y
reafirmada con revisiones menores por el 227º Consejo de la AMM, Helsinki, Finlandia, octubre 2024

 

INTRODUCCION

En las últimas décadas se ha observado un dramático cambio en las causas de mortalidad adolescente. Antes los adolescentes morían en gran parte de causas naturales, mientras que ahora es más probable que mueran de causas previsibles con un aumento mundial de las tasas de suicidio adolescente en países desarrollados, como en los en vías de desarrollo. El suicidio es en la actualidad una de las principales causas de muerte en la población adolescente. Probablemente, los informes de suicidios son subestimados debido a estigmas culturales y religiosos relacionados con la autodestrucción y una falta de voluntad para conocer ciertos traumas autoinfligidos, como algunos accidentes de tránsito.

El suicidio de adolescentes es una tragedia que afecta no sólo al individuo, sino que también a la familia, los amigos y la comunidad donde vivía el adolescente. A menudo el suicidio se vive como un fracaso personal por parte de padres, amigos y médicos que se culpan por no detectar signos que los alerten. También es considerado como un fracaso por la comunidad, al servir de vivo recordatorio de que la sociedad, a menudo, no entrega un ambiente saludable, solidario y educativo donde los niños crezcan y se desarrollen.

Los factores que contribuyen al suicidio de adolescentes son variados y entre ellos se cuentan: trastornos afectivos, trauma, aislamiento emocional, baja autoestima, estrés emocional excesivo, trastornos alimenticios, enfermedad física, discriminación y acoso (escolar, cibernético y sexual), fantasías románticas, gusto por el peligro, abuso de drogas y alcohol, disponibilidad de armas de fuego y otros elementos de autodestrucción y noticias en los medios de comunicación sobre suicidios de otros adolescentes, lo que puede inspirar actos de imitación. Además, la exposición prolongada a los medios electrónicos, que afecta predominantemente a los adolescentes a través de los juegos en el computador y las redes sociales, puede contribuir al aislamiento social, fracaso escolar y malestar en los jóvenes.

Los jóvenes en establecimientos correccionales tienen un riesgo más elevado de suicidio que la población general, pero tienen menos recursos a su disposición. La falta de recursos dificulta la identificación de los que presentan riesgos de suicidio.

Se observa que la incidencia del suicidio de adolescentes es mayor en los “pueblos originarios” de algunos países. Las razones de esto son complejas.

La atención médica de los adolescentes se logra mejor cuando los médicos proporcionan servicios completos, incluyendo una evaluación y tratamientos médicos y psicosociales. La atención completa y continua da al médico la oportunidad de obtener la información necesaria para detectar a los adolescentes que presentan riesgos de suicidio u otras conductas autodestructivas. Este modelo de servicio también ayuda a crear una relación médico-paciente con apoyo social, que puede moderar las influencias adversas que los adolescentes encuentran en su entorno.

En sus esfuerzos para evitar el suicidio de adolescentes, la Asociación Médica Mundial reconoce la naturaleza compleja del desarrollo bio-psico-social adolescente, el cambiante mundo social que enfrentan los adolescentes y la aparición de nuevos elementos de autodestrucción más mortíferos.

Como respuesta a estas inquietudes, la Asociación Médica Mundial recomienda que sus miembros constituyentes adopten las siguientes normas para los médicos. Al hacer esto, reconocemos que otros actores – padres, organismos de gobierno, colegios, comunidades, servicios sociales – también cumplen una función importante en este ámbito.

 

RECOMENDACIONES

  1. Todos los médicos deben recibir, durante sus estudios en la escuela de medicina y la formación de postgrado, una educación en psiquiatría infantil y del desarrollo bio-psico-social adolescente, incluidos los factores de riesgo para el suicidio.
  2. Se debe educar a los médicos para identificar los primeros signos y síntomas de tensión física, emocional y social en sus pacientes adolescentes y los signos y síntomas de trastornos psiquiátricos, como la depresión, el trastorno bipolar y de consumo de substancias que pueden contribuir al suicidio, al igual que otras conductas autodestructivas.
  3. Se debe enseñar a los médicos cuándo y cómo evaluar el riesgo de suicidio en sus pacientes adolescentes, que tome en cuenta el entorno de los adolescentes, incluida la disponibilidad potencial de armas de fuego.
  4. Se debe enseñar a los médicos y mantenerlos actualizados en el tratamiento y opciones de derivación apropiadas para todos los niveles de conductas autodestructivas en sus pacientes adolescentes. Los médicos con educación más importante en suicidio de adolescentes son los psiquiatras infantiles y de adolescentes, de modo que el paciente debe ser derivado a uno de ellos si está disponible.
  5. Los médicos deben colaborar con las familias o responsables de los adolescentes como también con otros interesados pertinentes, como asistentes sociales, autoridades escolares y psicólogos que tengan experiencia en conducta de niños y adolescentes.
  6. Cuando atiendan a adolescentes con cualquier tipo de trauma, los médicos deben considerar la posibilidad de una causa autoinfligida.
  7. Cuando se atienda a adolescentes que demuestren un deterioro en su pensamiento, sentimientos o conducta, se debe considerar la posibilidad de abuso y adicción a sustancias y se debe fijar un margen más bajo con referencia a evidencia científica adecuada para un examen toxicológico y de orina.
  8. Los sistemas de atención médica deben facilitar la creación de servicios de consulta de salud mental destinados a evitar el suicidio y deben pagar la atención médico-social que se le entrega a los pacientes que han intentado suicidarse. Los servicios deben adaptarse a las necesidades específicas de los pacientes adolescentes. Es muy recomendable una consulta médica para adolescentes para que los médicos puedan detectar cualquier trastorno en sus pacientes.
  9. Se deben realizar estudios epidemiológicos sobre el suicidio, sus factores de riesgo y métodos de prevención, los médicos deben mantenerse actualizados con estos estudios.
  10. Cuando atiendan a adolescentes con trastornos psiquiátricos o factores de riesgo de suicidio, los médicos deben advertir a los padres o responsables que observen signos de suicidio y sobre las opciones de evaluación e instarlos a buscar ayuda para ellos mismos.
  11. Los médicos deben promover la identificación de los grupos de adolescentes en riesgo con la movilización de recursos destinados específicamente a la prevención y disminución de los riesgos.

 

Adoptada por la 66a Asamblea General de la AMM, Moscú, Rusia, octubre 2015
y reafirmadas con revisiones menores por el 227º Consejo de la AMM, Helsinki, Finlandia, octubre 2024

 

INTRODUCCION

Los medios de comunicación, incluidas las redes sociales, pueden tener diversas funciones en la comunicación médica. Los médicos, como profesionales y expertos, pueden contribuir a mejor salud pública al entregar a la opinión pública información correcta sobre salud. Los medios de comunicación son un canal por el cual los médicos pueden entregar su contribución a la sociedad al aprovechar las intervenciones mediáticas de manera positiva.

Sin embargo, el aumento de ejemplos de algunos médicos que aparecen con frecuencia en los medios de comunicación para recomendar tratamientos no probados o productos y que utilizan estas intervenciones con fines comerciales causan mucha preocupación. El público acepta fácilmente estas recomendaciones infundadas de algunos médicos y pueden crear expectativas irreales. La confusión y desilusión posteriores pueden perjudicar la relación médico-paciente.

Esto es más grave en algunos países donde existen sistemas de medicina diferentes, incluida la medicina alternativa.

 

NORMAS

  1. La AMM reitera su Declaración sobre el Uso profesional y ético de los medios de comunicación sociales y recomienda las siguientes normas sobre las intervenciones mediáticas de los médicos, a fin de evitar que los médicos participen en actividades comerciales que comprometan su ética profesional y para contribuir a la seguridad del paciente a través de la entrega de información precisa, oportuna y objetiva.

Entrega de información médica precisa y objetiva probada científicamente

  1. Cuando aparezca en los medios de comunicación, el médico debe entregar información objetiva y basada en evidencia y no recomendará procedimientos o productos médicos que no hayan sido probados médicamente.
  2. El médico no utilizará expresiones que puedan promover expectativas irreales en los pacientes o inducir a error al público sobre la función y el efecto de los procedimientos médicos, medicamentos u otros productos.
  3. El médico debe presentar información importante, como los posibles efectos secundarios y riesgos, cuando explique los procedimientos médicos, medicamentos u otros productos.

No abusar de los medios de comunicación con fines publicitarios

  1. El médico no debe recomendar productos específicos al presentar de manera específica o destacar intencionalmente el nombre o marca de un producto.
  2. El médico será prudente con las intervenciones personales en programas de telecompras. El médico no debe recibir participación financiera de los productos vendidos.
  3. El médico no participará en intervenciones mediáticas de productos que sean peligrosos para el ser humano o el medio ambiente.

Mantener la integridad professional

  1. El médico no pedirá o recibirá beneficios económicos por intervenciones mediáticas, a parte de la remuneración habitual por su aparición.
  2. El médico no proporcionará beneficios económicos al personal de los medios de comunicación para asegurar sus intervenciones mediáticas.
  3. El médico no participará de ninguna manera en la promoción, venta o publicidad de productos comerciales y no utilizará afirmaciones falsas o exageradas sobre sus cualificaciones, como, antecedentes académicos, experiencia profesional, especialidad médica y licencia como especialista en beneficio del interés económico de cualquier entidad comercial.

 

 

Adoptada por la 64a Asamblea General de la AMM, Fortaleza, Brasil, octubre 2013
y enmendada por la 75ª Asamblea General de la AMM, Helsinki, Finlandia, octubre 2024 

 

INTRODUCCION

La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) constituye una oportunidad única y valiosa para que los médicos eviten la morbilidad y mortalidad de ciertos cánceres en todas las poblaciones y para mejorar la salud materna. Esto puede tener beneficios económicos para los países que logran una vacunación VPH generalizada de la población, en la tendencia actual de una atención médica preventiva y promocional. Por lo tanto, la vacuna VPH merece ser considerada por la Asociación Médica Mundial (AMM) en forma separada de otras vacunas.

El VPH es, en gran parte, un virus de transmisión sexual que es tan común que la mayoría de los adultos activos sexualmente son infectados en algún momento de sus vidas. La mayor parte de las infecciones no presentan síntomas y se eliminan sin intervención médica. Sin embargo, el VPH es la causa del 100% de los casos de cáncer cervical. Trece de los 40 tipos de VPH son oncogénicos y cuando causan una infección persistente pueden producir un cáncer cervical y también cáncer de la vagina, vulva, ano, pene y de la cabeza y cuello, orofaringe y zona anogenital.

Pocas enfermedades reflejan las desigualdades en el planeta como el cáncer de cuello uterino. Es el cuarto cáncer más común entre las mujeres a nivel mundial, y la mayoría de los casos y muertes por cáncer de cuello uterino se producen en países de ingresos bajos y medianos.

Las vacunas contra el VPH protegen contra las infecciones causadas por tipos de VPH específicos. Todas las vacunas disponibles brindan protección contra los tipos 16 y 18, que son los tipos más oncogénicos y también pueden brindar protección contra las verrugas anogenitales. La vacuna contra el VPH se puede recomendar para mujeres y hombres de 9 a 45 años de edad y las personas inmunocomprometidas. Las vacunas contra el VPH son seguras, eficaces y bien toleradas.

La OMS recomienda un calendario de vacunación contra el VPH de una o dos dosis para mujeres de entre 9 y 14 y 15 a 20 años. Las mujeres mayores de 21 años requieren dos dosis con un intervalo de 6 meses. Los beneficios de vacunar a hombres jóvenes incluyen protección contra las verrugas genitales y el cáncer, además de prevenir la transmisión del VPH a sus parejas sexuales.

En 2020, la OMS adoptó una estrategia mundial para la eliminación del cáncer de cuello uterino. Para acelerar una eliminación del cáncer del cuello uterino, para 2030, el 90% de las niñas estarán completamente vacunadas con la vacuna  VPH a los 15 años, el 70% de las mujeres serán examinadas con pruebas de alto rendimiento a los 35 años y luego nuevamente a los 45 años el 90% de las mujeres con cáncer invasivo serán atendidas.

La vacunación en las escuelas o programas comunitarios sistemáticos aumentarán el acceso a las vacunas a los grupos de edad apropiados. En especial a los jóvenes antes del inicio de la actividad sexual a fin de obtener el mayor beneficio.

 

RECOMENDACIONES

  1. Reafirmando su Declaración sobre el Acceso de la Mujer y el Niño a la Atención Médica y Declaración sobre la Prioridad de la Inmunización, la AMM insiste en los derechos de todas las mujeres, niños y en realidad toda la gente a una atención médica adecuada y segura e insta a los gobiernos a comprometer recursos para los programas de inmunización.
  2. La AMM insta a la elaboración y la financiación acelerados de programas para hacer que las vacunas contra el VPH seguras y de alta calidad estén ampliamente disponibles, tanto para mujeres como para hombres.
  3. La AMM aboga firmemente por proporcionar programas de detección de cáncer de cuello uterino confiables, rápidos y accesibles para la detección y el tratamiento de lesiones precancerosas en todos los países, especialmente en aquellos que tienen altas tasas de mortalidad por cáncer de cuello uterino.
  4. La AMM señala claramente que la vacuna contra el VPH no reemplaza los programas de detección del cáncer de cuello uterino.
  5. La AMM aconseja que el tratamiento del cáncer y los cuidados paliativos deben estar disponibles para todas las personas diagnosticadas con cáncer de cuello uterino.
  6. Una recomendación clave es la vacunación en las escuelas o programas comunitarios sistemáticos para aumentar el acceso a las vacunas a los grupos de edad apropiados, en particular los jóvenes antes del inicio de la actividad sexual a fin de obtener el mayor beneficio.
  7. La AMM insta a las autoridades de salud nacionales, en colaboración con las asociaciones de profesionales de la salud y otros actores sanitarios relevantes, a llevar a cabo educación y promoción intensivas para:
  • En todas las personas sin considerar el sexo, mejorar la concientización y la comprensión del VPH y las enfermedades asociadas (como, aunque no limitado, el cáncer del cuello uterino, cáncer de la cabeza y el cuello, cáncer anal y cáncer genital), la disponibilidad y la eficacia de las vacunas VPH y la necesidad de exámenes rutinarios relacionados con el cáncer VPH en la población en general.
  • Mejorar la concienciación de que los condones no entregan una protección suficiente contra la infección del VPH, porque no cubren toda la región anogenital y que el VPH también produce cáncer de la orofaringe, el ano y el pene.
  • Comunicar la disponibilidad y eficacia de las vacunas contra el VPH para educar a la población sobre la importancia de recibir la vacuna contra el VPH.
  • Recomendar la vacunación contra el VPH y la detección y el tratamiento de rutina del cáncer de cuello uterino para todas las personas elegibles, independientemente de su origen socioeconómico, cultural o religioso, incluidas aquellas a las que es difícil llegar (incluidas, por ejemplo, aquellas con discapacidad, refugiados y solicitantes de asilo, y personas de diversa orientación sexual e identidad de género).
  • Apoyar la disponibilidad de la vacuna VPH y exámenes rutinarios del cáncer del cuello uterino para los grupos de pacientes que más se benefician de las medidas de prevención, incluidas, aunque no limitadas a las poblaciones de bajos ingresos y aún no activas sexualmente.
  • Integrar la vacunación contra el VPH (ya sea primaria o secundaria) en todos los establecimientos de atención médica adecuados y en las consultas que involucren a personas apropiadas. También se deben incluir exámenes rutinarios del cuello uterino (estén o no vacunadas contra el VPH).
  • La vacunación contra el VPH y el examen rutinario del cáncer de cuello uterino también deben ser ofrecidos a las personas encarceladas.
  • Integrar y comprender la necesidad crucial de realizar pruebas de detección sistemáticas del cáncer de cuello uterino en todos los establecimientos apropiados y consultas de atención médica, y la mayor sensibilidad y eficacia de las pruebas de detección basadas en el VPH en comparación con las pruebas de Papanicolaou, VIA (evaluación visual con ácido acético) y VILI (evaluación visual con yodo lugol).
  • Integrar los métodos de prevención del cáncer por VPH, la detección temprana, el examen temprano, el diagnóstico, el tratamiento y los cuidados paliativos en los programas existentes y en la capacitación previa al servicio. Esta capacitación aprovechará el apoyo existente a los programas contra el VPH y ayudará a aumentar los esfuerzos de vacunación.
  • Financiar la investigación destinada a descubrir una metodología de examen y métodos de detección temprana para otros cánceres relacionados que no sean de cuello uterino.
  • Instar y capacitar a las sobrevivientes de cáncer de cuello uterino para que aboguen por la vacunación y la detección del VPH.
  • Mantener los esfuerzos de vacunación para trabajar y crear conciencia sobre la Estrategia Global 90-70-90 de la OMS para acelerar la eliminación del cáncer de cuello uterino como problema de salud pública.
  • Apoyar y promover las campañas de vacuna contra el VPH.
  1. La AMM insta a los médicos a informarse a sí mismos y a sus pacientes sobre el VPH, las enfermedades asociadas, la vacunación contra el VPH y la detección sistemática del cáncer de cuello uterino.

Adoptada por la 74ª Asamblea General de la AMM, Kigali, Ruanda, octubre 2023

 

INTRODUCCION

 La Atención Primaria de Salud (APS) es una parte fundamental de cualquier sistema de salud, debido a su amplia cobertura y distribución, su accesibilidad y su capacidad para resolver los problemas de salud de la población. Por ello, es un elemento fundamental para la cohesión social que corrige las desigualdades en salud entre las personas y los territorios, garantizando la equidad en la atención médica y dinamizando una atención médica cercana, accesible, eficiente y que se adapte a los cambios sanitarios.

La APS debe potenciar sus aspectos positivos: alta calidad, segura, integral, integrada, accesible, disponible y asequible para todos y en todo lugar, brindada con compasión, respeto y dignidad a solucionar la mayoría de los problemas de salud de la población.

El enfoque de APS es fundamental para lograr nuestros objetivos globales compartidos en la Cobertura Universal de Salud (UHC) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la salud.

La APS comprende una amplia gama de atención médica personal, incluida la atención preventiva, diagnóstica, paliativa, terapéutica, curativa, de asesoramiento y de rehabilitación, a lo largo del tiempo. No es un enfoque exclusivamente centrado en la enfermedad, sino centrado en la persona. Además, la APS es una atención de salud multisectorial y tiene como objetivo empoderar a las personas, las familias y las comunidades para que asuman un papel activo en la mejora de su salud. La APS debe brindarse de manera accesible, integral y dirigida por un médico para garantizar una atención adecuada y de alta calidad. Ofrece el espectro completo de servicios de salud esenciales para todas las edades.

La APS representa el primer contacto de la gente con el sistema de salud. Puede abordar la mayoría de las necesidades en salud de la población por medio de servicios completos e integrados de manera continua y longitudinal.

La APS ofrece una atención completa de los servicios de salud esenciales para todas las edades.

Una APS fuerte es vital para sistemas de atención de la salud eficientes, rentables, equitativos, apropiados y sostenibles. Una parte importante de las necesidades de salud puede abordarse en el nivel de atención primaria, al redistribuir la carga de trabajo y aliviar los sistemas de emergencia sobrecargados, así como la atención médica secundaria o terciaria. La prestación de atención longitudinal y una relación de confianza entre el médico de cabecera y el paciente disminuirá la demanda de atención paralela y las derivaciones innecesarias. También se ha demostrado que la continuidad de la atención reduce la mortalidad, las hospitalizaciones agudas y la atención fuera de horario.

 La APS contribuye a la prevención, detección temprana, identificación y mitigación de factores de riesgo, respuesta oportuna a brotes de enfermedades infecciosas, transmisibles y no transmisibles, y óptima adherencia a tratamientos y rehabilitación.

La APS sólida puede aumentar la respuesta de los sistemas de salud al adaptarse según las necesidades de salud de la población existentes o futuras, contribuir a una atención responsable socialmente al involucrar de manera activa a las comunidades y permitir que los pacientes tengan una atención participativa y multidisciplinaria.

La APS se encuentra en una posición única para abordar los determinantes sociales de las desigualdades en salud y mejorar la salud y el bienestar físico, mental y social de las personas.

La educación especializada en medicina general/medicina de familia se ha desarrollado de manera diferente en las distintas regiones. En algunos países la especialidad es tan completa y reputada como otras especialidades.

Cuando la coordinación o la gestión de casos puedan limitar el acceso a la atención médica adecuada, los pacientes deben tener la libertad de ver a un médico apropiado para los servicios que necesitan, independientemente de la especialidad. Por encima de todo, el interés superior del paciente debe ser primordial.

La APS debe considerar los nuevos retos a los que se enfrentan los sistemas de salud, como la alta prevalencia de enfermedades crónicas, los riesgos de epidemias y pandemias, el impacto ambiental y el cambio climático en la salud o el problema de la resistencia a los antimicrobianos, como las principales amenazas para la salud en los próximos años, como indica la Organización Mundial de la Salud, priorizando las acciones de APS y actuando sobre estos riesgos para responder a los principales desafíos de salud global.

 

RECOMENDACIONES

La Asociación Médica Mundial recomienda que los gobiernos y las autoridades de salud nacionales:

  1. Fortalezcan la APS dentro de los sistemas de salud y planificar y asegurar la provisión adecuada de recursos financieros y equipos en los establecimientos de APS, incluido un suministro suficiente y bien capacitado de médicos de atención primaria (médicos de familia, internistas generales, pediatras generales y obstetras/ginecólogos) para cumplir con los requisitos la demanda actual y proyectada de servicios de salud de la nación.
  2. Impulsen la APS con los medios y recursos humanos y materiales adecuados para hacerla más resolutiva, eficaz, eficiente y sostenible.
  3. Aseguren la capacidad de respuesta a las necesidades de salud de la población a través de la adaptación de los sistemas de salud y permitir la participación comunitaria a través de la adaptación de los sistemas de APS a las necesidades de salud de la población.
  4. Establezcan sistemas y mecanismos de derivación funcionales que favorezcan la coordinación e integración de la atención en los diferentes niveles (primario, secundario, terciario) y la colaboración de los médicos de la APS con otros médicos especialistas asegurando la continuidad de la atención.
  5. Garanticen la planificación y el tamaño adecuado del personal de la APS al proporcionar condiciones de trabajo decentes para el personal de la APS, incluida la mejora de las condiciones de trabajo y de la remuneración, el uso de estrategias de contratación y retención que tengan especial consideración en las áreas geográficas de difícil acceso y grupos socio-demográficos aislados y priorizar la formación de personal médico y paramédico, a fin de asegurar una adecuada dotación futura de personal en la APS.
  6. Elaboren otros mecanismos de apoyo administrativo para ayudar a los médicos de atención primaria en la logística de sus prácticas, junto con mayores esfuerzos para reducir las actividades administrativas no relacionadas con la atención del paciente, para ayudar a garantizar la satisfacción profesional y la sostenibilidad de la práctica.
  7. Promuevan la APS como una atención de salud cercana y conectada con las personas como base para un conocimiento positivo.

La Asociación Médica Mundial recomienda que sus miembros constituyentes y también los profesionales médicos

  1. Aboguen por un sistema de APS sostenible que brinde servicios integrados y completos que incluyan cuidados de promoción, prevención, curación, rehabilitación y paliativos.
  2. Aumenten la capacidad de resolución y disminuir la carga burocrática de la APS.
  3. Reafirmen la necesidad de servicios de APS de alta calidad a través de la elaboración y el uso de directrices clínicas, formación estandarizada y acreditación del personal de la APS.
  4. Desarrollen la autonomía profesional y la implicación en la gestión de los médicos de APS.
  5. Trabajen con los gobiernos nacionales y círculos académicos a fin de optimizar la educación superior y de postgrado del personal de APS. Estas medidas pueden incluir lo siguiente:
  • Elaborar y expandir los programas de educación médica para educar a los médicos de atención primaria en cantidad cada vez mayor.
  • Promover oportunidades de capacitación para graduados de medicina para satisfacer la demanda estimada del personal de APS, así como experiencias de atención primaria para todos los estudiantes que presenten niveles crecientes de responsabilidad estudiantil y uso de entornos ambulatorios y comunitarios.
  • Poner a disposición la Educación Médica Continua que considere las necesidades particulares del personal de la APS.
  • Abogar por el establecimiento de una educación especializada estructurada para médicos generales y médicos de familia u otros programas de educación especializada para médicos que trabajan en APS, darle prestigio y hacerlo atractivo.
  1. Asegurar que en un contexto de violencia o en un escenario militar, la APS también pueda ser entregada de acuerdo a las necesidades de la población, éticamente y con alta calidad.
  2. Proporcionar a los estudiantes orientación profesional relacionada con la elección de una especialidad de atención primaria y garantizar que los médicos de atención primaria estén bien representados como maestros, mentores y modelos a seguir para los futuros médicos.
  3. Mejorar la visibilidad de los miembros de la facultad de atención primaria y fomentar actitudes positivas hacia la atención primaria entre todos los miembros de la facultad.
  4. Insten a realizar esfuerzos para alinear la representación de los médicos de APS con médicos especializados/hospitalarios en la toma de decisiones políticas y organizaciones médicas nacionales y para disminuir los desequilibrios de remuneración inapropiados entre médicos con formación comparable en diferentes niveles de atención.
  5. Aboguen por sistemas de APS que involucren a pacientes y comunidades y que puedan adaptarse y responder a entornos específicos y necesidades de salud de la población.
  6. Apoyen el uso adecuado de tecnologías, sistemas de información, dispositivos digitales y herramientas de grandes datos que favorezcan y mejoren los servicios de APS.
  7. Apoyen la investigación sobre la prestación de servicios de salud en el ámbito de la atención primaria, fomentando la cultura investigadora.
  8. Cumplan con el compromiso internacional de los Estados de fortalecer la APS como un paso esencial para lograr la cobertura universal de salud, construir una APS sostenible y alcanzar el más alto nivel posible de salud (Declaración de Astana).
  9. Promover, a través de la APS una medicina más accesible, cercana y humana, centrada en la persona, y priorizando las necesidades e interés de los pacientes.

 

 

 

Adoptada por la 74ª Asamblea General de la AMM, Kigali, Ruanda, octubre 2023

 

INTRODUCCION

Comprender que las experiencias tempranas de la vida pueden afectar la salud en la vejez y que los principales impulsores de la salud se encuentran fuera de la atención médica es esencial para dirigir la acción para mejorar la salud donde más se necesita. Esto se ve respaldado por el párrafo 11 de la Observación General nº 14 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y por el artículo 24 de la Convención sobre los Derechos del Niño, que reconocen la importancia del papel del Estado a la hora de proporcionar un buen nivel de vida y un entorno saludable a sus ciudadanos. La Declaración de Oslo de la AMM sobre Determinantes Sociales de la Salud y la Declaración de la AMM sobre Desarrollo Sostenible reconocen que las condiciones, incluidas las ambientales, en las que las personas nacen, crecen, se educan, viven, trabajan y envejecen (a veces denominadas “sociales” o determinantes “más amplios”) influyen de manera importante en la esperanza de vida saludable, la calidad de vida[i] y la magnitud de las desigualdades en salud.

La salud humana es también un componente cardinal de la capacidad de una sociedad para prosperar; el deterioro de la salud humana afecta negativamente la productividad de una nación y, por lo tanto, la economía de una nación, lo que a su vez limita muchas acciones para prevenir la mala salud y prestar atención médica para tratar enfermedades.

Por lo tanto, además de los profesionales de la salud, muchos actores comparten la responsabilidad de preservar y mejorar la salud humana. Por ejemplo, la capacidad de influir en estos determinantes más amplios de la salud se distribuye entre múltiples departamentos gubernamentales.

Un desafío cardinal en la lucha para mejorar la salud de la población es el enfoque en el crecimiento económico a corto plazo, medido por el producto interno bruto (PIB)/ingreso nacional bruto (INB), como el principal impulsor de la política gubernamental.

La inversión en la salud de la población tiene un impacto económico positivo a largo plazo, pero el enfoque en el PIB/INB a menudo actúa en detrimento de la salud. Esto se debe a que muchas actividades aumentan el PIB/INB. como fumar daña la salud. Por el contrario, actividades como la lactancia materna y la crianza de los hijos que mejoran la salud no se miden en el PIB.

 

RECOMENDACIONES

Reconociendo esto, la Asociación Médica Mundial y sus miembros constituyentes en representación de sus miembros médicos llaman a los gobiernos a:

  1. Reconocer que los sistemas de salud que funcionan bien y accesibles para todos son importantes, pero los principales determinantes de la salud y el bienestar se encuentran fuera de la atención médica;
  2. Dar prioridad a la salud y el bienestar de la población a lo largo del curso de la vida en las decisiones de políticas gubernamentales, y incorporar parámetros de salud y bienestar de la población en las medidas de progreso y desempeño nacional;
  3. Reconocer que asegurar y salvaguardar la salud y el bienestar de la población son cruciales para un futuro sostenible;
  4. Promover la equidad en salud y abordar las desigualdades en cualquier esfera que existan, al apoyar las medidas que aborden los determinantes de la salud más amplios.

[i] Declaración de Oslo de la AMM sobre los Determinantes Sociales de la Salud – WMA – The World Medical Association

Adoptada por la 74ª Asamblea General de la AMM, Kigali, Ruanda, octubre 2023

 

INTRODUCCION

Las emergencias de salud pública (ESP) son eventos regulares que ponen en riesgo la vida y la salud de las poblaciones. Tienen múltiples orígenes y con frecuencia se caracterizan por la urgencia, la incertidumbre y el rápido aumento de las demandas a las que los servicios de salud pueden tener dificultades para responder. Las emergencias de salud pública con frecuencia trascienden los límites jurisdiccionales, lo que genera desafíos de coordinación para los gobiernos y otros actores. También pueden implicar desplazamientos de personas a gran escala. Algunas de las ESP están localizadas, algunas presentan amenazas de interés internacional. El cambio climático, los conflictos y los extremos de la desigualdad mundial son impulsores directos de las ESP.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la emergencia de salud pública como “una ocurrencia o amenaza inminente de una enfermedad o condición de salud, causada por bioterrorismo, enfermedad epidémica o pandémica, o (a) agente infeccioso nuevo y altamente fatal o toxina biológica, que plantea un riesgo sustancial de un número significativo de muertes humanas o incidentes o discapacidad permanente o a largo plazo”. Las emergencias de salud pública pueden resultar de una amplia gama de peligros y emergencias complejas.

Las ESP enfrentan a médicos, otros profesionales de la salud, autoridades públicas y, en ocasiones, a la comunidad internacional con graves desafíos. Aunque los principios éticos fundamentales en medicina permanecen sin cambios, la combinación de urgencia, incertidumbre y gran escasez de recursos de salud puede presentar a los profesionales de la salud dificultades extremas para aplicarlos. La tensión familiar en medicina entre las obligaciones con los pacientes individuales y las obligaciones con el bien público puede ser claramente pronunciada durante las ESP. Este es particularmente el caso cuando la necesidad de intervenciones para salvar vidas supera la oferta disponible. Las ESP también pueden requerir restricciones a los derechos y libertades individuales y de la población que presentan sus propios desafíos éticos.

Esta Declaración está enfocada en los aspectos de ética médica de las emergencias de salud pública.

 

PRINCIPIOS BÁSICOS

  1. Durante una ESP, los médicos y todos los demás profesionales de la salud deben considerar los siguientes principios:
  • La obligación de ayudar a reducir el sufrimiento general
  • La obligación de mostrar pleno e igual respeto a todos
  • El requisito de justicia y equidad en la asignación de recursos escasos
  • El requisito de que cualquier restricción a la elección o libertad individual debe ser proporcionada, legal y basada en evidencia
  • La obligación de maximizar los resultados generales de salud.
  1. Algunos médicos y profesionales de la salud se centrarán únicamente en los aspectos poblacionales de la respuesta a las ESP. Su principal preocupación será maximizar los beneficios y minimizar los daños a nivel de población. Los principios anteriores los guiarán en su búsqueda de obtener el mejor beneficio general para el mayor número de personas.

Cuestiones de particular preocupación ética durante las ESP

  1. Aunque los deberes éticos básicos de los médicos no cambian durante una ESP, su aplicación en ciertas áreas puede ser un desafío. Los asuntos de particular preocupación ética durante una ESP incluyen, pero no están limitados a:

Confidencialidad

  1. El acceso a grandes cantidades de datos precisos en tiempo real es una parte esencial de la respuesta de salud a muchas ESP. Los médicos y otros profesionales de la salud mantienen deberes ordinarios de confidencialidad con sus pacientes. La información se puede divulgar durante una ESP cuando un paciente o un representante legal consiente en su divulgación. En ausencia de consentimiento, dicha información puede divulgarse cuando existe una justificación legal o por razones imperiosas de interés público. La divulgación de información debe limitarse únicamente a la información necesaria para el tratamiento de las ESP. También se debe considerar garantizar el uso ético de los datos, incluido lo que sucede con ellos una vez que se logran los fines para los que fueron recopilados.

Consentimiento

  1. Los pacientes conservan el derecho de consentir o rechazar el tratamiento en todo momento durante una ESP. Algunas intervenciones obligatorias que no equivalen a tratamiento pueden ser aceptables cuando existe un mandato legal y ético que las respalde. Por ejemplo, cuando las personas presentan un riesgo grave de daño a otros y se niegan voluntariamente a aceptar las restricciones de salud pública necesarias, se puede considerar el confinamiento.

Restricciones de la Libertad

  1. Las ESP, particularmente cuando involucran patógenos transmisibles emergentes, pueden requerir restricciones en las libertades individuales y de la población. El distanciamiento social y el autoaislamiento son intervenciones de salud pública altamente efectivas y pueden ser obligatorias por ley durante una ESP. Cualquier interferencia en los derechos fundamentales, incluida la restricción a la libertad debe estar justificada en el bien público, necesaria, proporcionada, con base en los poderes y la autoridad otorgados legalmente, y solo impuesta durante el tiempo que sea necesario en base a la evidencia científica. Las necesidades básicas de toda persona confinada debe ser satisfechas en todo momento.

Compromiso público

  1. Las ESP pueden tener un efecto profundo en las personas, las comunidades y las sociedades. Con frecuencia se caracterizan por el miedo, la incertidumbre e implican graves trastornos socioeconómicos. Durante las ESP existe el riesgo de una circulación generalizada de información errónea, incluidas teorías de conspiración e intentos directos de socavar la experiencia médica y científica. La comunicación clara de información médica y científica basada en evidencia, incluida la justificación de cualquier decisión que afecte las funciones sociales o económicas, es esencial. Se deben tomar medidas activas para abordar la información errónea y la desinformación, especialmente cuando provienen de profesionales de la salud.
  2. Las ESP con frecuencia requieren decisiones políticas desafiantes que involucran compensaciones entre bienes fundamentales. Todas las personas afectadas tienen derecho a saber que se están tomando tales decisiones y los criterios en los que se basan las decisiones.

Asignación de recursos y triaje

  1. Las ESP graves a menudo se caracterizan por una escasez extrema de recursos de salud. Esto puede plantear decisiones difíciles a los médicos y otros profesionales de la salud. En circunstancias ordinarias se debe dar prioridad a aquellos con mayor necesidad de salud, siempre que tengan capacidad para beneficiarse de la intervención sanitaria. Aquellos con las mismas necesidades de salud tienen los mismos derechos a los recursos de salud, ya sea que la necesidad surja o no directamente de la ESP.
  2. En algunas circunstancias, cuando las necesidades de salud superen los recursos disponibles, puede ser necesario clasificar a los pacientes. El triaje es una forma de asignación de recursos que consiste en clasificar o priorizar a las personas según sus necesidades de salud y su probabilidad de responder a una intervención. En condiciones extremas, puede implicar dejar de lado a algunas personas para que no reciban tratamiento, mientras que otras tienen una mayor probabilidad de beneficiarse del tratamiento, o cuando se puede salvar a más personas.
  3. Cualquier forma de triaje debe basarse en principios éticos abiertos y defendibles y debe ser lo suficientemente flexible para responder a circunstancias que cambian rápidamente. El triaje debe basarse principalmente en factores determinados por la comunidad médica y directamente pertinentes para el estado de salud de una persona.
  4. También se debe prestar atención a las compensaciones en materia de salud derivadas de las decisiones tomadas para hacer frente a las emergencias de salud pública. Un enfoque en la lucha contra los patógenos transmisibles puede, por ejemplo, requerir que los recursos de salud se desvíen de otras necesidades de salud. Cualquier decisión de este tipo debe basarse en buenas razones morales.

Derechos e intereses de los profesionales de la salud

  1. Hay un límite a los riesgos que se puede esperar que los profesionales de la salud asuman durante el ejercicio de sus funciones en una ESP. Los médicos y otros profesionales de la salud deben tener conocimiento de las cuestiones éticas y legales y de la respuesta ante las catástrofes, incluidos sus derechos y responsabilidades para protegerse de los daños, las cuestiones relacionadas con sus responsabilidades y derechos como voluntarios y las cuestiones de responsabilidad asociadas. Cuando los profesionales de la salud están expuestos a riesgos, surgen los correspondientes deberes de los órganos de empleo para mitigar esos riesgos en la medida de lo posible.
  2. Los profesionales de la salud que respondan a las ESP deben estar debidamente equipados para hacer frente a los riesgos que enfrentarán, incluido el acceso a equipos de protección personal (EPP) adecuados en todo momento.
  3. Cuando los profesionales de la salud se enfrenten a riesgos como resultado de su función en respuesta a las ESP, puede ser apropiado que tengan acceso prioritario a intervenciones como las vacunas.

Investigación

  1. La investigación es una parte esencial de la respuesta sanitaria a las ESP. Los principios éticos que guían la investigación en condiciones ordinarias no se modifican durante las ESP. Sin embargo, emprender investigaciones en las ESP puede ser un desafío. Los que participan en la investigación también pueden ser particularmente vulnerables. Por lo tanto, es esencial que la investigación en ESP se lleve a cabo con total respeto por los principios establecidos en las Declaraciones de la AMM de Ginebra, Helsinki, principios éticos para investigación médica en seres humanos y Taipei, consideraciones éticas sobre las bases de datos de salud y biobancos.

ESP de preocupación internacional

  1. Algunas ESP, como las causadas por patógenos transmisibles o toxinas muy dispersas, pueden cruzar rápidamente las fronteras nacionales y presentar riesgos para la salud a nivel regional o mundial. Durante estas emergencias de interés internacional, los principios éticos descritos anteriormente permanecen sin cambios. Sin embargo, dada la persistencia de graves desigualdades mundiales, se debe prestar especial atención a las cuestiones transnacionales de justicia y equidad en la asignación de los recursos sanitarios.

 

Adoptada por la 73ª Asamblea General de la AMM, Berlín, Alemania, octubre 2022

 

INTRODUCCION

La interacción entre los médicos y sus parientes que piden atención médica puede ser compleja. Además, esta posibilidad está muy condicionada por los aspectos culturales. La interacción puede comenzar al pedir un simple consejo, consultar sobre una dolencia menor y con preguntas generales sobre la asistencia médica y la promoción de la salud. Esto puede intensificarse hasta solicitar atención médica e incluso cirugía. Los médicos a menudo son el primer contacto de apoyo médico y emocional para sus parientes. Los médicos pueden ofrecer atención inmediata en casos de urgencia y contribuir a un autocuidado bien informado en base a evidencia. Aparte de las urgencias, ofrecer información general sobre salud o para problemas de salud menores, los médicos deben evitar tratar a sus personas cercanas.

Los principios éticos que rigen el trabajo de los médicos son igualmente importantes y válidos cuando se atiende a parientes. El respeto de la autonomía puede verse comprometido por la falta de privacidad, las violaciones involuntarias de la confidencialidad y la falta de solicitud del consentimiento informado. La relación con el médico podría comprometer la capacidad del paciente de tomar decisiones independientes.

Atender a parientes puede suponer un reto en las siguientes circunstancias:

  • Cuando la objetividad se ve comprometida y afectada decisivamente por factores emocionales, podría existir el riesgo de, o bien no atender bien a sus parientes o atenderlos demasiado, o bien que se encuentren con problemas que vayan más allá de la experiencia o capacidades del médico que pueden causar daños graves.
  • Cuando existen posibles obstáculos para considerar la existencia del historial médico sensible o realizar un examen físico adecuado, que puede dar lugar a un diagnóstico y tratamiento médicos incorrectos.
  • Cuando el médico no cumple ciertos requisitos relacionados con el historial clínico del paciente, lo que puede presentar dificultades si el paciente relacionado necesita un tratamiento de seguimiento o si surgen problemas de responsabilidad.
  • Cuando un resultado médico negativo pudiera comprometer la relación entre el médico y el paciente relacionado.
  • Cuando el tratamiento no es en beneficio o va en contra de la voluntad del paciente.
  • Cuando el médico corre el riesgo de otorgar ventajas indebidas al pariente, tal vez sin intención y inconscientemente.

 

RECOMENDACIONES

  1. Los médicos deben evitar actuar sistemáticamente como el médico de atención primaria del pariente o servir como el médico asistente cuando traten una enfermedad que sea potencialmente un peligro para la vida. Los médicos pueden prestar atención a un pariente en caso de urgencia, por problemas de salud menores o cuando no haya otro médico cualificado disponible.
  2. Los pacientes relacionados pueden pedir una segunda opinión sobre la atención de otro médico. Si se comparte una segunda opinión, debe ser consistente con estas recomendaciones y cumplir con los deberes de médicos hacia los colegas. Se debe tener cuidado de abordar solamente el tratamiento más apropiado y recomendado, en lugar de cualquier opinión sobre la atención y consejo del otro médico tratante.
  3. Si el médico trata a un pariente, el médico debe tener en cuenta lo siguiente:
  • El estricto respeto por la ética médica, la autonomía del paciente y su consentimiento, con especial consideración por los menores.
  • El médico tiene el deber de respetar el derecho de un paciente a la confidencialidad y no debe revelar información a nadie más sin fundamento jurídico, incluidos otros familiares, con la excepción de la documentación clínica necesaria cuando lo derive a otro personal de salud.
  • Si un pariente tiene la intención de obtener una segunda opinión sobre la atención de otro médico, esta intención debe ser respetada.
  • El paciente o los menores competentes deben otorgar el consentimiento para el tratamiento, y para que dicho consentimiento sea válido, debe ser plenamente informado.
  • Según la naturaleza de la relación, tomar un historial sensible y realizar un examen físico puede ser emocionalmente difícil o incómodo para el paciente o el médico. En tales situaciones, el médico y el paciente deben considerar consultar a otro médico.
  • Se debe mantener un historial claro y conciso del paciente en todo momento.
  1. Si el médico no puede aceptar las recomendaciones anteriores, debe evitar atender a parientes.
  2. Aunque se insta a los médicos a no atender a sus parientes excepto en determinadas circunstancias, se reconoce que a menudo sus parientes les piden consejo o tratamiento médicos, y su ayuda es frecuentemente beneficiosa y apreciada.
  3. En todas las circunstancias, los médicos deben hacer todo lo posible por mantener los más altos estándares profesionales y éticos, de acuerdo con la Declaración de Ginebra, el Código Internacional de Ética Médica de la AMM y la Declaración de Lisboa de la AMM sobre los Derechos del Paciente.

 

Adoptada por la 73ª Asamblea General de la AMM, Berlín, Alemania, octubre 2022

 

INTRODUCCION

El envejecimiento de la población por el aumento de la esperanza de vida, es uno de los principales retos a los que se enfrentan muchos sistemas sanitarios dado el creciente volumen de recursos que han de afrontar para la atención sanitaria de la población mayor. Esto tensiona esos sistemas, ya que el envejecimiento ocasiona una mayor demanda de asistencia, con una gran dependencia del complejo médico-farmacéutico–hospitalario. Por otra parte, las personas mayores son percibidas como receptores de ayudas, de cuidados y de apoyo económico, y esto es inexacto, ya que realizan notables aportaciones al bienestar de su entorno, lo cual tiene un alto valor social.

El aumento de la longevidad debe ir acompañado de los niveles de calidad apropiados, promoviendo la salud, reduciendo los factores de riesgo y proporcionando servicios sanitarios y sociales que sean accesibles, asequibles, sostenibles y de calidad

La edad biológica nunca debe utilizarse como base para la discriminación, si bien, puede ser un factor relevante para la toma de decisiones médicas, por lo que la referencia a la edad puede ser profesionalmente sólida.

Discriminación sanitaria en pacientes de edad avanzada

Las personas de edad sufren toda clase de discriminaciones, siendo una de las principales, la que se refiere a la salud. Los mayores suelen ser percibidos como una carga que pesa sobre los sistemas sanitarios y su sostenibilidad financiera. Las personas mayores no son únicamente responsables del aumento de los costos sanitarios en los países desarrollados. Hay otros factores que desempeñan un papel fundamental en los costos sanitarios, como la mejora del nivel de vida, la accesibilidad a los servicios sanitarios, la calidad de la atención o el uso de nuevas tecnologías.

El racionamiento de ciertos procedimientos diagnósticos o terapéuticos costosos y que consumen mucho tiempo o entornos particulares que tienen una cierta intensidad de atención más costosa es más común en la población de edad avanzada. Los ensayos clínicos a menudo excluyen a pacientes de cierta edad, incluso si cumplen con los criterios de inscripción.

La edad se ha convertido en una barrera a la hora de someter a los pacientes a determinadas intervenciones. Las razones suelen ser físicas, pero subyacen motivaciones económicas, como que el tiempo de recuperación es mayor, aumentando la estancia hospitalaria, o bien alegando que los recursos son escasos y que las personas mayores tienen una menor esperanza de vida.

Existe acuerdo en que desde el punto de visa fisiológica y psicológico, los factores determinantes de la salud en el envejecimiento están intrínsecamente relacionados con el género, por lo que las soluciones deben abordar necesariamente la distinción de géneros para paliar las desigualdades.

La discriminación sanitaria en las personas mayores puede tener un impacto negativo en su bienestar físico, mental y social y contribuye al deterioro de su calidad de vida, a la pérdida de autonomía, de confianza, de seguridad y de un estilo de vida activo, disminuyendo a su vez sus niveles de salud. Por lo tanto, es un tema complejo que requiere la participación de profesionales, instituciones, sistemas de salud y autoridades. Para abordar esta discriminación es necesario la concienciación y la coordinación con la ayuda de los principios morales y legales.

La necesidad de un enfoque holístico

El sistema sanitario no siempre se adapta a las necesidades cambiantes de la población, como puede ocurrir con algunos hospitales, que están diseñados para atender a pacientes adultos con enfermedades agudas, pero no a pacientes mayores con enfermedades crónicas.

El aumento de la longevidad debe ser acompañado del más alto estándar de calidad asistencial, promoviendo la salud, reduciendo los factores de riesgo, y proporcionando unos servicios sanitarios y sociales, accesibles, sostenibles y de calidad. Se debe poner énfasis a una medicina centrada en la persona que cure, cuide, alivie y consuele.

El deber ético del médico

En línea con la Declaración de Ginebra de la AMM, los médicos deben esforzarse en mejorar la salud, el bienestar y la calidad de vida para todos los pacientes, sin ninguna forma de discriminación hacia los mayores.

 

RECOMENDACIONES

Recordando sus Declaraciones de Ginebra y de Lisboa sobre los Derechos del Paciente y la Declaración sobre el Envejecimiento, la AMM hace las siguientes recomendaciones:

A los gobiernos, asociaciones médicas y médicos

  1. Como acciones prioritarias, defender los derechos humanos y la salud de todas las personas, incluidos las mayores, así como garantizar el respeto de su dignidad.

A los gobiernos

  1. Hacer una buena política sanitaria apropiada y no discriminatoria sobre los mayores basándose en el uso eficiente de todos los recursos sanitarios disponibles.
  2. Establecer medidas para erradicar la discriminación de las personas mayores en la atención sanitaria.
  3. Proporcionar recursos suficientes que contemplen una adecuada atención sanitaria a las personas mayores.

A la AMM, sus miembros y la profesión médica en general

  1. Comprometerse en eliminar todas las formar de discriminación por motivos de salud y edad.
  2. Promover la formación de los médicos de atención primaria en el abordaje de los problemas de salud del anciano.
  3. Promover el desarrollo de la especialidad de geriatría o una formación suplementaria de postgrado e incrementar el número de médicos de este campo y de una cantidad adecuada de los servicios geriátricos en los hospitales y consultores, para promover una atención integral de las personas mayores.
  4. Concienciar y actuar ante las discriminaciones de los mayores.
  5. Promover prácticas, éticas, responsables, eficaces y eficientes con las personas mayores.
  6. Establecer normas éticas que velen para impedir la discriminación de cualquier persona por razones de edad.
  7. Tratar de incluir activamente a las personas mayores en la investigación científica médica.

A los médicos

  1. No limitar o impedir al paciente su autonomía en base a su edad.
  2. Prestar una atención sanitaria de calidad científica y humana conforme a una buena práctica médica a todos los pacientes, sin discriminación alguna.
  3. No aplicar limitaciones sólo por razones de edad en los protocolos de diagnóstico y tratamiento.
  4. Denunciar las discriminaciones que se conozcan en la atención sanitaria a los mayores.

Adoptada por la 73ª Asamblea General de la AMM, Berlín, Alemania, octubre 2022

 

INTRODUCCION

El racismo está basado en la idea falsa en que los seres humanos se pueden clasificar en superiores o inferiores en los rasgos físicos heredados. Este peligroso modelo social no tiene ninguna base en la realidad biológica; sin embargo, las políticas y las ideas racistas han sido utilizadas y todavía lo son para perpetuar, justificar y sostener un trato desigual.

A pesar de que las razas no existen en un sentido genético, en algunas culturas las categorías raciales se utilizan como una forma de expresión o identidad cultural o un medio de reflejar experiencias históricas compartidas. Este es un aspecto de los conceptos de “etnia” o “ancestros”.

Reconociendo que las palabras “raza” y “racial” tienen connotaciones diferentes en contextos lingüísticos y culturales distintos, estos términos son utilizados en este documento para designar categorías sociales y no una realidad biológica.

Aunque la falsa amalgama de categorías raciales con rasgos biológicos o genéticos inherentes no tiene una base científica, el impacto perjudicial que la discriminación racial tiene en las comunidades históricamente marginalizadas o consideradas minorías está bien documentada. La experiencia del racismo en todas sus formas – por ejemplo, interpersonal, institucional y sistémica – está reconocida como un determinante social de la salud y una fuerza motriz en las desigualdades persistentes en salud, como se establece en la Declaración de Oslo de la AMM sobre los Determinantes Sociales de la Salud. Estas pueden estar compuestas por otros factores como el origen nacional, la edad, el género, la orientación sexual, la religión, la posición socioeconómica, las discapacidades y otros. Las personas víctimas de racismo a menudo también están afectadas de manera negativa por otros determinantes sociales de la salud.

La violencia racialmente motivada y la evidente parcialidad, la discriminación en la vivienda y el empleo, la desigualdad en educación y salud, la injusticia ambiental, las microagresiones diarias, las diferencias salariales y el legado del trauma intergeneracional que experimentan los que sufren racismo son sólo algunos de los muchos factores que pueden tener un impacto en la salud y demuestran porqué el racismo es una amenaza seria para la salud pública. Estas y otras barreras estructurales que enfrentan las comunidades marginalizadas históricamente pueden producir índices desproporcionados de mortalidad infantil y materna y ciertas enfermedades, conflictos de salud mental, índices de salud más bajos y también esperanzas de vida más cortas.

Racismo en la medicina

Con la Declaración de Ginebra de la AMM, el juramento del médico, el médico promete respetar la dignidad de todos los pacientes, respetar a los profesores, colegas y estudiantes y “no permitir que las consideraciones de edad, enfermedad o discapacidad, credo, origen étnico, género, nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, posición social o que ningún otro factor intervenga entre el deber [del médico] y el paciente”.

No obstante, el racismo en todas sus formas también existe en la medicina en el mundo y tiene un impacto directo en los pacientes y su salud. Las desigualdades raciales sistémicas en el acceso a la atención y los recursos de la salud a nivel mundial y local pueden traducirse en disparidades en la situación sanitaria.

A nivel interpersonal, los perjuicios y los estereotipos que tengan los profesionales médicos pueden llevarlos a rechazar pacientes o ser displicentes de los síntomas de pacientes de comunidades marginalizadas, lo que puede producir una comunicación insuficiente, al igual que un tratamiento inapropiado o retrasado. El racismo puede impedir o afectar la base de la confianza que es esencial en la buena relación médico-paciente.

Los médicos de comunidades marginalizadas también sufren racismo de parte de los pacientes, otros médicos y profesionales de la salud. Este puede ser en forma de hostigamiento, acoso y menoscabo profesional en el lugar de trabajo. Estas experiencias angustiosas no sólo pueden tener un impacto en la salud y el bienestar del médico, sino también en su desempeño. También pueden producir que los médicos marginalizados tengan menos confianza para plantear sus inquietudes sobre la seguridad del paciente por miedo a ser culpabilizados o sufrir consecuencias adversas. Las grandes y crecientes disparidades raciales en el tratamiento profesional adecuado y las oportunidades de progreso pueden tener un impacto en las trayectorias de las carreras de los médicos.

Además, el racismo sistemático puede crear barreras para entrar a la profesión médica para ciertos grupos excluidos históricamente, lo que lleva a una falta de representación y que puede contribuir a resultados adversos de salud para los pacientes. Estas barreras son causadas por una variedad de factores, incluido un sesgo implícito y explícito en las prácticas de admisiones y contrataciones, una falta en los ámbitos profesionales inclusivos y disparidades raciales permanentes en el financiamiento de la educación.

La profesión médica que es representativa de la población es crucial para abordar las desigualdades en salud entre los pacientes.

Racismo en la educación médica

En la educación médica, el sesgo implícito y explícito no sólo impacta el proceso de admisión, sino que también el currículo, la creación de facultades y cómo se tratan y evalúan a los estudiantes marginalizados. Los ambientes de aprendizaje no inclusivos y peligrosos pueden dejar a los estudiantes con menos recursos con un mayor riesgo de ansiedad y depresión. Además, los materiales de aprendizaje y los currículos a menudo no reflejan una diversidad de experiencias, imaginería y presentación de enfermedades ni abordan el problema del racismo en la medicina de manera frontal.

Racismo en la investigación médica/revistas médicas

El racismo estructural también influencia la participación y en consecuencia la inclusión en la investigación médica. Ejemplos históricos de experimentación o investigación contrarias a la ética sin consentimiento informado realizadas en las comunidades marginalizadas han tenido como resultado un alto nivel de desconfianza en el sistema médico. Por otra parte, la exclusión de grupos marginalizados de los ensayos clínicos lleva a una falta de datos sobre cómo ciertos medicamentos, tratamientos o condiciones de salud podrían impactar a las personas en dichos grupos. La falta de transparencia de datos raciales puede presentar una poca comprensión de cómo las disparidades raciales pueden producir desigualdades en salud. También puede poner en peligro el potencial de la inteligencia artificial para revelar y suprimir los sesgos en medicina. Los algoritmos son tan inclusivos como los profesionales de la salud y la tecnología que los crean.

Además, las revistas médicas – guardianes de la investigación basada en evidencia – por lo general han descuidado tratar el asunto del racismo y su impacto en las desigualdades de salud, al igual que abordar la baja representación entre los que toman las decisiones en las revistas y los autores.

 

DECLARACION

Por lo tanto, la Asociación Médica Mundial

  • condena inequívocamente el racismo en todas sus formas y dondequiera y cuando que se produzca
  • declara que el racismo es una amenaza para la salud pública
  • reconoce que el racismo es estructural y está profundamente arraigado en la atención médica.
  • afirma que el racismo se basa en una construcción social sin base en la realidad biológica y que cualquier esfuerzo por reclamar la superioridad explotando los supuestos racistas es poco ético, injusto y dañino.
  • reconoce que la experiencia del racismo es un determinante social de la salud y responsable de las persistentes inequidades en salud
  • se compromete a promover activamente la equidad y la diversidad en la medicina y a luchar por un entorno de salud inclusivo y equitativo.

 

RECOMENDACIONES

La AMM insta a sus miembros y a todos los médicos a:

  1. promulgar la declaración antes mencionada en sus propias organizaciones;
  2. reconocer el impacto nocivo del racismo en la salud y el bienestar de las comunidades marginadas y actuar en consecuencia;
  3. promover el acceso equitativo y a otros recursos sanitarios a nivel local, nacional y mundial;
  4. comprometerse a trabajar activamente para desmantelar las políticas y prácticas racistas en la atención médica y defender políticas y prácticas antirracistas que apoyen la equidad en la atención médica y la justicia social;
  5. implementar cambios organizacionales e institucionales para fomentar la diversidad en la profesión médica y las organizaciones que la apoyan;
  6. Apoyar y, cuando sea posible, implementar admisiones y cambios curriculares en la educación médica que promuevan la inclusión y creen conciencia sobre el impacto nocivo del racismo en la salud;
  7. promover entornos de aprendizaje justos y seguros en la educación médica;
  8. Promover un acceso equitativo a educación médica de calidad y de salud pública;
  9. centrar las experiencias de los médicos de comunidades subrepresentadas para garantizar la visibilidad de los modelos a seguir y fomentar un sentimiento de inclusión y empoderamiento entre los futuros estudiantes de comunidades históricamente marginadas;
  10. garantizar entornos de trabajo seguros, de apoyo y respetuosos para todos los médicos, incluidos los de comunidades históricamente marginadas;
  11. establecer canales para que los médicos y estudiantes de medicina denuncien de manera segura los casos de acoso o prejuicio por motivos raciales;
  12. promulgar medidas disciplinarias contra los autores de acoso racial o prejuicios en la profesión médica e implementar medidas para evitar dicho acoso y discriminación, para proteger a sus víctimas y eliminarlos del ambiente médico;
  13. tomar medidas para identificar las lagunas en la investigación y promover la investigación basada en evidencias sobre el impacto del racismo en la salud;
  14. instar a las revistas médicas a amplificar las voces de los investigadores médicos y expertos en salud de comunidades subrepresentadas e históricamente excluidas;
  15. hacer todos los esfuerzos para promover la representación en ensayos clínicos llevados a cabo éticamente de acuerdo con la Declaración de Helsinki de la AMM como un medio para promover la equidad en salud;
  16. promover nuevas investigaciones sobre el impacto del racismo en el sistema sanitario.

Adoptada por la 35ª Asamblea Médica Mundial Venecia, Italia, octubre 1983
Revisada por la 57a Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y por la 73ª Asamblea General de la AMM, Berlín, Alemania, octubre 2022

 

INTRODUCCION

Cuando un paciente está grave y no es posible restaurar su salud, con frecuencia el médico y el paciente se ven enfrentados a un conjunto de decisiones complejas relativas a los tratamientos médicos.

El final de la vida debe ser reconocido y respetado como una parte importante en la vida de una persona.

Los avances en la cencia médica han aumentado la capacidad de los médicos para abordar varios asuntos relacionados con el final de la vida. Aunque la prioridad de la investigación para curar las enfermedades no debe verse comprometida, se debe poner más atención a crear tratamientos paliativos y la evaluación y la respuesta a los aspectos físicos, psicológicos, sociales y espirituales o existenciales una enfermedad terminal y otras condiciones al final de la vida.

La AMM se mantiene firmemente opuesta a la eutanasia y al suicidio con ayuda médica, como se estipula en la Declaración de la AMM sobre Eutanasia y suicidio con ayuda médica.

La atención éticamente apropiada al final de la vida debe promover de manera rutinaria la autonomía del paciente y la toma de decisiones compartida, y ser respetuoso de los valores del paciente, su familia o allegados y representante(s). La AMM reconoce que las actitudes y creencias hacia la muerte y el morir varían ampliamente de una cultura a otra y entre las diferentes religiones, y los recursos de cuidados paliativos se distribuyen de manera desigual. El enfoque de la atención médica al final de la vida se verá influido significativamente por estos factores y, por lo tanto, intentar elaborar pautas universales detalladas sobre la atención terminal no es práctico ni inteligente. Por lo tanto, la AMM articula lo siguiente:

 

RECOMENDACIONES

Manejo del dolor y de los síntomas

  1. Los cuidados paliativos al final de la vida son parte de una buena atención médica. El objetivo de los cuidados paliativos es mantener la dignidad del paciente y la ausencia de síntomas angustiantes. Los planes de atención deben hacer hincapié en mantener al paciente lo más cómodo posible y controlar el dolor del paciente, al mismo tiempo que se reconoce la importancia de la atención a las necesidades sociales, psicológicas y espirituales del paciente, su familia y sus allegados.
  2. El manejo clínico del dolor en los pacientes terminales es de mucha importancia para el alivio del sufrimiento. La Resolución de la AMM sobre el Acceso a un tratamiento adecuado del dolor (2020) presenta recomendaciones para los médicos y gobiernos que optimizan el tratamiento del dolor y otros síntomas angustiantes. Los médicos y las asociaciones médicas nacionales deben hacer una promoción para difundir y compartir la información sobre el manejo del dolor, a fin de asegurarse que todos los médicos involucrados en la atención terminal tengan acceso a las mejores normas de práctica y a los tratamientos y métodos más corrientes disponibles. Las asociaciones médicas nacionales deben oponerse a las leyes o reglamentaciones que impiden indebidamente que los médicos brinden un tratamiento intensivo y clínicamente adecuado de los síntomas de los pacientes al final de la vida de acuerdo con las mejores prácticas reconocidas.
  3. Cuando un paciente con una enfermedad terminal experimenta un dolor intenso u otros síntomas clínicos angustiantes que no responden a un tratamiento paliativo intensivo y específico de los síntomas, puede ser apropiado ofrecer sedación a la inconsciencia como una intervención de último recurso. La sedación para la inconsciencia nunca debe usarse para causar intencionalmente la muerte de un paciente y debe restringirse a pacientes en las etapas finales de una enfermedad terminal. Se deben hacer todos los esfuerzos posibles para obtener el consentimiento del paciente o de los sustitutos del paciente.
  4. Los cuidados paliativos suelen ser proporcionados por equipos multidisciplinarios, de equipos sanitarios. Cuando sea posible, el médico debe ser el líder del equipo, siendo responsable, entre otras obligaciones, de los planes de diagnóstico y tratamiento médico. Un registro médico cuidadosamente mantenido es de suma importancia. La justificación de todas las intervenciones para el manejo de los síntomas, incluidos los fármacos para aliviar el dolor, debe documentarse en el registro médico, incluido el grado y la duración de la sedación y las expectativas específicas para continuar, retirar o retener futuros tratamientos de soporte vital.
  5. El equipo de atención médica debe promover la atención colaborativa del paciente y brindar apoyo para el duelo después de la muerte del paciente. Las necesidades de los niños y las familias o de los allegados pueden requerir especial atención y competencia, tanto cuando los niños son pacientes como cuando dependen de los pacientes.

Educación e investigación

  1. La educación de los profesionales de la salud debe incluir la enseñanza de la atención médica de la enfermedad terminal. Cuando no exista, se debe considerar la creación de la medicina paliativa como una especialidad médica. En los países donde la medicina paliativa no es una especialidad reconocida, la formación de postgrado en medicina paliativa no obstante puede mejorar la calidad de los cuidados paliativos que se proporcionan.
  2. La educación médica debe ayudar a desarrollar las habilidades necesarias para aumentar la prevalencia y la calidad de una planificación significativa de la atención anticipada del paciente para los pacientes con enfermedades potencialmente mortales y el derecho de los pacientes a utilizar directivas anticipadas por escrito que describan sus deseos y objetivos con respecto a la atención en caso de que no puedan comunicarse. Los médicos deben recibir educación para instar a sus pacientes a documentar formalmente sus metas, valores y preferencias de tratamiento y a designar un sustituto para tomar decisiones de atención médica con quien el paciente pueda discutir por adelantado sus valores con respecto a la atención médica y el tratamiento.
  3. Se insta a los gobiernos y las instituciones de investigación a invertir recursos adicionales en el desarrollo de tratamientos para mejorar la atención al final de la vida. Esto incluye, entre otros, el apoyo a la investigación sobre atención médica general, tratamientos específicos, implicaciones psicológicas y organización para mejorar la atención al final de la vida.
  4. Cuando utilice tratamientos, el médico debe considerar cuidadosamente el equilibrio entre los beneficios previstos para el paciente y el daño potencial. Las asociaciones médicas nacionales deben apoyar la elaboración de pautas de tratamiento paliativo.
  5. El médico también debe comunicar al paciente la voluntad de discutir en cualquier momento el curso natural de la enfermedad y qué esperar durante el proceso de muerte, al tiempo que proporciona orientación sobre tratamientos y alternativas que podrían aliviar el sufrimiento del paciente, incluidos los cuidados paliativos o la psicoterapia. Si un paciente indica el deseo de morir o expresa pensamientos suicidas, el médico tiene el deber de entablar conversaciones abiertas y confidenciales con el paciente para comprender los motivos y el razonamiento detrás de estos pensamientos.
  6. Los médicos deben ayudar al paciente moribundo a mantener una calidad de vida óptima al controlar los síntomas y satisfacer las necesidades psicológicas y espirituales permitir que el paciente muera con dignidad y tranquilidad. Los médicos deben informar a los pacientes sobre la disponibilidad, los beneficios y otros aspectos de los cuidados paliativos. Las conversaciones sobre las preferencias de los pacientes deben iniciarse temprano, ofrecerse de forma rutinaria a todos los pacientes y deben revisarse regularmente para explorar cualquier cambio que los pacientes puedan tener en sus deseos, especialmente a medida que cambia su condición clínica. La información y comunicación entre el paciente, su familia o allegados, los sustitutos y los miembros del equipo de salud son uno de los pilares fundamentales de la atención de calidad al final de la vida
  7. El médico debe tratar de identificar, comprender y atender las necesidades psicológicas y espirituales de sus pacientes, especialmente las relativas a los síntomas físicos del paciente. El médico debe tratar de asegurarse que los recursos psicológicos, sociales y espirituales estén disponibles para los pacientes, sus familias y allegados, a fin de ayudarlos a tratar la ansiedad, el miedo y la pena asociadas a la enfermedad terminal.
  8. Los médicos deben instar a los pacientes a designar un representante/sustitutos que tome las decisiones que no están expresadas en la voluntad anticipada. En particular, el médico debe abordar los deseos del paciente con respecto a las intervenciones para mantenerlos en vida y también las medidas paliativas que puedan tener el efecto adicional de acelerar la muerte. Debido a que las directivas anticipadas documentadas a veces no están disponibles en situaciones de emergencia, los médicos deben enfatizar a los pacientes la importancia de discutir las preferencias de tratamiento con personas que probablemente actúen como sustitutos en la toma de decisiones de atención médica. Cuando sea posible y lo haya consentido el paciente, se debe incluir al representante/sustituto que toma las decisiones por el paciente en estas conversaciones.
  9. Si el paciente tiene la capacidad de tomar decisiones, se debe respetar su derecho autónomo a rechazar cualquier tratamiento o intervención, incluso si la vida del paciente puede acortarse. Los médicos deben asegurarse de que el paciente sea tratado adecuadamente para el dolor y los malestares antes de obtener el consentimiento para la atención al final de la vida, a fin de asegurarse que el sufrimiento físico y mental innecesario no interfiera con la toma de decisiones. La legislación sobre la capacidad de toma de decisiones en los pacientes menores de edad varía mucho, pero se alientan las conversaciones con la familia y el niño, si es posible.
  10. Cuando el paciente muera, el médico puede aplicar medios necesarios para mantener viables los órganos para trasplantes, siempre que proceda de acuerdo con las normas éticas establecidas en la Declaración de Sídney de la AMM sobre la Certificación de la muerte y la recuperación de órganos. Además, todo trasplante debe estar en acuerdo con los principios estipulados en la Declaración de la AMM sobre Donación de órganos y tejidos.

Adoptada por la 72ª Asamblea General de la AMM (en línea), Londres, Reino Unido, octubre 2021

 

INTRODUCCION

Durante la última década, las presiones de suministro han resultado en escasez de ciertos medicamentos, incluidas las vacunas. En muchas situaciones, esta escasez es el resultado de la priorización de objetivos económicos por sobre la salud pública Estas carencias son perjudiciales para el bienestar del paciente, para la preservación de la salud pública y para la organización de los sistemas de salud.

El mundo está cambiando rápidamente: el progreso tecnológico, los avances radicales en la comunicación y el acceso a la información y el surgimiento de grandes corporaciones multinacionales están transformando el panorama global, incluida la industria farmacéutica. Desafortunadamente, algunos de estos cambios conducen a la producción y venta de productos médicos que no cumplen con los estándares de calidad, ya sea debido a procesos de fabricación o almacenamiento delictivas y la distribución de medicamentos de calidad inferior o falsificados.

Según el Sistema Mundial de Vigilancia y Monitoreo de la OMS para Productos Médicos de calidad Subestándar y Falsificados (GSMS), en países de ingresos bajos y medianos, aproximadamente un medicamento de cada 10 es deficiente o está falsificado. Esto no se limita a los medicamentos más caros o las marcas más conocidas, sino que también afecta a los productos genéricos y patentados en igual medida. Los medicamentos con mayor frecuencia denunciados son los antimicrobianos y los antipalúdicos.

La AMM reafirma su apoyo a la declaración sobre Medicamentos biosimilares, la resolución sobre Prescripción de medicamentos y la Sustitución de medicamentos y resistencia antimicrobiana.

El uso racional de medicamentos implica asegurar que la investigación, regulación, producción, distribución, prescripción, financiación, dispensación y administración adecuada de los medicamentos cumpla con criterios científicos, profesionales, económicos y sociales coherentes y racionales.

Desde el punto de vista sanitario, la escasez de medicamentos es inaceptable, ya que tiene un impacto negativo en la confianza de los pacientes, de los médicos, de los farmacéuticos y del sistema sanitario, genera inseguridad e incertidumbre al no garantizar la continuidad del tratamiento con el riesgo que esto supone.

A fin de combatir la intolerable pérdida de oportunidades que representa la escasez de medicamentos para los pacientes, que afecta la confianza de los ciudadanos en el sistema de salud, la AMM pide la implementación de las siguientes recomendaciones:

 

RECOMENDACIONES

Disponibilidad de los medicamentos

  1. Como desafío de salud pública y preocupación por la seguridad, la AMM insta a los gobiernos a mejorar la disponibilidad de los medicamentos:
  1. Los gobiernos nacionales y las autoridades reguladoras deben:
  • Establecer un organismo nacional encargado de recopilar y compartir información sobre la demanda y el suministro de medicamentos dentro de su jurisdicción, estableciendo normas y mecanismos que garanticen la continuidad del suministro de los medicamentos y evite el desabastecimiento.
  • Mejorar el monitoreo de la cadena de suministro de medicamentos, ya que las estructuras reguladoras débiles hacen que sea particularmente difícil aplicar buenas prácticas de distribución de productos médicos.
  • Crear estrategias de mitigación para abordar la dependencia excesiva de la fabricación extranjera de medicamentos, debido a la reubicación y centralización de la mayoría de las estructuras que producen ingredientes farmacéuticos activos utilizados en la composición de medicamentos esenciales.
  • Alentar a las autoridades sanitarias nacionales a tener suministros adecuados de medicamentos esenciales para minimizar el riesgo de deficiencias. De hecho, la crisis de salud de Covid-19 ha puesto de relieve la oferta limitada de existencias que los estados tenían y los ha obligado a organizar y restringir el acceso a ciertos medicamentos.
  • En caso de epidemias globales, agrupar la investigación científica y los ensayos clínicos, a fin de acelerar la elaboración de vacunas o tratamientos para erradicar la pandemia.
  • Apoyar iniciativas legislativas y reglamentarias que aseguren la capacidad nacional adecuada para producir productos farmacéuticos como una cuestión de bienestar público y seguridad nacional.
  • Identificar e introducir mecanismos sostenibles que aseguren el almacenamiento suficiente y el acceso a los medicamentos necesarios.
  • Promover la cooperación entre gobiernos en la prevención y gestión de la escasez de medicamentos y vacunas.
  • Alentar a los gobiernos a ser más directivos con respecto a la industria farmacéutica, específicamente en términos de ajustar las cuotas, expeditar las probaciones y la importación de medicamentos alternativos cuando las compañías farmacéuticas no pueden garantizar suministro continuo y adecuado de medicamentos.
  • Considerar la posibilidad de exigir a los fabricantes de medicamentos que establezcan un plan para la continuidad del suministro de medicamentos y vacunas vitales para evitar la escasez de producción siempre que sea posible.
  • Garantizar la transparencia, el intercambio y la disponibilidad de información de calidad procedente de fuentes fiables con el fin de generar confianza y facilidad de comunicación entre todas las partes interesadas, desde los profesionales de la salud hasta los pacientes. Cuando exista escasez, los gobiernos deben divulgar y enumerar todas las causas a todas las partes interesadas.
  • Permitir que los Estados miembros de la AMM adquieran, a través de contratos comunes de suministro, productos sanitarios y vacunas en cantidades suficientes durante una pandemia y así tener una mayor influencia en las negociaciones con los laboratorios.
  • Evitar el enfoque de «primero en llegar, primero en ser servido», especialmente durante una pandemia, que conduce a una competencia contraproducente que actúa en contra de la protección de la salud pública.
  • Permitir un nivel industrial de seguridad del suministro en consonancia con el despliegue del programa de Interpol de lucha contra la delincuencia farmacéutica.

Seguridad de los medicamentos

  1. El objetivo es establecer procesos de adquisición activos para garantizar la continuidad del suministro de medicamentos de calidad y garantizar su seguridad.
  1. Los elementos de los procesos de adquisiciones activos de alta calidad incluirían:
  • Cuantificación mejorada, incluida la previsión.
  • Comunicación directa entre las agencias de adquisiciones y los fabricantes en torno a cuestiones de capacidad sostenible.
  • Enfoques deliberados y considerados adaptados a la situación específica de cada producto (contratos a largo plazo, a corto plazo, fraccionados, etc.).
  • Precios responsables que valoren la calidad.
  • Contratación vinculante significativa.
  • Introducir marcos que limiten el acaparamiento innecesario de medicamentos, así como la eliminación innecesaria de los medicamentos no utilizados con el fin de mantener la calidad de sus propiedades farmacéuticas.
  • Alentar a los gobiernos a promover el intercambio público de información sobre los precios reales de los medicamentos. Las autoridades deben regular y limitar la posibilidad de acuerdos de descuento y precios confidenciales en la evaluación de métodos de medicamentos. El sistema debe ser más transparente en todos los ámbitos, incluida la evaluación de nuevos medicamentos.
  1. La AMM enfatiza que la calidad de los medicamentos es un imperativo de salud pública y recomienda que las asociaciones médicas nacionales y los médicos miembros deben:
  • Sensibilizar al público y a los profesionales sobre los productos falsificados y de calidad inferior.
  • Crear una lista de medicamentos «esenciales» que cumpla con los requisitos de salud del país.
  • Un sistema de alerta temprana, centrado en los medicamentos que salvan vidas y aquellos destinados a tratar enfermedades discapacitantes, especialmente aquellos con opciones terapéuticas alternativas limitadas o nulas. La activación de dicho sistema debería desencadenar una cadena de actividades requeridas para todas las partes interesadas pertinentes (titulares de autorizaciones de fabricación, mayoristas, farmacéuticos hospitalarios) con obligaciones de notificación, seguimiento estrecho y acciones de reparación.
  • Un escenario y planes de contingencia, probando la resiliencia de los sistemas de fabricación y supervisión a intervalos regulares, con estrategias de comunicación adecuadas hacia los diferentes grupos de interés.
  • Continua armonización de los estándares regulatorios en todos los países y más allá de cualquier región.
  • Colaboración proactiva y productiva entre todas las partes interesadas clave para prevenir la escasez de medicamentos y mitigar su impacto adverso en la atención al paciente.
  • Combatir, en consulta con las asociaciones de usuarios de servicios de salud, la cultura creciente de autodiagnóstico, prescripción y automedicación inapropiados, que puede dejar la cadena de suministro vulnerable a la intrusión de productos falsificados o no aprobados.
  • Evitar la prevalencia de medicamentos de calidad inferior con la implementación, la regulación y la aplicación de una buena fabricación respetuosa del medio ambiente (cGMPs), prácticas de almacenamiento y distribución y evitar la degradación de los medicamentos.
  • Instar a la industria farmacéutica a comprometerse y garantizar la continuidad del suministro de medicamentos, evitando la interrupción de cualquier tratamiento.
  1. La AMM insta a los gobiernos, en consulta con la asociación de usuarios de atención médica y otras partes interesadas, a hacer todo lo posible para garantizar que todos los pacientes conozcan la seguridad de los medicamentos.
  • A nivel internacional y en colaboración, los Ministerios de Salud y el Regulador de Medicamentos deben recomendar lo siguiente: Las asociaciones médicas nacionales deben oponerse activamente al desvío de medicamentos ilegales, la venta ilegal de medicamentos por Internet, la importación ilegal de medicamentos y su falsificación.
  • Mejorar la prevención y el monitoreo del mercado farmacéutico en línea a través de sistemas nacionales de regulación de las actividades de comercio en Internet.
  • Se deben adoptar regulaciones y mecanismos para cerrar de inmediato todos los sitios que ofrecen ilegalmente productos médicos que no son controlados por las autoridades estatales.
  • Mejorar la identificación y la denuncia de productos médicos falsificados en el mundo.
  • Lanzar campañas internacionales de prevención sobre los riesgos para la salud del uso de productos médicos falsificados para informar a las personas sobre los peligros de comprar medicamentos o productos presentados como tales en Internet (medicamentos falsos o falsificados, etc.).
  • Mejorar la detección y notificación de medicamentos falsificados y deficientes, incluidas las vacunas y otros productos médicos en todo el mundo. Los medicamentos falsificados y deficientes, incluidas las vacunas y otros productos médicos, deben ser denunciados de inmediato a las autoridades apropiadas cuando sean descubiertos. Los medicamentos falsificados o deficiente deben evitarse que estén en farmacias, hospitales y que no sean utilizados en pacientes de ninguna manera. Todos los efectos secundarios adversos de un medicamento falsificado y deficiente deben ser notificados por medio de un sistema eficaz y apropiado.
  • Fortalecer y alinear las normas internacionales contra los productos médicos falsificados para contrarrestar de manera efectiva los crecientes desafíos para los sistemas de gobernanza planteados por la globalización de los procesos de fabricación y las cadenas de suministro.

Crisis sanitaria del Covid-19

  1. La crisis sanitaria del Covid-19 pone de relieve las cuestiones esenciales de disponibilidad, calidad y seguridad de los medicamentos.
  1. El problema ya significativo de la disponibilidad, calidad y seguridad de los medicamentos ha sido claramente destacado por la crisis sanitaria del Covid-19. La importancia de estos problemas es aún mayor, a escala mundial, y la pandemia de Covid-19 está creando desafíos sin precedentes para las autoridades en todos los Estados. La pandemia está provocando un aumento muy acusado de la demanda de determinados medicamentos y una gran expectativa de medicamentos y vacunas específicos, lo que crea las condiciones para múltiples tensiones.
  1. El problema de la disponibilidad de medicamentos se pone de manifiesto, en particular, para los anestésicos y el tratamiento en cuidados intensivos, que han sido objeto de una entrega muy supervisada para evitar cualquier interrupción del suministro. La prescripción y dispensación de algunos otros medicamentos se ha reglamentado estrictamente con el fin de preservar los suministros para los enfermos crónicos.
  1. Como respuesta al acceso desigual a las vacunas, se debe desarrollar en el futuro la implementación del mecanismo COVAX para promover el acceso y distribución de vacunas, con el objetivo de proteger a las personas de todos los países.
  1. La OMS alerta y advierte a los consumidores, profesionales de la salud y autoridades sanitarias sobre la seguridad de los medicamentos: la creciente oferta de productos médicos falsificados en el contexto de la pandemia del COVID-19 se ve favorecida por estas perspectivas de escasez.
  1. En cuanto a la calidad de los medicamentos, la crisis de salud ha puesto de relieve los riesgos de la automedicación y la necesidad de que los Estados establezcan sistemas de información para la población. Las falsas esperanzas de una posible cura o prevención del COVID-19, que no han sido validadas científicamente, tienen graves consecuencias para la salud de las personas.
  1. Los intereses económicos o políticos no deben competir con la salud del público. Debe desarrollarse la puesta en común de los intereses de la salud pública, a fin de que los intereses económicos o políticos no sean la causa del fracaso en la gestión de la situación, de la escasez de existencias o de un comportamiento anticompetitivo.
  1. La evolución de la actual crisis sanitaria y, en particular, la llegada de nuevas variantes muestra que los Estados deben ser capaces de responder científicamente a esta evolución sin verse obstaculizados por normativas internacionales excesivamente restrictivas.

Adoptada por la 49ª Asamblea Médica Mundial, Hamburgo, Alemania, noviembre 1997,
enmendada por la 59a Asamblea General de la AMM, Seúl, Corea, octubre 2008,
por la 70ª Asamblea General de la AMM, Tiflis, Georgia, octubre 2019
y por la 72ª Asamblea General de la AMM (en línea), Londres, Reino Unido, octubre 2021

 

INTRODUCCIÓN

Durante siglos, mujeres y niñas de todo el mundo han sufrido desigualdad de género y un equilibrio desigual de poder entre los hombres y las mujeres. Los prejuicios históricos basados en el sexo, lo que ha llevado a que a las mujeres y las niñas se les restrinja el acceso, entre otras cosas, al empleo, la educación y la atención médica.

La desigualdad de género crea peligros en el tratamiento médico. Cuando no se ofrece tratamiento de igual calidad a ambos sexos y atención para los mismos problemas médicos o cuando no se tienen en cuenta diferentes manifestaciones de una enfermedad en función del sexo, los resultados de los pacientes se verán afectados.

Además, en algunos países, se ha impedido a las profesionales sanitarias femeninas, o se enfrentan a barreras para ejercer su profesión o ser ascendidas a puestos de liderazgo debido a creencias religiosas o culturales, o la discriminación por motivos de sexo y religión/etnia interrelacionados. La falta de representación y diversidad de género dentro de la profesión médica puede tener como consecuencia que las pacientes y sus hijos no tengan acceso igualitario a la atención médica.

La discriminación contra las niñas y las mujeres daña sus expectativas de salud. Sirve como barrera para acceder a los servicios de salud, afecta a la calidad de los servicios de salud proporcionados y refuerza la exclusión de la sociedad de las mujeres y las niñas. Por ejemplo, la educación de las niñas tiene un efecto positivo que incide en su salud y bienestar en la edad adulta. La educación también aumenta las probabilidades de que sus hijos sobrevivan a la infancia y contribuye al bienestar general de sus familias. En cambio, la discriminación por prácticas sociales, religiosas y culturales, que limitan la libertad de la mujer para tomar sus propias decisiones y tener acceso a oportunidades de empleo y a la salud, tiene un impacto negativo en las expectativas de salud.

Las leyes, políticas y prácticas nacionales también pueden fomentar y perpetuar la discriminación en los establecimientos de atención médica, prohibiendo o disuadiendo a las mujeres y las niñas de buscar la amplia gama de servicios de atención médica que puedan necesitar. La evidencia demuestra los efectos nocivos para la salud y los derechos humanos de dichas leyes. Por ejemplo, en algunos países y debido a las leyes nacionales, legislaciones o normas sociales, las mujeres y las niñas carecen de poder para tomar decisiones sobre su propio tratamiento médico, cirugía, embarazo o anticoncepción.

Abordar la discriminación en los establecimientos de atención médica contribuirá al logro de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, garantizando que ninguna mujer ni niña se quede atrás. Es fundamental para asegurar el progreso hacia el ODS 3, buena salud y bienestar, lo que incluye lograr la cobertura universal de salud y poner fin a las epidemias de SIDA y tuberculosis; el ODS 4, educación de calidad; el ODS 5, igualdad de género y empoderamiento de la mujer; el ODS 8, trabajo decente y crecimiento económico inclusivo; el ODS 10, reducción de las desigualdades; y el ODS 16, paz, justicia e instituciones fuertes.

El género es un determinante social de la salud y los problemas de salud pueden manifestarse de manera diferente en hombres y mujeres. Es necesario abordar las diferencias en la salud y la atención médica desigual entre hombres y mujeres, incluidas tanto la dimensión biológica como la sociocultural.

El acceso a la atención médica, incluidas las estrategias tanto terapéuticas como preventivas, es un derecho humano fundamental. Esto impone al gobierno la obligación de garantizar que estos derechos humanos se respeten y protejan plenamente. Las desigualdades de género deben abordarse y erradicarse en todos los aspectos de la atención médica.

Se espera que el aprendizaje automático, los algoritmos predictivos y la inteligencia artificial (IA) en la atención sanitaria cambien drásticamente la forma de practicar y gestionar la asistencia sanitaria. Por ejemplo, la IA podría cambiar la forma de diagnosticar y tratar enfermedades como el cáncer. Sin embargo, incluso con la introducción de la IA en la asistencia sanitaria, las limitaciones de recursos pueden impedir que la mayoría de las mujeres del mundo accedan a dicha asistencia. Para no amplificar las desigualdades de género, la información que se programe en los algoritmos de inteligencia artificial que se creen para informar sobre los diagnósticos y la gestión médica debe tener en cuenta las consideraciones sanitarias específicas de las mujeres, por ejemplo, las mujeres pueden presentar síntomas diferentes a los de los hombres.

La Declaración de Ginebra de la AMM establece el respeto del médico por la dignidad humana y que este no debería permitir que surjan consideraciones sobre el género entre “mis deberes y mis pacientes”.

 

RECOMENDACIONES

Por lo tanto, la Asociación Médica Mundial insta a sus miembros constituyentes a:

  1. Promover el derecho humano a la salud igualitario para mujeres y niños.
  2. Condenar categóricamente las violaciones de los derechos humanos básicos de las mujeres y los niños, incluidas las violaciones derivadas de prácticas sociales, políticas, religiosas, económicas y culturales.
  3. Insistir en los derechos de todas las mujeres y niños a una atención médica completa y adecuada, especialmente cuando las restricciones religiosas, sociales y culturales o la discriminación puedan obstaculizar el acceso a dicha atención médica; y promover la salud y el acceso a la atención médica de las mujeres y los niños como derechos humanos.
  4. Abogar por la paridad de las primas y la cobertura de los seguros médicos para garantizar que el acceso de la mujer a la atención no se vea obstaculizado por gastos prohibitivamente elevados.
  5. Los gobiernos tienen la obligación de garantizar que la información que se programe en los algoritmos de inteligencia artificial que se están creando para informar sobre los diagnósticos y la gestión médica debe incluir una muestra representativa de datos de mujeres para garantizar que la brecha de desigualdad de género no se amplíe aún más.
  6. Garantizar el acceso universal a la atención médica sexual y reproductiva.
  7. Promover la prestación de la atención preconcepcional, prenatal y materna, y la atención posnatal, incluida la inmunización, la nutrición para un crecimiento adecuado y el desarrollo de la atención médica para los niños.
  8. Defender las oportunidades educativas, laborales y económicas para las mujeres y su acceso a la información sobre los servicios de atención médica y salud.
  9. Trabajar para lograr el derecho humano a la igualdad de género en cuanto a oportunidades y a la igualdad de género en cuanto a tratamientos.

 

Adoptada por la 72ª Asamblea General de la AMM (en línea), Londres, Reino Unido, octubre 2021

 

INTRODUCCIÓN

La cirugía y la anestesia incluyen todos los campos clínicos y todos los profesionales de salud que tratan enfermedades y patologías quirúrgicas. Esto comprende, entre otros: la anestesia, obstetricia y ginecología, y cirugía, incluidas todas sus subespecialidades. Históricamente han sido una parte desatendida de la salud mundial, con muy pocas inversiones realizadas en el desarrollo de sistemas de salud quirúrgica, mientras que una cuarta parte estimada de la carga de enfermedad en todo el mundo se puede atribuir a enfermedades quirúrgicas. Además, la mayoría de la población mundial carece de acceso a una atención quirúrgica segura, oportuna y asequible.

Se necesita una fuerza laboral de 20 médicos especialistas en cirugía, anestesia y obstetricia por cada 100 000 habitantes para proporcionar al 80 % de la población mundial de atención quirúrgica esencial y de urgencia en 2 horas. Esto incluye atención quirúrgica y obstétrica de urgencia, como cesáreas y atención quirúrgica para evitar la muerte y la discapacidad debidas a enfermedades que probablemente se beneficien de tratamientos quirúrgicos como lesiones, cataratas y cáncer. La mayoría de los países con ingresos bajos y medios (LMIC, por sus siglas en inglés) están muy por debajo de este objetivo, con una necesidad especialmente grande en las regiones más pobres del mundo.

La falta de cirujanos puede verse incrementada por la falta de igualdad de género en la fuerza laboral quirúrgica, lo cual sigue siendo un desafío. A pesar del hecho de que, en varios países, hay más mujeres que hombres estudiantes de medicina, los hombres aún superan a las mujeres en el personal quirúrgico.

La cirugía y la anestesia han resultado ser rentables, especialmente en los LMIC. Las intervenciones quirúrgicas son tan rentables como las intervenciones de salud pública comunes, como los mosquiteros contra la malaria, los medicamentos contra el VIH o las vacunas infantiles.

El 60 % de los pacientes con cáncer y el 80 % de los pacientes con traumatismos necesitarán alguna forma de intervención quirúrgica durante su tratamiento. Teniendo en cuenta que tanto las enfermedades no transmisibles (ENT), como las lesiones, están en aumento a nivel mundial, se espera que la demanda de cirugías siga aumentando.

En 2015, la Asamblea Mundial de la Salud reconoció la cirugía y la anestesia como un componente vital de la Cobertura Universal de Salud (UHC, por sus siglas en inglés) a través de su Resolución 68.15 “Fortalecimiento de la atención quirúrgica y de anestesia esencial y de urgencia como un componente de la cobertura universal de salud”.

RECOMENDACIONES

La AMM recomienda a las autoridades nacionales pertinentes:

  1. Integrar la atención quirúrgica y de anestesia de calidad en todos los niveles de la atención sanitaria, incluida la atención sanitaria primaria integral para realizar la UHC y los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.
  1. Elaborar pautas y políticas específicas de cirugía y anestesia para sus respectivos países o jurisdicciones adapatadas a las capacidades y necesidades locales.
  1. Implementar políticas que regulen el proceso de delegación de funciones en cirugía y anestesia de acuerdo con la “Resolución de la AMM sobre la delegación de funciones de la profesión médica”.
  1. Invertir en el fortalecimiento del sistema sanitario y abogar por una mayor financiación y asignación presupuestaria para la cirugía y la anestesia sin privar a otras áreas de los fondos necesarios.
  1. Proporcionar la infraestructuranecesaria y las líneas de adquisición para que los hospitales brinden atención quirúrgica de alta calidad y segura.
  1. Garantizar que las políticas, incluidas las políticas sobre narcóticos y medicamentos regulados, no obstaculicen el acceso a los medicamentos quirúrgicos necesarios, incluidos los analgésicos y los agentes anestésicos.
  1. Establecer protocolos o pautas clínicos a nivel nacional o regional para garantizar que el uso de antibióticos en el período perioperatorio se prescriba de manera sostenible y de acuerdo con las pautas de resistencia a los antimicrobianos aplicables.
  1. Incluir la atención quirúrgica y las enfermedades en los cursos pertinentes para luchar contra el dogma de que la atención quirúrgica es demasiado costosa y compleja para brindarla en entornos con bajos recursos.
  1. Ofrecer oportunidades de formación de residencia equitativas a estudiantes de medicina de ambos sexos formados localmente en el campo de la cirugía y la anestesia, en función de las necesidades científicamente proyectadas del país o región de acuerdo con la “Declaración de la AMM sobre igualdad de género” y contribuyendo a la estrategia global sobre recursos humanos para la salud: la fuerza laboral de 2030.
  1. Permitir horarios de formación y de trabajo adaptables para acomodar la necesidad potencial de permiso por maternidad o paternidad, y un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal, a fin de que los programas de formación sean más accesibles independientemente de las responsabilidades familiares del estudiante.
  1. Buscar la colaboración regional, nacional e internacional en ámbitos clínicos y académicos donde pueda faltar capacidad y recursos locales y donde la exposición pueda ser beneficiosa para quienes estén en áreas sin alta capacidad o recursos, como por ejemplo a través de programas de intercambio bilateral.
  1. Apoyar iniciativas nacionales de recogida de datos quirúrgicos, desarrollo de capacidades, defensa, planificación de políticas y fortalecimiento de sistemas a través de la colaboración con ONG, universidades, iniciativas de investigación, comunidades locales, bancos de desarrollo, organizaciones gubernamentales y otras partes interesadas.

La AMM se compromete a:

  1. Defender en foros locales, regionales y nacionales e internacionales a favor de la atención centrada en las personas, creando un sistema de atención sanitaria más holístico, ofreciendo servicios médicos, quirúrgicos, de salud mental y de salud preventiva en un enfoque nacional de UHC, apoyando la Resolución 68.15 de la WHA sobre “Fortalecimiento de la atención quirúrgica esencial y de urgencia y anestesia como un componente de la cobertura universal de salud”.

Adoptada por la 72ª Asamblea General de la AMM (en línea), Londres, Reino Unido, octubre 2021

 

INTRODUCCIÓN

El sol es una gran fuente de beneficios para la salud, pero es importante conocer tambien sus consecuencias perjudiciales. La prevención de los efectos nocivos del sol en nuestra piel es aconsejable en todas las edades especialmente en la población infantil y adolescente. Las radiaciones solares generan una serie de efectos biológicos y fisiológicos en el organismo que dependen de la proporción y de la intensidad de la radiación y que tienen efectos beneficiosos, como estimular la sintesis de vitamina D, favorecer la formación de hemoglobina y mejorar el estado anímico y otros efectos son perjudiciales, agresivos para la piel,  como los eritemas, el fotoenvejecimiento de la piel y lesiones precancerosas o cancerosas. Las dermatosis producidas o agravadas por la exposición al sol constituyen un problema de salud al que los profesionales sanitarios se enfrentan con mayor frecuencia.

La luz solar se compone de un espectro continuo de radiación electromagnética dividido en tres grupos principales: ultravioleta (UV), visible e infrarrojo. La radiación UV se clasifica como UV-A, UV-B y UV-C.

La intensidad de la radiación UV puede medirse mediante instrumentos estandarizados internacionales como el índice UV que mide la fuerza de la radiación solar UV que produce quemaduras solares en un lugar y tiempo particular.

La radiación solar UV, especialmente a través de UV-B, es un factor causal extremadamente importante, pero descuidado, para los cánceres de piel no melanoma y los melanomas, para las patologías oculares (por ejemplo, cataratas, degeneración macular relacionada con la edad) y efectos nocivos sobre el sistema inmunitario. Las quemaduras de sol recurrentes y graves son un factor de riesgo para el cáncer de piel no melanoma.

La radiación solar también puede inducir la aparición y exacerbación de la dermatitis actínica crónica (DAC) y el melasma.  La luz azul también juega un papel importante en la patogenia del melasma, por lo que se debe abogar por la fotoprotección de amplio espectro y reducir la ingesta de alimentos y medicamentos fotosensibles.

El riesgo de cáncer de piel difiere según el tipo de piel y también la duración y la intensidad de la exposición. La exposición crónica, a largo plazo, acumulativa a los rayos UV se asocia con la queratosis actínica y los carcinomas de células escamosas, mientras que la exposición intermitente a los rayos UV de alta intensidad, especialmente a edades tempranas, se asocia con carcinomas de células basales y melanomas. Por lo tanto, la fotoprotección es importante en edades tempranas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, planteó el problema de que la radiación solar UV es un carcinógeno desde 1992 y clasificó la radiación solar UV como un carcinógeno del grupo 1 (carcinógeno para los humanos) desde 2012. Otros carcinógenos conocidos del grupo 1 son el plutonio, el amianto y la radiación ionizante.

Además, los cambios climáticos actuales y la reducción de la capa de ozono en aproximadamente un 4% por década desde los años 70 condujeron a una filtración disminuida de la radiación UV-A y UV-B y un aumento de la radiación UV que alcanza el nivel del mar.

En consecuencia, la tasa de incidencia de cáncer de piel melanoma y no melanoma está aumentando en todo el mundo.

La evidencia de la OMS indica que cuatro de cinco casos de cáncer de piel pueden evitarse significativamente y recomienda medidas de precaución simples, como limitar la exposición a los rayos UV en el sol del mediodía, usar ropa protectora contra los rayos UV y sombreros o usar protectores solares minerales.

La fotoprotección también incluye productos de maquillaje, gafas de sol y parabrisas.

La OMS reconoce que si bien la protección contra la exposición a los rayos UV se recomienda a nivel mundial, existe la preocupación de que la falta de exposición a los rayos UV pueda reducir los efectos beneficiosos de la vitamina D, incluido su potencial para disminuir el riesgo de algunos tipos de cáncer.

 

RECOMENDACIONES

  1. La fotoprotección es una estrategia de prevención clave, ya que la mayoría de los cánceres de piel se producen debido a la exposición de los rayos solares UV.

Los gobiernos nacionales deben:

  1. Informar a los profesionales sanitarios sobre las caracteristcicas que debería cumplir el fotoprotector ideal (aquel que proporcione una proteccion equilibrada, segura y fácil de usar), con la finalidad de evitar la variablilidad entre los productos suministrados por los laboratorios, asi como mejorar la seguridad y el etiquetado de los fotoprotectores.
  1. Reconocer la exposición a los rayos UV solares como factor de riesgo importante para desarrollar cáncer de piel. La exposición a los rayos UV también es la principal causa de algunas enfermedades oculares y disfunciones del sistema inmunitario.
  1. Trabajar juntos en el desarrollo de una Acción mundial para la prevención del cáncer de piel basada en medidas fotoprotectoras. Esto debe incluir medidas contra el cambio climático a fin de ayudar a disminuir el daño de la radiación ultravioleta.
  1. Respaldar campañas de detección de cáncer de piel.
  1. Reconocer la prevención del cáncer de piel como una prioridad nacional de salud.
  1. Mejorar el examen de detección, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de piel y cuando sea posible.
  1. Incluir todas las formas de cáncer de piel en todos los Registros Nacionales de Cáncer y mejorar la notificación de los cánceres de piel por UV y la legislación para proteger a los trabajadores que laboran en el exterior (reconocer las enfermedades profesionales).
  1. Trabajar con las partes interesadas pertinentes que vinculen y organicen campañas de prevención de cáncer de piel en línea y sin conexión y programas educativos sobre protección solar, con enfoque principal en el grupo de edad de 0 a 18 años, para crear conciencia sobre este peligro para la salud y para instar a los jóvenes a tener comportamientos adecuados (utilización de sombreros y ropa de protección, bloqueador solar, evitar la exposición excesiva) y la elección de estilos de vida saludables.
  1. Promover políticas para luchar contra el cambio climático y la contaminación del aire.
  1. Considerar el impacto medioambiental de los fotoprotectores.

 

La AMM y sus miembros deben:

  1. Interactuar con el personal de salud y los médicos que tienen un papel importante en la educación y empoderamiento de sus pacientes en la promoción de la conciencia sobre el cáncer de piel, las medidas de protección solar y el acceso del paciente a exámenes de detección, diagnóstico y tratamiento.
  1. Formar a los médicos de atención primaria y medicina del trabajo para que reconozcan y deriven a los pacientes con lesiones sospechosas a los dermatólogos.
  1. Respaldar la elaboración de directrices nacionales sobre medidas fotoprotectoras y continuar la investigación científica en este campo para obtener el equilibrio entre riesgo y beneficios de la exposición a radiación UV.
  1. Apoyar la investigación y la creación de vestimenta protectora adecuada.
  1. Promover campañas para instar a la medición de la exposición a rayos UV en cada país.
  1. Respaldar las campañas en los medios y programas educativos que expliquen los efectos nocivos de la exposición a los rayos UV y las medidas fotoprotectoras óptimas destinadas a los más vulnerables, como los niños y adolescentes, personas con piel clara, trabajadores en exteriores (agricultura, pesca, construcción, forestal, deportistas, personal en piscinas).
  1. Promover la educación para la salud y la información sobre los fotoprotectores y los habitos mas recomendables y saludables para la piel, instaurando habitos correctos de fotoproteccion que posibiliten disfrutar de los efectos beneficiosos del sol y evitar el daño solar.

 

Los médicos a nivel individual deben:

  1. Asesorar a los pacientes sobre los principales riesgos para la salud asociados con la exposición excesiva a la radiación solar UV, informar a los pacientes sobre las medidas de protección solar apropiadas (cubrirse la piel, protector solar y gafas de sol) y alentar a los pacientes a realizar revisiones médicas periódicas y participar en campañas de detección de cáncer de piel, cuando existan.
  1. Aconsejar a los pacientes a autoexaminarse la piel.
  1. Asesorar a los pacientes a riesgo (por ejemplo los pacientes que toman medicamentos contra el cáncer) para que entiendan la suma importancia de las medidas de protección.
  1. Asesorar a los empleadores sobre la luz UV como un riesgo para la salud en el trabajo.

Adoptada por la 71ª Asamblea General de la AMM (en línea), Córdoba, España, octubre 2020

 

INTRODUCCION

En 2017 se realizaron casi 140.000 trasplantes de órganos sólidos en el mundo. Aunque es una cifra impresionante, esta actividad apenas cubre el 10% de las necesidades globales de trasplantes. La disparidad entre la oferta y la demanda de órganos ha llevado a la emergencia de delitos relacionados con los trasplantes tales como la trata de personas con fines de extracción de órganos   y el tráfico de órganos humanos.

Estos delitos violan los derechos humanos fundamentales y plantean graves riesgos para la salud tanto individual como pública. Se desconoce el verdadero alcance de los delitos relacionados con los trasplantes, pero se estima que entre el 5% y el 10% de los trasplantes a nivel mundial tienen lugar en el contexto del comercio internacional de órganos, que a menudo implica el turismo de trasplantes a destinos donde las leyes contra la venta y compra de órganos humanos son inexistentes o están mal aplicadas. La trata de personas con fines de extracción de órganos y el tráfico de órganos humanos también puede darse dentro de los límites de una jurisdicción determinada, sin incluir viajes para trasplantes. En todos los casos, los sectores más vulnerables de la población a menudo se convierten en víctimas de explotación y coacción.

Preocupada por la creciente demanda de órganos y por las prácticas poco éticas emergentes en el campo, la Organización Mundial de la Salud ha llamado a los gobiernos y a los profesionales de la salud a buscar la autosuficiencia en el trasplante, a través de estrategias dirigidas a disminuir la carga de enfermedades tratables con trasplante y estrategias para aumentar la disponibilidad de órganos, maximizar la donación de los fallecidos y garantizar la protección de los donantes vivos. El progreso hacia la autosuficiencia en el trasplante es consistente con el establecimiento de acuerdos de cooperación oficiales entre los países a fin de intercambiar órganos o facilitar el acceso de los pacientes a programas de trasplantes que no existen en sus países. Los acuerdos entre países deben estar basados en los principios de justicia, solidaridad y reciprocidad.

El progreso hacia la autosuficiencia en el trasplante es la mejor estrategia a largo plazo para prevenir los delitos relacionados con los trasplantes.

La característica distintiva de los delitos relacionados con los trasplantes es la necesaria participación de los profesionales de la salud. Es precisamente esto lo que ofrece la oportunidad única para prevenir y combatir estos delitos. Los profesionales de la salud son clave en la evaluación de potenciales parejas de donantes vivos y receptor, siendo también los que atienden a pacientes desesperados y vulnerables en riesgo de involucrarse en actividades ilícitas de trasplante. Además, debido a que los pacientes que reciben un trasplante requieren atención especializada a largo plazo, los médicos deben enfrentarse al desafío que supone prestar asistencia a los pacientes que han recibido un órgano a través de medios ilícitos cuando descubren redes de tráfico.

Organizaciones internacionales tales como el Consejo de Europa, la Unión Europea  y Naciones Unidas, así como plataformas profesionales internacionales, han elaborado tratados, resoluciones y recomendaciones para luchar conjuntamente contra los delitos relacionados con los trasplantes.

La AMM enfatiza la responsabilidad de los médicos en la prevención y la lucha contra la trata de personas con fines de extracción de órganos y el tráfico de órganos y el importante papel que desempeñan los médicos y otros profesionales de la salud en ayudar a las organizaciones internacionales, asociaciones médicas y los legisladores a luchar contra estas actividades delictivas.

En la lucha contra los delitos relacionados con el trasplante es de suma importancia que los principios de transparencia de la práctica, trazabilidad de órganos y continuidad de la atención estén garantizados para cada procedimiento de trasplante realizado a nivel nacional o en el extranjero.

La AMM reafirma su Declaración sobre la Donación de órganos y tejidos y su Declaración de Sídney sobre la Certificación de la muerte y la recuperación de órganos. Condena toda forma de trata de personas con el objetivo de extirpar órganos y traficar órganos humanos, la AMM pide la aplicación de las siguientes recomendaciones.

RECOMENDACIONES

Responsables de políticas e involucrados en salud:

  1. Los gobiernos deben crear, implementar y hacer cumplir estrictamente los marcos legislativos que prohíban y penalicen la trata de personas con el objetivo de extirpar órganos y traficar órganos humanos, que incluya disposiciones para prevenir y proteger a sus víctimas.
  2. Los gobiernos deberían considerar la posibilidad de ratificar o adherirse a la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, así como la Convención del Consejo de Europa contra el Tráfico de Órganos Humanos. También deberían considerar la posibilidad de cooperar con las organizaciones internacionales existentes para una lucha más eficaz contra los delitos relacionados con los trasplantes. La AMM debería desempeñar un papel de liderazgo a la hora de influir en las prácticas éticas en materia de donación y trasplante.
  3. Las autoridades de salud deben crear y mantener registros para registrar información sobre cada procedimiento de recuperación y trasplante de órganos, así como información sobre los resultados de donantes vivos y receptores de órganos, para garantizar la trazabilidad de los órganos, con el debido respeto a la confidencialidad profesional y la protección de datos personales. Los registros deben estar diseñados para registrar información sobre los procedimientos que se llevan a cabo dentro de un país y sobre los procedimientos de trasplante y donación en vida de residentes de ese país realizados en otros destinos.
  4. Se alienta a los países a contribuir periódicamente con esta información al Observatorio Mundial sobre Donación y Trasplantes creado en colaboración con la Organización Mundial de la Salud.
  5. Las autoridades sanitarias y las asociaciones médicas deben garantizar que todos los profesionales de la salud reciban orientación sobre la naturaleza, alcance y consecuencias de los delitos relacionados con los trasplantes y también sobre sus responsabilidades y deberes en la prevención y lucha de estas actividades delictuales y en los medios para hacerlo.
  6. Dado que la autosuficiencia es la mejor estrategia a largo plazo para prevenir los delitos relacionados con los trasplantes, las autoridades sanitarias y los responsables políticos deben desarrollar estrategias preventivas para disminuir la carga de enfermedades tratables con trasplantes y aumentar la disponibilidad de órganos.
  7. El aumento de la disponibilidad de órganos debe basarse en la creación y la optimización de programas de donación de fallecidos éticamente sólidos, tras la certificación de la muerte por criterios neurológicos y circulatorios. Es de destacar que la donación después de la certificación de la muerte por criterios circulatorios se acepta en un número limitado de países. Los gobiernos deben investigar si la donación después de la certificación circulatoria de muerte es una práctica aceptable dentro de su comunidad y, si este es el caso, considerar introducirla dentro de su jurisdicción.
  8. Además, los gobiernos deben crear y optimizar programas de donación en vida basados en estándares éticos y profesionales reconocidos, y garantizar la debida protección y seguimiento de los donantes vivos.
  9. Las autoridades sanitarias y las aseguradoras no deben reembolsar los gastos derivados de los procedimientos de trasplante llevados a cabo en un contexto delictivo. Sin embargo, sí se debe asumir el gasto de medicación y la asistencia sanitaria posterior al trasplante deben ser cubiertas en las mismas condiciones que cualquier otro paciente de trasplante.
  10. Las autoridades también deben garantizar que se brinde atención médica y psicosocial a las víctimas de la trata de personas con el propósito de extirpar órganos y tráfico de órganos humanos. Se debe considerar la compensación efectiva de estas personas por los daños sufridos.
  11. Las asociaciones médicas deben abogar y colaborar con las autoridades en la creación de marcos que permitan a los profesionales de la salud denunciar ante las autoridades correspondientes los casos confirmados o sospechosos de trata de personas con fines de extracción de órganos y de tráfico de órganos humanos. Las asociaciones médicas nacionales deben abogar por la capacidad de los profesionales de la salud de denunciar las sospechas de trata de personas de forma anónima si es necesario para proteger la seguridad del denunciante. Si es necesario, la notificación de estos casos de tratas debe ser una excepción permitida a la obligación del médico de mantener la confidencialidad del paciente.

Médicos y otros profesionales de la salud:

  1. Los médicos nunca deben realizar un trasplante con un órgano que se haya obtenido ilícitamente. Si existen dudas razonables sobre el origen de un órgano, el órgano debe descartarse. Si se le pide a un médico o cirujano que realice un trasplante con un órgano que se haya obtenido mediante una transacción financiera, sin el consentimiento válido del donante o la autorización requerida en una determinada jurisdicción, éste debe abstenerse de realizar el trasplante y debe explicar los motivos al posible receptor.
  2. Los médicos que participen en la evaluación preoperatoria de posibles donantes vivos no sólo deben valorar la idoneidad médica del individuo, sino también tratar de asegurarse de que la persona no haya sido sometida a ningún tipo de coacción o esté participando en el procedimiento por razones económicas u otras ventajas similares. También debe analizarse la legitimidad de la relación donante-receptor y asegurarse la motivación altruista de la donación. Los médicos deben estar particularmente atentos frente a potenciales signos de alarma que sugieran un delito. Se debe tener una consideración especial con los donantes vivos no residentes, que son particularmente vulnerables. Evaluar la validez de su consentimiento para la donación puede ser especialmente complejo por razones lingüísticas, culturales y de otro tipo, al igual que asegurar el seguimiento apropiado que se les ofrece. Cuando sea apropiado, se debe identificar un médico de referencia en el país de origen del donante vivo y en el del receptor previsto.
  3. Los médicos nunca deben promover o facilitar la participación de los pacientes en delitos relacionados con los trasplantes. Además, deben proporcionar a sus pacientes información relacionada con los riesgos que estas actividades representan para su salud, la de sus seres queridos y de manera más general la salud pública. Los pacientes también deben comprender que estas actividades implican la explotación de personas vulnerables que pueden sufrir complicaciones médicas y psicosociales. De esta manera, los profesionales pueden disuadir a estos pacientes de participar en actividades ilícitas de trasplante.
  4. Los médicos tienen el deber de atender a los pacientes trasplantados, incluso si el órgano se ha obtenido ilícitamente. Si un médico tiene objeciones éticas o morales para atender a un paciente que ha recibido un órgano ilícito, debe hacer lo necesario para derivarlo a otro médico.
  5. Los médicos deben contribuir a garantizar la transparencia de prácticas y la trazabilidad de los órganos. Cuando los pacientes que han tenido una donación o un trasplante en el extranjero soliciten un seguimiento en su país de residencia, debe registrarse toda la información relevante en los registros nacionales de trasplantes y notificarse a las autoridades sanitarias, como se haría con los trasplantes realizados dentro del sistema nacional de trasplantes.
  6. El médico es responsable de aumentar el número de donantes fallecidos para satisfacer las necesidades de trasplante de los pacientes. Los médicos tienen también un deber con los posibles donantes de órganos, considerando y facilitando la donación de órganos si está en consonancia con los valores y principios del paciente. La donación debe ofrecerse por norma como una opción al final de la vida, siempre de manera respetuosa, teniendo en cuenta la cultura y la religión del donante potencial y su reemplazante. Se debe considerar la donación al final de la vida tanto en pacientes adultos como pediátricos. Deben ser profesionales experimentados y capacitados los que informen sobre este tema.
  7. Los médicos deben promover la investigación en el campo de la donación y el trasplante, en particular la investigación dirigida a aumentar la disponibilidad de órganos para trasplante, mejorar los resultados de los órganos trasplantados e identificar estrategias alternativas de reemplazo de órganos, como en el caso de los órganos bioartificiales.

 

Adoptada por la 71ª Asamblea General de la AMM (en línea), Córdoba, España, octubre 2020

INTRODUCCION

La hipertensión es el factor de riesgo más importante para la muerte cardiovascular a nivel mundial. Representa más muertes por enfermedades cardiovasculares que cualquier otro factor de riesgo modificable. Más de la mitad de las personas que mueren de enfermedad coronaria y de infarto tenían hipertensión. “A medida que las poblaciones envejecen, adoptan estilos de vida más sedentarios y aumentan su peso corporal, la prevalencia de la hipertensión en todo el mundo seguirá aumentando”.

La hipertensión no controlada es una causa importante de infarto y otras afecciones crónicas comórbidas, como insuficiencia renal, insuficiencia renal, pérdida de visión o deterioro cognitivo leve. Debido a que la hipertensión puede ser asintomática, a menudo puede no diagnosticarse.

En 2010, la hipertensión surgió como el principal factor de riesgo para la carga de enfermedad en todas las regiones del mundo. Además, la presión arterial sistólica elevada (PAS) es el principal riesgo de salud mundial. El Plan de Acción Mundial de la OMS para la prevención de enfermedades no transmisibles exige una reducción del 25% en la prevalencia de presión arterial elevada para 2025.

Prevalencia

La prevalencia mundial de la hipertensión ha crecido significativamente en las últimas cuatro décadas y la mayoría de las personas con hipertensión no logran un control óptimo.

Es preocupante la creciente disparidad en la prevalencia de hipertensión entre los países de ingresos altos y bajos/medios. Casi el triple de personas con hipertensión viven en países de ingresos bajos/ medios (1.04 mil millones) que en países de altos ingresos. Los países de bajos ingresos en el sur de Asia, África subsahariana y Europa central y oriental se ven particularmente afectados. Además, la prevalencia de presión arterial elevada fue más alta en ciertas regiones de África para ambos sexos.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de hipertensión son variables que aumentan la probabilidad de desarrollar la enfermedad. Los factores de riesgo incluyen lo siguiente:

  • Estilo de vida/alimentación: la falta de opciones de alimentos saludables, la falta de acceso a vecindarios seguros para hacer ejercicio y los hábitos de vida poco saludables pueden aumentar el riesgo de hipertensión. Los hábitos de vida poco saludables incluyen los patrones de alimentación poco saludables, como comer demasiado sodio y alimentos altamente procesados, beber demasiado alcohol y estar físicamente inactivo.
  • Edad: la presión arterial (PA) tiende a aumentar con la edad. Sin embargo, el riesgo de hipertensión está aumentando en niños y adolescentes, posiblemente debido al aumento en el número de niños y adolescentes con sobrepeso u obesidad.
  • Situación socioeconómica: en los países de altos ingresos, la mayor carga absoluta de la enfermedad de hipertensión se encuentra en los grupos de edad de 60 años y mayores, mientras que en los países de ingresos bajos/medios, la mayor carga absoluta está en los grupos de mediana edad, como 40 a 59 años. La prevalencia estandarizada por edad de la hipertensión es mayor en los países de ingresos bajos/medios que en los países de ingresos altos.
  • Sexo: antes de los 55 años, los hombres son más propensos que las mujeres a desarrollar hipertensión. Después de los 55 años, las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de desarrollarlo.
  • Genética/Historia familiar: La investigación ha identificado muchas variaciones genéticas asociadas con pequeños aumentos en el riesgo de desarrollar hipertensión. Algunas personas están genéticamente predispuestas a la sensibilidad al sodio en la alimentación.

Medición precisa de la presión arterial

La medición precisa de la PA, tanto en el entorno clínico como en el hogar, es esencial para el diagnóstico y el tratamiento de la hipertensión. En muchos países, las pautas clínicas nacionales  recomiendan cómo lograr una medición precisa de la PA y ofrecen recomendaciones de mejores prácticas.

Consecuencias de las políticas

Las políticas y acciones a nivel mundial, nacional y local son necesarias para reconocer y combatir la hipertensión. Se necesita mucho esfuerzo en todo el mundo para mejorar la conciencia, el tratamiento y el control de todas las poblaciones. Las pautas actuales para diagnosticar y tratar la hipertensión, y la orientación basada en la evidencia sobre la importancia de una medición adecuada de la PA, ofrecen pilares para las políticas nacionales sobre la medición y el control de la PA. La implementación puede tener un progreso significativo hacia la disminución de la prevalencia de hipertensión a nivel mundial y mejorar los resultados de los pacientes. Para abordar los factores de riesgo para la hipertensión, las políticas también deben incluir los factores socioeconómicos, estilos de vida y alimenticios que contribuyen a la aparición de la enfermedad.

RECOMENDACIONES

  1. La Asociación Médica Mundial recomienda a los gobiernos nacionales:
  • Reconocer la hipertensión como el factor de riesgo más importante para las enfermedades cardiovasculares y la muerte.
  • Declarar que el control de la hipertensión es una prioridad nacional de salud.
  • Apoyar campañas para aumentar la conciencia pública sobre la hipertensión, incluido el reconocimiento de la naturaleza generalizada y asintomática y los riesgos de contribuir al desarrollo de enfermedades graves.
  • Implementar recursos adecuados para mejorar la conciencia, el diagnóstico, la medición y el manejo de la hipertensión.
  • Formular estrategias específicas para países que aborden los factores de riesgo para la hipertensión y aboguen para mejorar la conciencia, el diagnóstico, la medición y el manejo.
  • Promover las recomendaciones adoptadas por la AMM estipuladas en la Declaración sobre Disminución del consumo de sal en la alimentación.
  1. La Asociación Médica Mundial recomienda a sus miembros constituyentes:
  • Abogar a nivel internacional, nacional y local para promover el conocimiento de la hipertensión, estilos de vida saludables y el acceso del paciente al diagnóstico y tratamiento de la hipertensión, incluidos los medicamentos. Esto incluye apoyar el concepto de que los determinantes sociales de la salud son parte de la prevención de la enfermedad de hipertensión.
  • Reconocer y apoyar las pautas y estrategias nacionales para medir la PA con precisión.
  • Apoyar el intercambio de investigación, información, herramientas y otros recursos sobre hipertensión entre los equipos de atención médica y los pacientes.
  • Apoyar la elaboración de planes de estudios médicos que respondan a las necesidades sociales de hipertensión con un enfoque en la capacitación de atención primaria basada en la comunidad y las habilidades de medición y manejo de la PA.
  • Promover la investigación de las causas, los mecanismos y el tratamiento eficaz de la hipertensión.
  • Abogar por la disponibilidad sostenida de medicamentos antihipertensivos.
  1. La Asociación Médica Mundial recomienda que los médicos:
  • Enfaticen los factores de riesgo para la hipertensión y las maneras de mitigarlos, con especial atención a la prevención y tratamiento en las poblaciones de alto riesgo.
  • Enfaticen la atención en equipo para ayudar a prevenir, y cuando haya sido diagnosticada por un médico, tratar la hipertensión.
  • Implementen las mejores prácticas y técnicas de medición de la PA, incluida la capacitación y el perfeccionamiento de todos los miembros del equipo de salud.
  • Promuevan el cumplimiento del tratamiento de la hipertensión del paciente, facilitando el autocontrol continuo de la PA del paciente y su participación en la atención del paciente.

Adoptada por la 71ª Asamblea General de la AMM (en línea), Córdoba, España, octubre 2020

Introducción

La edición del genoma, posible gracias a avances científicos recientes, puede generar inserciones y supresiones focalizadas en el ADN e incluso puede ofrecer una precisión suficiente para modificar un par con base simple en el genoma de un organismo. La investigación científica básica sobre la edición del genoma ahora es una realidad en los laboratorios a nivel mundial.

La edición del genoma también avanza rápidamente, con ensayos clínicos en curso para la prevención y el tratamiento de diversas enfermedades. Estos ensayos, actualmente en sus primeras etapas, involucran células somáticas (células no reproductivas) y no se anticipa que introduzcan cambios genéticos que se traduzcan en descendencia o en células de la línea germinal (reproductiva).

Aunque la edición del genoma tiene un gran potencial para mejorar la vida humana, la tecnología plantea preocupaciones de seguridad, éticas, legales y sociales, en particular en un entorno en el que las regulaciones y la orientación ética están más retrasadas que los avances tecnológicos.

Las preocupaciones de seguridad de la edición del genoma incluyen el riesgo de efectos pleiotrópicos involuntarios o imprevistos fuera del objetivo (ediciones en el lugar equivocado), modificaciones no deseadas en el objetivo (ediciones imprecisas) y mosaicismo (cuando sólo algunas células llevan la edición) y respuestas inmunológicas anormales.

Los problemas éticos de la edición del genoma incluyen la inquietud de que el uso de la edición puede progresar a usos para fines no terapéuticos y de fortalecimiento, en lugar de objetivos terapéuticos, es decir, mejorar la salud o curar enfermedades. También existe la preocupación de que las modificaciones germinales puedan crear clases de individuos definidos por la calidad de su genoma modificado y dar paso posiblemente a la eugenesia, lo que podría exacerbar las desigualdades sociales o ser utilizado de manera coercitiva.

El efecto de los cambios epigenómicos es impredecible y existe inquietud sobre cómo afectará esto a los sistemas biológicos saludables existentes, incluidas las interacciones con otras variantes genéticas y las normas sociales. Una vez introducidas en la población humana, las alteraciones genéticas serían difíciles de eliminar y no permanecerían dentro de una sola comunidad o país. Los efectos podrían permanecer inciertos para muchas generaciones posteriores, durante ese tiempo las modificaciones perjudiciales podrían dispersarse por toda la población.

Las cuestiones legales incluyen proporcionar claridad para la gestión de riesgos y la asignación de deberes y responsabilidades, particularmente cuando las modificaciones pueden pasar a las generaciones posteriores. También existen riesgos, tanto legales como éticos, involucrados en la proliferación de kits CRISPR (repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y espaciadas regularmente) no validados que permiten a las personas realizar la edición de genes de forma independiente en un entorno doméstico.

A nivel social, los debates giran en torno a la preocupación de que el acceso a la edición del genoma beneficiosa será desigual (por ejemplo, sólo los ricos tendrán acceso) y que aumentará las disparidades existentes en salud y atención médica.

La AMM reafirma los principios estipulados en la Declaración de Reikiavik sobre las consideraciones éticas del uso de la genética en la salud, Declaración de Taipei sobre las consideraciones éticas de las bases de salud y los biobancos y la Declaración de Helsinki y presenta las siguientes recomendaciones:

RECOMENDACIONES

  1. La edición del genoma humano, como cualquier otra intervención médica, debe ser implementada conforme a evidencia apropiada recopilada por medio de estudios de investigación bien realizados y aprobados éticamente.
  2. Cuando se considere el uso de células germinales para la investigación, la edición de la línea germinal debe permitirse sólo dentro de un marco ético y legal separado, distinto del marco ético y legal aplicado a la edición del genoma somático.
  3. Los gobiernos deben:
  • Crear marcos regulatorios sólidos y aplicables para la edición del genoma en sus propios países.
  • Instar al desarrollo continuo de un consenso internacional, basado en la ciencia y la ética, para determinar aplicaciones terapéuticas permisibles de la edición del genoma germinal.
  1. Los miembros constituyentes de la AMM deben:
  • Conocer los avances en investigación en medicina genómica e informar a sus miembros sobre los avances científicos en la edición del genoma.
  • Abogar por la investigación para comprender (i) los beneficios y riesgos de la edición del genoma humano y (ii) Los aspectos sociopolíticos, éticos y legales de la edición de la línea germinal humana y iii) la necesidad de la participación del médico en la edición terapéutica del genoma.
  • Establecer y promover las pautas éticas para la edición del genoma para sus miembros, teniendo en cuenta las perspectivas sociales, el consenso profesional, las leyes y regulaciones nacionales y estándares internacionales.
  • Abogar por la elaboración de leyes y regulaciones apropiadas para la edición del genoma de acuerdo con las normas y estándares internacionales y nacionales.
  • Abogar por el acceso igualitario de los pacientes a la tecnología, cuando la edición del genoma humano sea segura y efectiva.
  1. Los médicos deben:
  • Informarse sobre los aspectos técnicos, legales, éticos y sociales de la edición del genoma.
  • Familiarizarse con los marcos éticos internacionales y locales que regulan la edición del genoma.
  • Seguir todas las normas éticas de la investigación aprobadas en estas áreas, incluido el consentimiento informado apropiado.

 

Adoptada por la 71ª Asamblea General de la AMM (en línea), Córdoba, España, octubre 2020

 

INTRODUCCIÓN

La relación médico-paciente se engloba dentro de un modelo de relación humana que se remonta a los orígenes de la medicina. Representa un vínculo privilegiado entre un paciente y un médico, basado en la confianza. Es un espacio de creatividad donde se intercambia información, sentimientos, visiones, ayuda y apoyo.

La relación médico-paciente es una actividad moral que surge de la obligación del médico de aliviar el sufrimiento y respetar las creencias y la autonomía del paciente. Por lo general es iniciada por consentimiento mutuo, expresado o implicado, para prestar atención médica de calidad.

La relación médico-paciente es el núcleo fundamental del ejercicio de la medicina, tiene un alcance universal y busca la mejora de la salud y bienestar de la persona. Esto es posible gracias al intercambio de conocimientos, la toma de decisiones comunes, la autonomía del paciente, la autonomía del médico, la ayuda, la comodidad y el compañerismo en un ambiente de confianza. Esta es un componente inherente de la relación que puede ser terapéutica en sí misma.

La relación médico-paciente es fundamental para la atención centrada en el paciente. Requiere que tanto el médico como el paciente sean participantes activos en el proceso de curación. Si bien la relación fomenta y apoya la colaboración en la atención médica, los pacientes competentes toman las decisiones que dirigen su atención. La relación puede ser terminada por cualquiera de las partes. El médico debe ayudar al paciente a asegurar la transferencia de la atención y derivar al paciente a otro médico con la capacidad necesaria para continuar la atención.

La relación médico-paciente es un tema complejo sujeto a innumerables influencias culturales, tecnológicas, políticas, sociales, financieras o profesionales que ha evolucionado a lo largo de la historia, según la cultura y la civilización. Busca alcanzar lo que es más apropiado para los pacientes en base a evidencia científica, al mejorar su salud y bienestar mental y físico y aliviar el dolor. Esta relación experimentó un profundo cambio de la mano de hitos transcendentales como la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), la Declaración de Ginebra de la AMM (1948), Helsinki (1964) y Lisboa (1981). La relación ha avanzado lentamente hacia el empoderamiento del paciente.

En la actualidad, la relación médico-paciente está frecuentemente amenazada por influencias tanto dentro como fuera de los sistemas de salud. En algunos países y sistemas de salud, estas influencias corren el riesgo de alejar a los médicos de sus pacientes y pueden dañarlos. Entre los desafíos que es probable que socaven la eficacia terapéutica de la relación, notamos una creciente tendencia a:

  • La tecnologización de la medicina, que a veces lleva a una visión mecanicista de la atención médica, descuidando las consideraciones humanas.
  • El debilitamiento de las relaciones de confianza entre las personas en nuestras sociedades, lo que influye negativamente en las relaciones sanitarias;
  • Un enfoque principal en los aspectos económicos de la atención médica en perjuicio de otros factores que, a veces, plantean dificultades para establecer verdaderas relaciones de confianza entre el médico y el paciente.

Es de suma importancia que la relación médico-paciente integre estos factores de tal manera que la relación mejore y que su especificidad esté justificada. La relación nunca debe estar sujeta a interferencias administrativas, económicas o políticas.

RECOMENDACIONES

Reiterando su Declaración de Ginebra, el Código Internacional de Etica Médica y la Declaración de Lisboa sobre los Derechos del Paciente y dada la importancia esencial de la relación médico y paciente en la historia en el contexto presente y futuro de la medicina, la AMM y sus miembros constituyentes:

  1. Reafirman que la autonomía profesional y la independencia clínica son componentes esenciales de la atención médica de alta calidad y profesionalismo médico, que protegen el derecho de los pacientes a recibir la atención médica que necesitan.
  2. Instan a todos los agentes implicados en la relación médico-paciente, (gobiernos y autoridades de salud, asociaciones médicas, médicos y pacientes) a defender, proteger y fortalecer esta relación médico-paciente, en base a una atención de alta calidad, como un patrimonio científico, sanitario, cultural y social.
  3. Piden a los miembros constituyentes y a los médicos que defiendan este modelo de relación como núcleo fundamental de todo acto médico centrado en la persona, que defiendan la profesión médica y sus valores éticos, incluida la compasión, competencia, respeto mutuo y autonomía profesional y apoyar la atención centrada en el paciente.
  4. Reafirman su oposición a la interferencia gubernamental, de otros agentes y administraciones institucionales en la práctica de la medicina y en la relación médico-paciente.
  5. Reafirman su dedicación a proporcionar un servicio médico competente con total independencia profesional y moral, con compasión y respeto por la dignidad humana.
  6. Se comprometen a abordar los factores emergentes que podrían representar una amenaza para la relación médico-paciente y tomar medidas para mitigar esos factores.

Versión portuguesa

 

Adoptada por la 71ª Asamblea General de la AMM (en línea), Córdoba, España, octubre 2020

 

DEFINICIONES 

  • “Pseudociencia” (falsa ciencia) se denomina al conjunto de declaraciones, supuestos, métodos, creencias o prácticas que, sin seguir un método científico reconocido y validado, se presentan falsamente como científicas o basadas en evidencia.
  • “Pseudoterapias” (falsas terapias) son aquellas prácticas cuya pretendida finalidad es curar enfermedades, aliviar síntomas o mejorar la salud con procedimientos, técnicas, productos o sustancias basadas en criterios sin el respaldo de la evidencia científica disponible actualizada, y que pueden tener significantes riesgos y daños potenciales.

PREÁMBULO

El ejercicio médico precisa un fundamento en la mejor evidencia probada científicamente, disponible y actualizada. Las diferencias entre la medicina convencional y otras prácticas que no están sustentadas en la evidencia científica configuran el complejo universo de las pseudociencias y pseudoterapias.

Las pseudociencias y las pseudoterapias constituyen un sistema complejo de teorías, suposiciones, afirmaciones y métodos considerados erróneamente como científicos, pueden hacer que algunos pacientes perciban una relación de causa-efecto entre las pseudoterapias, su utilización y la percepción de mejora, por lo que pueden ser muy peligrosas y son poco éticas.

Existen terapias y técnicas aceptadas por la comunidad científica que, utilizadas con carácter complementario (como terapias nutricionales, de confort o bienestar, ambientales y de  relax, de apoyo o refuerzo psicoterápico, de afectividad y el uso de placebos), aportan beneficios a la terapia médica principal validada y efectiva.

La mayoría de los países no disponen de un marco regulatorio para estas pseudoterapias, lo que ha permitido su proliferación. En el pasado, la profesión médica las consideraba inofensivas debido a su supuesta falta de efectos secundarios, pero actualmente ya existen suficientes pruebas que sugieren que pueden suponer un peligro para la seguridad del paciente.

Las pseudociencias y las pseudoterapias pueden comportar importantes riesgos y daños potenciales por variadas razones:

  • Existe el riesgo de que los pacientes abandonen terapias médicas o medidas de prevención que se han demostrado efectivas por prácticas que no han demostrado valor curativo, y esto a veces puede ocasionar fracaso del tratamiento en enfermedades graves, que pueden provocar incluso la muerte.
  • La posibilidad más que frecuente de retrasos peligrosos y pérdida de oportunidad en la aplicación de fármacos, procedimientos y técnicas reconocidas y avaladas por la comunidad médica científica como intervenciones efectivas basadas en evidencia.
  • Pueden producir daños económicos a los pacientes, traumas físicos y psicológicos, e ir contra la dignidad de la persona, amenazando su integridad moral.
  • Las terapias no probadas pueden contribuir al encarecimiento de los procesos asistenciales.

Todos los nuevos métodos diagnósticos, preventivos o terapéuticos deben probarse de acuerdo con métodos científicos y principios éticos para determinar la seguridad, la eficacia, la efectividad y el ámbito de aplicación.

El médico tiene el deber de prestar a todos los pacientes una atención médica de calidad basada en la mejor evidencia científica disponible, como refiere la Declaración de Ginebra de la AMM y el Código Internacional de Ética Médica que recomiendan las más altas normas éticas y una atención de calidad para la seguridad del paciente. El interés del paciente debe anteponerse a cualquier otro interés, incluido el del propio médico.

La AMM se reafirma en su Declaración de Lisboa sobre Derechos de los Pacientes y recuerda que la Seguridad del Paciente requiere abordar todas las oportunidades para que el paciente reciba una atención adecuada basada en evidencia.

RECOMENDACIONES

 Por todo ello, la AMM hace las siguientes recomendaciones:

Autoridades Sanitarias Nacionales

  1. Es necesaria una regulación adecuada y rigurosa acorde con las mejores prácticas que aborde los riesgos y reduzca los daños potenciales que puedan ocasionar las pseudoterapias y las pseudociencias.
  2. Las autoridades nacionales y los sistemas sanitarios deben rechazar la aprobación y el reembolso de los gastos de proporcionar pseudoterapias.
  3. En colaboración con las corporaciones profesionales médicas, las sociedades científicas y las asociaciones de pacientes, las autoridades nacionales deben llevar a cabo una campaña de concienciación pública sobre el riesgo de las pseudoterapias y las pseudociencias.

Miembros constituyentes de la AMM y profesión médica

  1. Los miembros constituyentes de la AMM y la profesión médica deben reconocer y ser conscientes de los riesgos derivados de las pseudoterapias y las pseudociencias.
  2. Las pseudoterapias y pseudociencias no deben considerarse especialidades médicas reconocidas por la comunidad científica ni avaladas legalmente con un título de especialista o subespecialista en pseudociencias.
  3. Todos los actos de intrusismo profesional, las actividades de pseudoterapias y pseudociencias que pongan en riesgo la salud pública de la población deben denunciarse ante las autoridades competentes, incluida la publicidad engañosa y los sitios de salud en Internet no acreditados que oferten servicios o productos que pongan en riesgo la salud de los pacientes, además debe respetarse la confidencialidad del paciente. El papel de los medios de comunicación generales y especializados en pro de la transparencia y la veracidad a la hora de aumentar la conciencia científica pública crítica resulta fundamental.
  4. Los miembros constituyentes deben trabajar con los gobiernos para que establezcan la mayor protección posible de los pacientes tratados con pseudoterapias y pseudociencias. Cuando se descubra que estas prácticas son dañinas o se aplican de manera poco ética, debe existir un mecanismo que detenga inmediatamente o limite considerablemente cualquier tratamiento denominado complementario o alternativo para proteger la salud pública.

Médicos

  1. Con el apoyo de las organizaciones y autoridades que intervienen en la ordenación y regulación de la profesión médica, los médicos deben seguir ejerciendo la medicina como servicio basado en la aplicación del conocimiento científico crítico actual, en la destreza técnica y en el comportamiento ético, y mantener actualizadas sus habilidades con los avances en su ámbito profesional.
  2. El médico debe disponer de libertad de prescripción, respetando la evidencia científica y los estándares asistenciales, por calidad del acto médico y seguridad del paciente.
  3. El paciente ha de estar en todo momento debidamente informado sobre las opciones de terapia disponibles, su efectividad y riesgos, y poder participar a la hora de decidir cuáles son los mejores tratamientos. La buena comunicación, la confianza mutua y la atención médica centrada en la persona son ejes esenciales de la relación médico-paciente. Los pacientes y los médicos deberían y deben poder hablar sobre los riesgos de las pseudociencias y las pseudoterapias. La educación para la salud es un elemento fundamental.
  4. Los médicos deben ser formados para identificar las pseudociencias /pseudoterapias, las falacias lógicas y los sesgos cognitivos y aconsejar a sus pacientes en consecuencia. Deben ser conscientes de que algunos grupos de pacientes, como los pacientes con cáncer, enfermedades psiquiátricas o enfermedades crónicas graves y los niños, son particularmente vulnerables a los riesgos asociados al uso de pseudoterapias.
  5. Al recabar la historia clínica del paciente (anamnesis) el médico debe preguntar sobre todas las terapéuticas (probadas o no) a las que haya estado o sigua estando expuesto. Si fuera necesario, el médico debe informar al paciente sobre los daños asociados al uso previo de pseudoterapias y las pseudociencias.
  6. El médico debe informar al paciente que el tratamiento complementario no es una alternativa terapéutica ni sustituye a un tratamiento médico principal validado.

Nota: No es objeto de la presente declaración las medicinas ancestrales tradicionales ni las denominadas medicinas indígenas, firmemente arraigadas en pueblos y naciones, formando parte intrínseca de su cultura, ritos, tradiciones e historia.

 

Adoptada por la 70ª Asamblea General de la AMM, Tiflis, Georgia, Octubre 2019

  

La AMM reitera su fuerte compromiso con los principios de la ética médica y con que se debe mantener el máximo respeto por la vida humana. Por lo tanto, la AMM se opone firmemente a la eutanasia y al suicidio con ayuda médica.

Para fines de esta declaración, la eutanasia se define como el médico que administra deliberadamente una substancia letal o que realiza una intervención para causar la muerte de un paciente con capacidad de decisión por petición voluntaria de éste. El suicidio con ayuda médica se refiere a los casos en que, por petición voluntaria de un paciente con capacidad de decisión, el médico permite deliberadamente que un paciente ponga fin a su vida al prescribir o proporcionar substancias médicas cuya finalidad es causar la muerte.

Ningún médico debe ser obligado a participar en eutanasia o suicidio con ayuda médica, ni tampoco debe ser obligado a derivar un paciente con este objetivo.

Por separado, el médico que respeta el derecho básico del paciente a rechazar el tratamiento médico no actúa de manera contraria a la ética al renunciar o retener la atención no deseada, incluso si el respeto de dicho deseo resulta en la muerte del paciente.

 

 Adoptada por la 70ª Asamblea General de la AMM, Tiflis, Georgia, Octubre 2019

 

INTRODUCCION

Las enfermedades no transmisibles (ENTs) son las causas principales de muerte en el mundo. Cada año 40 millones de personas mueren por ENT[1]. Las causas más comunes de estas enfermedades son una dieta mal equilibrada e inactividad física. Un alto nivel de consumo de azúcares libres ha sido asociado con las ENTs por su relación con la obesidad y una mala calidad de alimentación.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de azúcares libres que el fabricante, el cocinero o el consumidor agrega a los alimentos y bebidas, tiene como resultado un aporte de energía excesivo que a su vez puede llevar a cambios paralelos en el peso corporal.

La OMS define los azúcares libres como “toda azúcar agregada durante la fabricación y preparación de alimentos y también el azúcar presente en la miel, jarabes, jugos de fruta y concentrados de fruta”.

El azúcar esta disponible de manera generalizada y su consumo mundial a aumentado en cerca de 130 a 178 millones de toneladas en la última década4.

El exceso del consumo de azúcares libres, en particular en forma de bebidas azucaradas, amenaza la calidad de los nutrientes de la dieta al contribuir a la densidad energética general, pero sin agregar nutrientes específicos. Esto puede producir un aumento de peso no saludable e incrementa el riesgo de enfermedad dental, obesidad y ENTs. Las bebidas azucaradas se definen como todo tipo de bebidas que contienen azúcares libres (monosacáridos y disacáridos), incluidas las gaseosas, jugos de frutas o verduras y concentrados líquidos y en polvo, agua con sabor, bebidas energéticas y para deportistas, té y café listos para consumo y leche con sabor.

La Organización Mundial de la Salud recomienda disminuir el consumo de azúcar a un nivel que incluya 5% del aporte energético total (que corresponde a cerca de 6 cucharaditas diarias) y no exceder 10% del aporte de energía total[2].

La elasticidad de los precios de las bebidas azucaradas, según un metaanálisis publicado en EE.UU. es de -1,21, lo que significa que para cada 10% de aumento de precio de las bebidas azucaradas hay una disminución de 12.1% en el consumo. Un ejemplo de elasticidad de los precios que ha tenido buenos resultados es el de México, donde el consumo de bebidas azucaradas disminuyó después de aplicar un impuesto al azúcar.

Los datos y la experiencia de todo el mundo demuestran que un impuesto sobre el azúcar funciona mejor como parte de un conjunto integral de intervenciones para tratar la obesidad y las enfermedades crónicas relacionadas. Tales intervenciones incluyen regulaciones de publicidad de alimentos, etiquetado de alimentos, campañas educativas y subsidios para alimentos saludables.

RECOMENDACIONES

1. La Asociación Médica Mundial (AMM) y sus miembros constituyentes:

  • Piden a los gobiernos nacionales disminuir la asequibilidad de bebidas sin azúcar y azucaradas por medio de un impuesto al azúcar. Los ingresos fiscales recaudados deben utilizarse para la promoción de la salud y los programas preventivos de salud pública destinados a reducir la obesidad y las ENTs en sus países.
  • Instan a los fabricantes de alimentos a avisar claramente en las etiquetas si sus productos contienen azúcar e instan a los gobiernos a que dichas etiquetas sean obligatorias.
  • Instan a los gobiernos a regular estrictamente la publicidad de los alimentos y bebidas que contienen azúcar dirigidos especialmente a los niños.
  • Instan a los gobiernos nacionales a restringir las bebidas y productos azucaradas que tienen un alto concentrado de azúcares libres, en las instituciones educacionales y de salud y reemplazarlas por alternativas más saludables.

2. Los miembros constituyentes de la AMM y sus médicos miembros deben trabajar con las partes interesadas en el país para:

  • Abogar por alimentos sostenibles sanos con un contenido de azúcares libres bajo 5% de todo el consumo de energía.
  • Promocionar programas educativos de nutrición sobre cómo preparar comidas sanas con alimentos sin azúcar agregada.
  • Iniciar o apoyar campañas sobre hábitos alimenticios saludables para disminuir el consumo de azúcar.
  • Abogar por un enfoque intersectorial, multidisciplinario e integral para reducir el consumo de azúcares libres.

 

[1] WHO Key Fact Sheet, June 2017

[2] WHO Guideline: Sugars Intake for Adults and Children 2015

Adoptada por la 70ª Asamblea General de la AMM, Tiflis, Georgia, Octubre 2019

INTRODUCCION 

La inteligencia artificial (IA) es la capacidad que tiene una máquina para simular un comportamiento inteligente, calidad que permite que una entidad funcione apropiadamente y con anticipación en consideración de su entorno. El término AI cubre una gama de métodos, técnicas y sistemas. Los ejemplos comunes de sistemas de IA incluyen, entre otros, el procesamiento de lenguaje natural (PNL), la visión artificial y el aprendizaje automático. En la atención médica, como en otros sectores, las soluciones de IA pueden incluir una combinación de estos sistemas y métodos.

(Nota: un glosario de términos aparece como un apéndice a esta declaración).

En salud, el término más apropiado es “inteligencia aumentada”, concepto alternativo que refleja con mayor precisión el propósito de tales sistemas porque están destinados a coexistir con la toma de decisiones humana [1]. En consecuencia, lo que continúa en esta declaración IA se refiere a inteligencia aumentada.

Un sistema de IA que utiliza el aprendizaje automático emplea un algoritmo programado para aprender («algoritmo de aprendizaje») a partir de los datos denominados «datos de capacitación». El algoritmo de aprendizaje luego ajustará automáticamente el modelo de aprendizaje automático basado en los datos de capacitación. Un «sistema de aprendizaje continuo» actualiza el modelo sin supervisión humana a medida que se presentan nuevos datos, mientras que los «aprendices bloqueados» no actualizarán automáticamente el modelo con datos nuevos. En la atención médica, es importante saber si el algoritmo de aprendizaje está finalmente bloqueado o si continúa aprendiendo una vez implementado en la práctica clínica para evaluar la calidad, la seguridad y el sesgo de los sistemas. Es fundamental ser capaz de rastrear la fuente de los datos de capacitación para comprender el riesgo asociado con la aplicación de un sistema de IA de atención médica a personas cuyas características personales son significativamente diferentes a las del conjunto de datos de capacitación.

La IA de atención médica generalmente describe métodos, herramientas y soluciones cuyas aplicaciones se centran en entornos de atención médica y atención al paciente. Además de las aplicaciones clínicas, existen muchas otras aplicaciones de los sistemas de IA en la atención médica, incluidas las operaciones comerciales, la investigación, la administración de la atención médica y la salud de la población.

Los conceptos de inteligencia artificial y aprendizaje automático han interesado rápidamente a las organizaciones de salud, pero a menudo no existe una definición clara de la terminología utilizada. Muchos consideran la IA como una panacea tecnológica, sin embargo, la realización de sus promesas puede presentar desafíos, debido a la supervisión regulatoria en desarrollo para garantizar la seguridad y la eficacia clínica, la falta de estándares ampliamente aceptados, los problemas de responsabilidad, la necesidad de leyes y regulaciones claras que rijan el uso de datos y la falta de comprensión compartida de la terminología y las definiciones.

Algunos de los usos más prometedores de los sistemas de inteligencia artificial para la salud incluyen un análisis predictivo, medicina de precisión, diagnóstico por imágenes de enfermedades y apoyo a las decisiones clínicas. Los avances en estas áreas están en marcha y la inversión en IA ha aumentado en los últimos años [2]. En la actualidad, los sistemas de IA para la salud comienzan a proporcionar valor en el reconocimiento de patrones, procesamiento de lenguaje natural y aprendizaje en profundidad. Los sistemas de aprendizaje automático están diseñados para identificar errores de datos sin perpetuarlos. Sin embargo, los sistemas de IA para la salud no reemplazan la necesidad de la relación médico-paciente. Tales sistemas aumentan la atención médica proporcionada por el médico y no la reemplazan.

Los sistemas de IA para la salud deben ser transparentes, reproducibles y generar confianza entre el personal de salud y los pacientes. Los sistemas se deben enfocar en las necesidades de los usuarios. La facilidad de empleo y su eficacia deben ser evaluados por participantes que reflejan necesidades similares y patrones de práctica de los usuarios finales y los sistemas deben funcionar de manera eficaz con las personas. Los médicos estarán más dispuestos a aceptar sistemas de IA si pueden ser integrados o mejorar sus esquemas de prácticas y también mejorar la atención de los pacientes.

Oportunidades

La IA para la salud puede ofrecer un conjunto de herramientas de transformación a los médicos y los pacientes y tiene el potencial de que la atención médica sea más segura y más eficaz. La automatización de los procesos hospitalarios y administrativos podría mejorar la productividad de los médicos. El uso de la extracción de datos para producir información útil y exacta en el momento adecuado puede mejorar los registros de salud electrónicos y el acceso a la información pertinente del paciente. Los resultados de la extracción de datos también puede entregar evidencia para las tendencias que pueden servir para informar sobre la asignación de recursos y las decisiones de utilización. Puede haber mejores diagnósticos y tratamientos si se analiza toda la información conocida de un paciente. También existe el potencial de mejorar la experiencia del paciente, la seguridad del paciente y el cumplimiento del tratamiento.

Las aplicaciones de la IA para la salud en la educación médica incluyen la educación médica continua, simulaciones de capacitación, asistencia al aprendizaje el acompañamiento de los estudiantes de medicina y residentes y puede proporcionar herramientas de evaluación objetiva de las competencias. Estas aplicaciones ayudarían a personalizar la educación médica y facilitar el aprendizaje independiente individual o grupal.

A parte de los médicos, hay varios interesados y responsables de políticas que participan en la evolución de la IA en la atención médica. Esto incluye a las asociaciones médicas, empresas, gobiernos y la industria tecnológica. Los médicos tienen una oportunidad sin precedentes de informar e influir de manera positiva en los debates que se dan actualmente sobre la IA. Los médicos deben involucrarse de forma dinámica en estos intercambios para asegurar que sus opiniones sean escuchadas e incorporadas a esta tecnología de rápido desarrollo.

Desafíos

Los desarrolladores y reguladores de los sistemas de inteligencia artificial para la salud deben garantizar la divulgación adecuada y tener en cuenta los beneficios, las limitaciones y el alcance del uso apropiado de dichos sistemas. A su vez, los médicos tendrán que comprender los métodos y sistemas para basarse en la recomendación clínica. Los estudiantes de medicina y los médicos en ejercicio deben ser informados sobre las posibilidades y limitaciones de los sistemas de IA para la salud, ya que su participación es esencial para la buena evolución del sector. Los sistemas de IA siempre deben ser conformes a los valores profesionales y a la ética de la profesión médica.

La protección de la confidencialidad, control y propiedad de los datos del paciente es fundamental en la relación médico-paciente. El anonimato de los datos no proporciona una protección suficiente a la información del paciente cuando es suficiente tres puntos de información, que pueden poner en riesgo la privacidad de los datos del paciente, a los algoritmos de aprendizaje por las máquinas para identificar a una persona en un inmenso y complejo conjunto de información. Las expectativas actuales de los pacientes en cuanto a la confidencialidad de su información personal deben abordarse y desarrollar nuevos modelos que incluyan el consentimiento y la gestión de datos. Se exploran soluciones técnicas viables para mitigar estos riesgos, que serán importantísimas para adoptar el uso de sistemas de IA para la salud.

La estructura y la integridad de la información son los mayores desafíos que deben enfrentarse cuando se diseñen los sistemas de IA para la salud. El conjunto de información en el que los sistemas de aprendizaje automático se basan es creado por humanos y puede ser sesgado y tener errores. Es por eso que estos conjuntos de información normalizarán errores y las predisposiciones inherentes a su constitución. Las minorías se pueden encontrar en desventaja porque hay menos información disponible sobre las poblaciones minoritarias. Otra consideración en el diseño es cómo se evaluará un modelo en su exactitud, lo que incluye un análisis muy cuidadoso de la información y su relación con el conjunto de datos usados para evaluar los algoritmos.

La generalización de los sistemas de IA presenta importantes desafíos sobre cuestiones de responsabilidad. A medida que los modelos de supervisión nuevos y existentes desarrollan sistemas de IA para la salud, los desarrolladores de tales sistemas generalmente tendrán el mayor conocimiento de los riesgos y estarán mejor posicionados para mitigar el riesgo. Como resultado, los desarrolladores de sistemas de IA para la salud y aquellos que exigen el uso de dichos sistemas deben ser responsables de los eventos adversos que resulten de un mal funcionamiento o una imprecisión en la producción. Los médicos a menudo se ven frustrados con el uso de registros de salud electrónicos. Los sistemas diseñados para respaldar la atención médica prestada en equipo y los modelos sobre el flujo de tareas. Además de los factores humanos en el diseño y desarrollo de los sistemas de IA para la salud, se debe dar una consideración significativa al despliegue apropiado del sistema. No todos los sistemas se pueden implementar en todas las configuraciones, debido a las variaciones de la fuente de datos.

Ya se trabaja para avanzar en la prestación y la supervisión de la atención médica con utilización de IA, incluidas las normas de atención, los derechos de propiedad intelectual, los procedimientos de certificación o las regulaciones gubernamentales y los aspectos éticos y jurídicos.

 

RECOMENDACIONES

1. Que la AMM:

  • Reconozca el potencial para mejorar los resultados de los pacientes y la satisfacción profesional de los médicos mediante el uso de IA para la salud, siempre que se ajusten a los principios de la ética médica, la confidencialidad de los datos de los pacientes y la no discriminación.
  • Apoye el proceso de establecer prioridades para la IA para la salud.
  • Inste a la revisión del currículo médico y a tener oportunidades educacionales para los pacientes, médicos, estudiantes de medicina, administradores de salud y otros profesionales de salud, a fin de promover una mayor comprensión de los diversos aspectos, positivos y negativos, de la IA para la salud.

2. La AMM insta a sus organizaciones miembros a:

  • Encontrar oportunidades para incluir la perspectiva del médico en ejercicio en el desarrollo, diseño, validación e implementación de la IA para la salud.
  • Abogar por la participación directa del médico en el desarrollo y gestión de la IA para la salud y por una supervisión apropiada gubernamental y profesional de los productos y servicios de la IA para que sean seguros, eficaces, equitativos, éticos y accesibles.
  • Abogar por que todos los sistemas de IA para la salud sean transparentes, reproducibles y sean confiables por el personal de salud y los pacientes.
  • Abogar por la primacía de la relación médico-paciente cuando se desarrollan e implementan sistemas de AI para la salud.

APENDICE

GLOSARIO DE TERMINOS UTILIZADOS EN LA INTELIGENCIA AUMENTADA PARA LA SALUD

El algoritmo es un conjunto de instrucciones detalladas y ordenadas que son seguidas por un computador para resolver un problema matemático o para completar un proceso informático.

La inteligencia artificial consiste en una serie de métodos computacionales utilizados para producir sistemas que realizan tareas que muestran un comportamiento inteligente que no se puede distinguir del comportamiento humano.

La inteligencia aumentada (IA) es una conceptualización de la inteligencia artificial que se centra en el papel de asistencia de la inteligencia artificial, y enfatiza que su diseño mejora la inteligencia humana en lugar de reemplazarla.

La visión computacional es un campo científico interdisciplinario que trata sobre cómo se puede hacer que los computadores obtengan un alto nivel de comprensión a partir de imágenes digitales o videos y busque automatizar las tareas que puede realizar el sistema visual humano.

La extracción de datos es un subcampo interdisciplinario de informática y estadística cuyo objetivo general es extraer información (con métodos inteligentes) de un conjunto de datos y transformar la información en una estructura comprensible para su uso posterior

El aprendizaje automático (AA) es el estudio científico de algoritmos y modelos estadísticos que utilizan los sistemas informáticos para realizar con eficacia tareas específicas con una mínima interacción humana y sin usar instrucciones explícitas, mediante el aprendizaje de datos e identificación de patrones.

El procesamiento del lenguaje natural (PLN) es un subcampo de ciencias de la computación, ingeniería de la información e inteligencia artificial relacionada con las interacciones entre las computadoras y los lenguajes humanos (naturales), en particular, cómo programar los computadores para procesar y analizar grandes cantidades de datos en lenguaje natural.

Los datos de capacitación se utilizan para formar un algoritmo; generalmente consiste en un cierto porcentaje de un conjunto de datos general junto con un conjunto de pruebas. Como regla general, cuanto mejor sean los datos de capacitación, mejor será el rendimiento del algoritmo. Una vez que un algoritmo es formado en un conjunto de capacitación, generalmente se evalúa en un conjunto de prueba. El conjunto de capacitación debe estar etiquetado o enriquecido para aumentar la confianza y precisión de un algoritmo.

[1] Para fines de esta Declaración, el término «IA de atención médica» se refiere a los sistemas que enriquecen el trabajo de los médicos, pero no lo reemplazan.

[2] CB Insights. The Race for AI: Google, Baidu, Intel, Apple in a Rush to Grab Artificial Intelligence Startups. https://www.cbinsights.com/research/top-acquirers-ai-startups-ma-timeline/.

Adoptada en la 69ª Asamblea General de la AMM, Reikiavik, Islandia, octubre 2018

INTRODUCCIÓN

1. La AMM señala la tendencia creciente en todo el mundo para que las mujeres ingresen a las facultades de medicina y la profesión médica, y considera que el estudio y la práctica de la medicina deben transformarse en mayor o menor medida para ayudar a todas las personas que estudian a convertirse o ejercer como médicos, de cualquier género. Este es un proceso esencial de modernización mediante el cual se promueve la inclusión mediante la igualdad de género. Esta declaración propone mecanismos para identificar y abordar las barreras que causan discriminación entre los géneros.

2. En muchos países del mundo la cantidad de mujeres que estudian y ejercen la medicina ha aumentado en las últimas décadas, más de 50% en muchos lugares.

3. Esto ofrece oportunidades para adoptar medidas, incluido lo siguiente:

  • Mayor énfasis en un equilibrio apropiado entre trabajo y vida de familia, y apoyar el desarrollo profesional del médico.
  • Estímulo y realización de las mujeres en puestos a nivel académico, directivo y de gestión.
  • Igualdad de salarios y oportunidades de empleo para hombres y mujeres, terminar con las diferencias de salarios por género en medicina, y eliminación de barreras que afectan negativamente el avance de las doctoras.

4. El tema de la mujer en la medicina fue reconocido previamente en la Resolución de la AMM sobre el Acceso de las mujeres y los niños a la atención médica y el papel de la mujer en la profesión médica que, entre otras cosas, exigía una mayor representación y participación en la profesión médica, especialmente ante la creciente matriculación de mujeres en las escuelas de medicina. También exigía una mayor tasa de crecimiento de la afiliación de mujeres en las asociaciones médicas nacionales (AMNs) a través del empoderamiento, el desarrollo profesional, la capacitación y otras iniciativas estratégicas.

RECOMENDACIONES

Mayor presencia de mujeres en el mundo académico, directivo y funciones de gestión

5.  Se insta a las asociaciones médicas nacionales/escuelas de medicina/empleadores a facilitar la creación de programas de mentores, patrocinios y contratación activa para proporcionar a los estudiantes de medicina y médicos, guía y estímulo necesarios para asumir funciones de liderazgo y gestión.

6. Las AMNs deben considerar oportunidades e incentivos para estimular a los hombres y las mujeres a seguir diversas carreras en medicina y postular a becas y a cargos académicos, de alta dirección y gestión.

7. Las AMNs deben presionar para lograr políticas sobre educación médica y trabajo igual para los géneros.

8. Las AMNs deben fomentar la participación de hombres y mujeres en organizaciones sobre políticas de salud y organizaciones médicas profesionales.

Equilibrio entre trabajo y vida personal

9. Los médicos deben reconocer que un equilibrio entre trabajo y vida personal es beneficioso para todos los médicos, pero que las mujeres pueden enfrentar desafíos especialmente en el equilibrio entre trabajo y vida personal impuestos por las expectativas de la sociedad sobre los roles de género que deben abordarse para solucionar el problema. Los empleadores en salud pueden mostrar liderazgo y ayudar a enfrentar este desequilibrio al:

  • Asegurar que las mujeres que toman una licencia de maternidad puedan tener acceso a todos sus derechos.
  • Introducir programas que insten a los hombres y también a las mujeres a tomar una licencia parental, de modo que las mujeres puedan continuar sus carreras y los hombres puedan pasar un tiempo importante con sus familias.

10. Los hospitales y otros lugares de trabajo deben esforzarse para ofrecer y promover el acceso a guarderías de alta calidad, asequibles y flexibles para los padres que trabajan, incluido el alojamiento y guardería cuando sea apropiado. Estos servicios deben estar disponible a médicos de ambos sexos, reconociendo la necesidad de un mejor equilibrio entre trabajo y vida personal. Los empleadores deben entregar información sobre los servicios disponibles que apoyan la compatibilidad de trabajo y familia.

11. Los hospitales y otros lugares de trabajo deben ser receptivos a la posibilidad de horarios de trabajo flexible y favorable a las familias, incluidas las residencias parciales, puestos y nombramientos profesionales.

12. Es necesario investigar más los horarios de trabajo alternativos y las oportunidades de telecomunicación que permita la flexibilidad en el equilibrio de exigencias entre trabajo y vida personal.

13. Las AMNs deben abogar por el cumplimiento, y cuando sea necesario, de políticas que obliguen al pago apropiado de permiso parental y sus derechos en sus respectivos países.

14. Los centros médicos y las organizaciones profesionales deben contar con políticas y prácticas justas, imparciales y transparentes para ofrecer a todos los médicos y estudiantes de medicina un acceso igualitario a oportunidades de empleo, educación y formación en medicina.

Embarazo y paternidad

15. Debe ser ilegal que los empleadores pregunten a los postulantes sobre embarazos o planificación familiar en relación con el trabajo.

16. El empleador debe realizar una evaluación del riesgo para las doctoras embarazadas y sus niños por nacer, cuando una doctora ha dado a luz recientemente y amamanta. Cuando se constata o el médico considera que una empleada o su niño correrían riesgo si sigue con sus tareas habituales, el empleador debe ofrecer un trabajo alternativo adecuado por el cual la doctora debe recibir su salario normal. La doctora debe tener derecho a no trabajar turnos de noche o turnos de guardia durante la última parte del embarazo, sin sufrir consecuencias negativas sobre el salario, empleo o la progresión en la residencia.

17. Las doctoras embarazadas deben tener las mismas oportunidades de formación en el perfeccionamiento de postgrado.

18. Los padres deben tener el derecho a permisos parentales sin consecuencias negativas para su empleo y oportunidades de formación o de carrera.

19. Los padres deben tener derecho a volver al mismo puesto después de la licencia parental, sin temor a despido.

20. Los empleadores y los organismos de formación deben proporcionar el apoyo necesario a cualquier médico que vuelva luego de un prolongado período de ausencia, incluido por licencia de maternidad y permiso por cuidado de ancianos.

21. Las madres deben poder amamantar (o tener tiempo protegido para extraerse la leche) durante las horas de trabajo, según las normas actuales de la OMS.

22. Los lugares de trabajo deben contar con instalaciones adecuadas para las mujeres que amamantan, incluidas zonas designadas para amamantar, extraerse la leche y almacenarla, que sean tranquilos, higiénicos y privados.

Cambios en la cultura de organización

23. La profesión médica y los empleadores deben trabajar para eliminar la discriminación y el acoso en base al género y crear un marco de apoyo que permita oportunidades iguales de empleo, formación y avance.

24. La amistad familiar debe ser parte de la cultura organizacional de los hospitales y otros lugares de trabajo.

Planificación e investigación de la fuerza laboral

25. Las AMNs deben instar a los gobiernos a considerar la creciente cantidad de mujeres que entran a medicina en un contexto de planificación de la fuerza laboral a largo plazo. Una fuerza laboral diversa es beneficiosa para el sistema de salud y los pacientes. Las organizaciones que ofrecen atención médica deben asegurar que los sistemas tengan los recursos apropiados para que todos los que trabajan en ellos puedan prestar una atención segura a los pacientes y sean recompensados adecuada y equitativamente. Los gobiernos también deben trabajar para impedir actitudes y comportamientos negativas, prejuicios o normas y valores caducos de parte de las organizaciones y las personas.

26. Las AMNs deben instar a los gobiernos a invertir en investigación para identificar los factores que llevan a las mujeres y los hombres a optar por ciertos campos de especialización a comienzos de su educación médica y formación y luchar por eliminar los obstáculos a fin de lograr una representación igualitaria de hombres y mujeres en todos los campos de la medicina.

27. Las AMNs deben instar a los gobiernos y los empleadores a asegurar que los hombres y las mujeres reciban una compensación igual proporcional a sus trabajos y luchar para eliminar la diferencia de salarios entre sexos en medicina.

Adoptada en la 69ª Asamblea General de la AMM, Reikiavik, Islandia, octubre 2018

INTRODUCCION

  1. La expiración de las patentes para productos bioterapéuticos originales ha llevado a la creación y aprobación de copias, llamadas “medicamentos biológicos similares” o “biosimilares” que son muy similares a un medicamento biológico aprobado previamente, conocido como medicamento de referencia o de origen.
  2. En vista de que los biosimilares son producidos en organismos vivos, pueden existir algunas diferencias menores con respecto al medicamento de referencia, ya que la variabilidad menor es una característica de todos los medicamentos biológicos. La fabricación de los biosimilares por lo general es más compleja que elaboración de las moléculas químicas. Por esto, la substancia activa en el biosimilar final puede tener un grado inherente de menor variabilidad. Los innovadores bilógicos también  tienen una variabilidad inherente entre lotes y por esta razón los biosimilares no siempre son intercambiables con los productos de referencia, incluso después de la aprobación reguladora.
  3. Los biosimilares no son lo mismo que los genéricos. El medicamento genérico es una copia idéntica de un producto farmacéutico con licencia en la actualidad que tiene una protección de patente expirada y debe contener los “mismos ingredientes activos que la fórmula original”. El biosimilar es un producto diferente con una estructura similar, pero no idéntica, que provoca una respuesta clínica similar. En consecuencia, los medicamentos biosimilares pueden causar una respuesta inmune no deseada. Aunque los genéricos son intercambiables, los biosimilares no siempre lo son.
  4. Los productos biosimilares han estado disponibles en Europa por casi una década después de ser aprobados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) en 2005. El primer biosimilar fue aprobado por la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) para su uso en EE.UU. durante 2015.
  5. Los medicamentos biosimilares han transformado las perspectivas para los pacientes con enfermedades crónicas o debilitantes, ya que es posible obtener una eficacia similar a la del producto de referencia con un costo más bajo.
  6. Los biosimilares también aumentarán el acceso para los pacientes que no pueden obtener el medicamento original. Un mayor acceso generalizado a los biofármacos eficaces puede disminuir la discapacidad, morbilidad y mortalidad asociada a diversas enfermedades crónicas.
  7. Sin embargo, el bajo costo potencial de los biosimilares aumenta el riesgo de que las compañías aseguradoras y  los profesionales de la salud prefieran  los medicamentos originales, incluso cuando puede que no sean apropiados para un paciente o en situaciones en las que no demuestren una equivalencia clínica adecuada a un producto biológico original. La decisión de  prescribir biosimilares o cambiar a los pacientes de medicamentos de referencia a los biosimilares la deben tomar los médicos tratantes, no las compañías de seguros de salud. 

RECOMENDACIONES

  1. Las asociaciones médicas nacionales deben trabajar con sus gobiernos para elaborar una guía nacional sobre la seguridad de los productos biosimilares.
  2. Las asociaciones médicas nacionales deben abogar por ofrecer terapias biosimilares tan seguras y eficaces como las de los productos de referencia.
  3. Las asociaciones médicas nacionales deben luchar para asegurar que el médico mantenga su autonomía para dispensar un producto biológico.
  4. Cuando sea apropiado, las asociaciones médicas nacionales deben ejercer presión para impedir que las compañías aseguradoras y los fondos de salud requieran la intercambiabilidad  y para regulaciones de seguridad del intercambio de los medicamentos biosimilares cuando esté permitido.
  5. Los médicos deben asegurarse que el historial médico del paciente incluya con exactitud el medicamento biosimilar que se prescribe y usa.
  6. Los médicos no deben prescribir un medicamento biosimilar a los pacientes que ya utilizan satisfactoriamente un fármaco de origen, al menos que se haya demostrado y establecido claramente la equivalencia clínica y que se haya informado de manera adecuada a los pacientes y que éstos hayan otorgado su consentimiento. No debe haber una sustitución entre los biosimilares y otros medicamentos sin considerar la autorización del médico.
  7. Los médicos deben tratar de mejorar su comprensión sobre las distinciones entre productos biosimilares muy similares al producto de origen o intercambiable con él, informar sobre los medicamentos biosimilares y su intercambiabilidad  y promover un etiquetado claro de éstos.
  8. Los médicos deben mantenerse alerta e informar al fabricante, al igual que a través de las vías reguladoras designadas, todo evento adverso que sufran los pacientes que utilizan medicamentos biológicos originales o biosimilares.

Adoptada por la 49ª Asamblea General de la AMM Hamburgo, Alemania, noviembre 1997,
reafirmada por la 176a sesión del Consejo de la AMM, Berlín, Alemania, mayo 2007
y enmendada por la 69ª Asamblea General de la AMM, Reikiavik, Islandia, octubre 2018

 

Objetivo y Definiciones

El objetivo de esta Declaración incluye los siguientes delitos específicos: genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, definidos en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.

Introducción

  • Los médicos están regidos por la ética médica para trabajar por el bien de sus pacientes. Los médicos que han sido condenados por genocidio, crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad han violado la ética médica, los derechos humanos y la legislación internacional, por lo que están inhabilitados para ejercer la medicina.
  • Conforme al principio de presunción de inocencia, sólo los médicos que han sido condenados por delitos específicos deben estar inhabilitados para ejercer la medicina. 

Discusión

  1. Los médicos que pretenden trabajar en cualquier país están sujetos a los reglamentos de las autoridades o jurisdicción pertinente de dicho país. La persona que desea una licencia para ejercer la profesión tiene el deber de demostrar que está habilitada para hacerlo.
  2. A los médicos que han sido condenados por genocidio, crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad no se les debe permitir ejercer en otro país o jurisdicción.
  3. Las autoridades pertinentes que otorgan licencias deben asegurarse de que los médicos tengan las cualificaciones requeridas y que no hayan sido condenados genocidio, crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad.
  4. Los médicos que han sido condenados por delitos específicos, a veces han podido escapar del país donde se cometieron dichos crímenes y han obtenido una licencia para ejercer la medicina de parte de las autoridades pertinentes que otorgan licencias en otro país.
  5. Esto va claramente contra el interés público y daña la reputación de la profesión médica y puede ser perjudicial para la seguridad del paciente.

Recomendaciones

  1. La AMM recomienda que a los médicos que han sido condenados por delitos específicos no se les otorgue una licencia para ejercer la medicina y no se les permita ser miembros de asociaciones médicas nacionales, por parte de las autoridades reguladoras y de licencias pertinentes de esa jurisdicción.
  2. La AMM recomienda que las autoridades reguladoras y de licencias pertinentes hagan uso de su autoridad para informarse, en lo posible, si he han presentado denuncias verdaderas de participación de médicos en genocidio, crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad y al mismo tiempo respetar la presunción de inocencia.
  3. Las asociaciones médicas nacionales deben asegurarse de que las autoridades apropiadas realicen una completa investigación de dichas denuncias.
  4. La AMM recomienda que las asociaciones médicas nacionales aseguren que exista una comunicación eficaz entre ellas y que cuando sea posible y apropiado informen a las autoridades reguladoras pertinentes que otorgan licencias sobre las condenas de los médicos por genocidio, crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad.

Adoptada por la 24ª Asamblea Médica Mundial, Oslo, Noruega, agosto 1970,
y enmendada por la 35ª Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, octubre 1983,
la 57
ª Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006,
la 69ª Asamblea General de la AMM, Reikiavik, Islandia, octubre 2018

 

INTRODUCCION

  1. El término del embarazo por indicación médica se refiere sólo a la interrupción del embarazo por razones de salud, conforme a los principios de la medicina basada en la evidencia y a la buena práctica médica. Esta Declaración no incluye ni implica ninguna opinión sobre el término del embarazo llevado a cabo por otro motivo que no sea una indicación médica.
  2. El término del embarazo es un asunto médico entre el paciente y el médico. Las actitudes frente al término del embarazo son una cuestión de convicción y conciencia individuales que deben ser respetadas.
  3. Las circunstancias en que una paciente puede sufrir daños si sigue con el embarazo hasta el final presenta un conflicto entre la vida del feto y la salud de la embarazada. La diversidad de respuestas para resolver este dilema refleja la variedad de estándares culturales, legales, tradicionales y regionales de la atención médica en el mundo.

RECOMENDACIONES

  1. Los médicos deben conocer la legislación local sobre el término del embarazo, reglamentos y requisitos de información. Las leyes nacionales, normas, estándares y práctica clínica relativas al término del embarazo deben promover y proteger la salud, dignidad de la mujer y sus derechos humanos, consentimiento informado voluntario y autonomía para decidir, confidencialidad y privacidad. Las asociaciones médicas nacionales deben abogar para que la política de salud nacional defienda estos principios.
  2. Cuando la ley permita el término del embarazo por indicación médica, el procedimiento debe ser realizado por un médico competente y sólo en casos extremos por otro personal de salud cualificado, conforme a los principios de la medicina basada en la evidencia y de la buena práctica médica, en un establecimiento aprobado que cumpla con las normas médicas necesarias.
  3. Las convicciones del médico y del paciente deben ser respetadas.
  4. Los pacientes deben ser apoyados apropiadamente y recibir tratamiento médico y psicológico necesario, además de un asesoramiento adecuado, si lo desean.
  5. El médico tiene derecho a la objeción de conciencia para realizar un aborto, por lo que se puede retirar si asegura que un colega cualificado siga con la atención médica. En todo caso, el médico debe realizar los procedimientos necesarios para salvar la vida de la mujer y evitar graves lesiones a su salud.
  6. Los médicos deben trabajar con las instituciones y autoridades pertinentes para asegurar que ninguna mujer sufra lesiones porque no se dispone de servicios de término del embarazo por indicación médica.

 

Adoptada en la 69ª Asamblea General de la AMM, Reikiavik, Islandia, octubre 2018

Introducción

  1. La AMM considera que la salud y el bienestar dependen de los determinantes sociales de la salud (SDH), las condiciones en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen. Estos determinantes sociales influirán directamente en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG) de la ONU. Muchos de los objetivos SDG, metas e indicadores que se han elaborado para medir su progreso también serán medidas útiles del impacto que las acciones tienen en el mejoramiento de los SDH y en particular en la disminución de las desigualdades en salud.
  2. Esta declaración se basa en la política de la AMM sobre los Determinantes Sociales de la Salud como está establecida en la Declaración de Oslo y en los principios básicos de la ética médica de la Declaración de Ginebra.
  3. La AMM reconoce los importantes esfuerzos realizados por la ONU con la adopción el 25 de septiembre de 2015 de la resolución “Transforming our world: the 2030 Agenda for Sustainable Developmet”. La agenda sobre desarrollo sostenible se basa en cinco temas clave: gente, planeta, prosperidad, paz y asociación y el principio de no dejar a nadie atrás. La AMM afirma la importancia de los esfuerzos globales en el desarrollo sostenible y el impacto que pueden tener en la humanidad.
  4. Los SDG están basados en las lecciones aprendidas de los éxitos y fracasos para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio (MDG), incluida la desigualdad en muchos ámbitos de la vida. Aunque no hay un concepto general que unifique a los SDG, la AMM considera que la desigualdad en salud y bienestar resume gran parte de la agenda 2030. La AMM nota que sólo el objetivo SD3 es claramente sobre salud, muchos de los objetivos tienen elementos importantes de salud.
  5. La AMM reconoce que todos los gobiernos deben comprometerse e invertir para implementar completamente los objetivos en 2030, de conformidad con la agenda de acción Addis Ababa. La AMM también reconoce el riesgo que los SDG puedan ser consideradas inasequibles debido a su costo potencial estimado entre 3,3 y 4,5 trillones de dólares al año.
  6. La AMM enfatiza la necesidad de trabajo cruzado e intersectorial para lograr los objetivos y considera que la salud debe estar incluida en todos los SDG y no sólo en el objetivo específico SD3 de salud.

Prioridades de políticas

  1. Reconocimiento de la salud en todas las políticas y los determinantes sociales de la salud/ enfoque de toda la sociedad.
  2. Ambitos de políticas que son esenciales para lograr el SDG3, incluyen:
  • Empoderamiento del paciente y seguridad del paciente
  • Mejoramiento continuo de la calidad en salud
  • Superar el impacto del envejecimiento en salud
  • Abordar la resistencia antimicrobiana
  • Seguridad y bienestar del personal de salud
  1. Asegurar un alineamiento de políticas entre todos los organismos de la ONU y el trabajo de las organizaciones gubernamentales regionales, como la UE, Unión Africana, Liga Arabe, ASEAN y OEA.
  2. La AMM se compromete a respaldar la implementación de los otros tres acuerdos globales sobre el proceso de desarrollo sostenible:
  • La Agenda de acción Addis Ababa como el mecanismo que proporcionará el apoyo final para la agenda 2030.
  • El Acuerdo de París es el mecanismo obligatorio del proceso de desarrollo sostenible que establece un plan de acción para poner al mundo por buen camino para evitar el peligroso cambio climático, al limitar el calentamiento global a bajo 2ºC por sobre los niveles pre industriales.
  • El Marco Sendai para la Disminución de Riesgo de Catástrofe como el acuerdo que reconoce que el Estado tiene el rol principal para disminuir el riesgo de catástrofe, pero que la responsabilidad se debe compartir con el gobierno local, el sector privado y otros actores.

Recomendaciones y Compromisos

  1. La AMM se compromete a trabajar con otras organizaciones intergubernamentales, incluidas la ONU la OMS, organizaciones de profesionales de la salud y otros interesados en la implementación y el seguimiento de esta agenda y los acuerdos internacionales relacionados y para armonización de políticas y defensa.
  2. La AMM se compromete a colaborar con las asociaciones miembros constituyentes para apoyar su trabajo a nivel regional y nacional y con sus gobiernos en la implementación de la agenda 2030.
  3. La AMM recomienda que las AMNs elaboren estrategias sobre la recopilación de información, implementación, aumento de capacidad y defensa para incrementar la coherencia de políticas y aumentar al máximo la implementación de la agenda 2030 a niveles nacional y global.
  4. La AMM también recomienda que las AMNs colaboren con bancos de desarrollo, ONGs, organizaciones intergubernamentales y otros interesados que también trabajan para implementar la agenda 2030, en especial en sus propios países.
  5. La AMM insta a la ONU y la OMS elaborar normas sobre cómo se implementará el financiamiento de la salud para lograr los objetivos establecidos en la agenda 2030 y las consecuencias económicas de las NCDs, envejecimiento y resistencia antimicrobiana.