Resolución sobre la Protección del derecho de las futuras generaciones a vivir en un medio ambiente saludable
Adoptada por la 71ª Asamblea General de la AMM (en línea), Córdoba, España, octubre 2020
INTRODUCCION
El aumento exponencial en la cantidad de incendios relacionados con el cambio climático, huracanes, derretimientos de hielo, olas de calor y deforestación, en especial de los bosques tropicales, muestran que no hay tiempo que perder. Existe una necesidad urgente de acelerar los esfuerzos que desencadenarán los cambios que serán implementados por los encargados de la toma de decisiones y políticas nacionales e internacionales para detener y adaptarse a la crisis climática.
El cambio climático y la contaminación del aire están estrechamente relacionados, ambos tienen enormes impactos en la salud humana y son el resultado de las emisiones antropogénicas debido a la combustión de combustibles fósiles. Como lo mencionan los organismos internacionales como La Iniciativa de Aire Limpio fundada por la ONU, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Coalición del Clima y el Aire Limpio (CCAC), todos los gobiernos, investigadores y organizaciones no gubernamentales deben abordar con urgencia la contaminación del aire y la crisis climática juntas.
Teniendo en cuenta la urgencia y la complejidad del cambio climático, es necesario crear un cambio global para detener las causas de esta crisis. Por lo tanto, la AMM hace un llamado a los encargados de la toma de decisiones internacionales, nacionales, regionales o provinciales, como los políticos, los encargados de formular políticas y los jueces, para que reconozcan la urgencia, la complejidad y la interconexión de la esencia de la acción de la crisis climática y tomen medidas inmediatas para proteger los derechos de las generaciones futuras por el bien de la justicia climática.
La crisis climática causa una grave pérdida, daño o destrucción de los ecosistemas y daños culturales, lo que tiene graves impactos en todos los habitantes del mundo. Para garantizar el derecho a vivir para las generaciones futuras, existe una necesidad inminente de adoptar y aplicar medidas legales vinculantes en el ámbito nacional e internacional contra los contaminadores que producen emisiones que causan especialmente la crisis climática, así como el aire, el agua y la contaminación del suelo.
Los profesionales de la salud tienen el deber de cuidar, respetar y proteger la vida humana y el derecho de vivir para las generaciones futuras y todas las formas de vida del mundo natural. La AMM considera que todas las personas, incluida las generaciones futuras, tienen derecho a los recursos ambientales, económicos y sociales necesarios para vidas sanas y productivas, tales como el aire, suelo y agua puros y alimentos seguros. Por lo tanto, la AMM tiene la responsabilidad histórica de actuar proactivamente, a fin de iniciar los cambios y soluciones necesarios para combatir la crisis climática.
RECOMENDACIONES
La AMM propone las siguientes recomendaciones a sus miembros y otras organizaciones relacionadas:
- Instar a solicitar a sus miembros que colaboren con los organismos pertinentes de sus países para crear conciencia sobre la necesidad de sanciones y políticas legalmente vinculantes a nivel nacional e internacional para los contaminadores que amenazan el derecho a vivir para las generaciones futuras, mediante la emisión de gases que se ha demostrado que causan crisis climáticas y contaminación del aire, el suelo y el agua.
- Instar a todos los gobiernos nacionales, formuladores de políticas, investigadores y profesionales de la salud a movilizarse para elaborar e implementar políticas integrales destinadas a combatir los problemas creados por el uso de combustibles fósiles que hace la industria y las personas, lo que conduce a una crisis climática, contaminación del aire, el agua y el suelo.
- Instar a todos los profesionales médicos, medios de comunicación, instituciones gubernamentales y no gubernamentales a referirse al cambio climático como «crisis climática» y llamar a los líderes de los gobiernos nacionales, estatales o provinciales, regionales, municipales y locales a declarar una emergencia climática para iniciar una movilización en toda la sociedad. Además, instar a los medios a promover el concepto y significado del derecho a vivir para las generaciones futuras.
- Actualizar el plan de estudios en las escuelas de medicina y agregar secciones obligatorias sobre salud ambiental para formar profesionales de la salud que puedan pensar críticamente sobre los impactos en la salud de los problemas ambientales, sean conscientes de los motivos, impactos / dimensiones de la crisis climática y puedan ofrecer soluciones para proteger los derechos y la salud de las generaciones futuras.
- Abogar y organizar campañas interdisciplinarias para detener los nuevos permisos otorgados a las instalaciones industriales que utilizan combustibles fósiles que causan crisis climáticas y contaminación.
- Instar a los gobiernos nacionales y organismos internacionales como la OMS a adoptar regulaciones más estrictas sobre protección ambiental y procedimientos de evaluación, permiso, monitoreo y control de nuevas instalaciones industriales para limitar el impacto en la salud resultante de sus emisiones.
- Abogar activamente por políticas que maximicen los beneficios para la salud al reducir los contaminantes del aire (como el ozono troposférico y el material particulado, etc.) y las emisiones de carbono, aumentar la marcha, el ciclismo y el uso del transporte público, y el consumo de dietas nutritivas y ricas en plantas para garantizar justicia climática. Instar a los gobiernos internacionales, nacionales, estatales o provinciales, regionales, municipales y locales a adoptar e implementar políticas de calidad del aire y cambio climático que logren los valores de la Guía de calidad ambiental del aire de la OMS.
- Instar a los gobiernos nacionales, estatales o provinciales, regionales, municipales y locales a través de campañas públicas y promoción para recortar los subsidios otorgados a las industrias de combustibles fósiles y dirigir estos subsidios para apoyar una transición justa, medidas de eficiencia energética, recursos de energía verde y bienestar público.
- Instar a los gobiernos y al sector privado a que inviertan en políticas que apoyen una transición justa para los trabajadores y las comunidades afectadas negativamente por el cambio a una economía baja en carbono y que creen protección social mediante la inversión y la transición a empleos verdes.
- Instar a los gobiernos nacionales, estatales o provinciales, regionales, municipales y locales a actuar sobre otras causas de crisis climáticas como la agricultura industrial, la cría de animales y la deforestación, para promover el comercio legal y las políticas financieras que prioricen y permitan prácticas agroecológicas sostenibles, poner fin a la deforestación para la expansión de la agricultura industrial y reducir la dependencia de la agricultura industrial basada en animales y las prácticas agrícolas y pesqueras perjudiciales para el medio ambiente.
- Instar a los gobiernos nacionales, estatales o provinciales, regionales, municipales y locales a que inviertan en capacidad humana e infraestructura de conocimiento para difundir soluciones de agricultura regenerativa que puedan producir el cambio necesario mientras brindan innumerables beneficios colaterales a los agricultores y consumidores, proporcionando una red de apoyo global, en el terreno, para los agricultores y capturando carbono en el suelo. Enfatizar la creación de sistemas alimentarios locales resistentes y regenerativos que puedan reducir las emisiones de carbono, apoyar la subsistencia de las comunidades agrícolas y proporcionar la seguridad alimentaria de las generaciones futuras.
- Instar a los gobiernos nacionales, junto con la participación del sector de la salud, a formular planes nacionales de adaptación y realizar evaluaciones nacionales de los impactos de la crisis climática, la vulnerabilidad y la adaptación para la salud.