Declaración de la AMM sobre la Violencia contra las Mujeres


Adoptada por la 61a Asamblea General de la AMM, Vancouver, Canadá, Octubre 2010
y revisada por la 71ª Asamblea General de la AMM (en línea), Córdoba, España, octubre 2020

INTRODUCCION

La violencia contra la mujer es un fenómeno mundial e incluye la violencia dentro de la familia, en la comunidad y la violencia perpetrada o tolerada por el Estado. Se dan muchas excusas para la violencia general y específicamente; en términos culturales y sociales, estos incluyen tradición, creencias, costumbres, valores y religión. La violencia de pareja, la violación, el abuso y el acoso sexual, la intimidación en el trabajo o en la educación, la esclavitud moderna, la trata y la prostitución forzada, son todas formas de violencia toleradas por algunas sociedades. Una forma extrema de dicha violencia es la violencia sexual utilizada como arma de guerra (Resolución 1820 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas). Las prácticas culturales específicas que dañan a las mujeres, incluida la mutilación genital femenina, los matrimonios forzados, los ataques a la dote y los llamados asesinatos por “honor” son todas prácticas que pueden ocurrir dentro del entorno familiar.

Todos los seres humanos disfrutan de los derechos humanos fundamentales. Los ejemplos enumerados anteriormente implican la negación de muchos de esos derechos, y cada abuso puede examinarse en relación con la Declaración Universal de Derechos Humanos, así como con la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (2000).

La negación de los derechos y la propia violencia tienen consecuencias para la salud de las mujeres. Además de las consecuencias físicas y de salud específicas y directas, la forma general en que se trata a las mujeres puede provocar un exceso de problemas de salud mental y un aumento de las conductas suicidas. Las consecuencias de la violencia en la salud mental a corto y largo plazo pueden influir gravemente en el bienestar posterior, el disfrute de la vida, el funcionamiento en la sociedad y la capacidad de brindar una atención adecuada a las personas dependientes. La falta de buenas oportunidades nutricionales puede producir generaciones de mujeres con peor salud, crecimiento y desarrollo. La negación de oportunidades educativas conduce a una peor salud para todos los miembros de la familia, ya que la buena educación de las mujeres es un factor importante en el bienestar de la familia.

Además de ser inaceptable en sí misma, la violencia contra la mujer también es social y económicamente perjudicial para la familia y la sociedad. La violencia contra la mujer tiene consecuencias económicas directas e indirectas que son mucho mayores que los costos directos del sector de la salud. La falta de independencia económica y de educación básica también significa que las mujeres que sobreviven a los abusos tienen más probabilidades de depender del estado o de la sociedad y menos capaces de mantenerse y contribuir a la sociedad.

Los médicos tienen una visión única de los efectos combinados de la violencia contra la mujer. La visión holística de los médicos se puede utilizar para influir en la sociedad y los políticos. Obtener el apoyo de la sociedad para mejorar los derechos, la libertad y la condición de las mujeres es fundamental. 

Esta declaración junto con otras políticas clave relacionadas con la AMM, incluidas las declaraciones sobre Mutilación genital femenina, Selección del sexo y feticidio de  niñas, Término del embarazo por indicación médica, Violencia familiar, Violencia y salud, Maltrato y abandono del niño y sobre el Derecho a la rehabilitación de las víctimas of tortura, proporcionan orientación a los miembros constituyentes de la AMM y a los médicos sobre las formas de apoyar a las mujeres que son víctimas de la violencia y luchar por erradicar la violencia contra las mujeres

 

RECOMENDACIONES

La AMM:

  1. Pide tolerancia cero para todas las formas de violencia contra la mujer.
  2. Afirma que la violencia contra la mujer no sólo es violencia física, psicológica y sexual, sino que incluye negligencia y abusos como prácticas culturales y tradicionales nocivas y es un importante problema de salud pública, así como un determinante social de la salud.
  3. Reconoce el vínculo entre una mejor educación, otros derechos de la mujer y la salud y el bienestar de la sociedad, y destaca que la igualdad en las libertades civiles y los derechos humanos está relacionada con la salud.
  4. Pide a la OMS, a otros organismos de las Naciones Unidas y a los agentes pertinentes a nivel nacional e internacional que aceleren las acciones para poner fin a la discriminación y la violencia contra la mujer.
  5. Insta a los gobiernos a implementar el Plan de acción mundial de la OMS para fortalecer el papel del sistema de salud dentro de una respuesta nacional multisectorial para abordar la violencia interpersonal, en particular contra las mujeres y las niñas, y contra los niños.
  6. Fomenta la elaboración de materiales educativos gratuitos en línea para brindar orientación al personal de atención médica de primera línea sobre el abuso y sus efectos, y sobre estrategias de prevención.

Se insta a las asociaciones médicas nacionales a:

  1. Utilizar y promover los materiales educativos disponibles sobre la prevención y el tratamiento de las consecuencias de la violencia contra la mujer y actuar como defensores dentro de su propio país.
  2. Procurar que los médicos y demás personal de salud sean alertados sobre el fenómeno de la violencia, sus consecuencias y la evidencia de estrategias preventivas que funcionen, y poner el énfasis adecuado en esto en la educación de pregrado, posgrado y continua.
  3. Reconocer la importancia de una denuncia más completa sobre la violencia y fomentar el desarrollo de una educación que haga hincapié en la concienciación y prevención de la violencia.
  4. Abogar por la legislación contra prácticas nocivas específicas, incluido el feticidio femenino, la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado y el castigo corporal.
  5. Abogar por la penalización de la violencia infligida por la pareja íntima y la violación en todas las circunstancias, incluso dentro del matrimonio.
  6. Abogar por la recopilación de datos de investigación sobre el impacto de la violencia y la negligencia en las víctimas primarias y secundarias y en la sociedad, y por un mayor financiamiento para dicha investigación.
  7. Alentar a las revistas médicas a que publiquen más investigaciones sobre las complejas interacciones en esta materia, manteniéndola así en la conciencia de las profesiones y contribuyendo al desarrollo de una base de investigación sólida y documentación permanente de los tipos e incidencia de violencia.
  8. Abogar por la implementación nacional de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).

Se insta a los médicos a:

  1. Utilizar el material elaborado para su educación para informarse mejor sobre los efectos de la violencia y las estrategias exitosas de prevención.
  2. Tratar y revertir, cuando sea posible, las complicaciones y efectos adversos de la mutilación genital femenina y derivar a la paciente a los servicios de apoyo social.
  3. Oponerse a la publicación o difusión de los nombres o direcciones de las víctimas sin el permiso explícito de la víctima.
  4. Evaluar el riesgo de violencia familiar en el contexto de realizar una historia social de rutina de un paciente.
  5. Estar alerta a la asociación entre la dependencia del alcohol o las drogas entre las mujeres y un historial de abuso.
  6. Cuando corresponda, denunciar las sospechas de violencia o malos tratos contra la mujer a los servicios de protección pertinentes y tomar las medidas necesarias para garantizar que las víctimas de la violencia no corran peligro.
  7. Apoyar la acción global y local para comprender mejor las consecuencias para la salud, tanto de la violencia como de la negación de derechos, y abogar por mayores servicios para las víctimas.
Declaración
Defensa, Mujeres, niñas, Violencia, Violencia doméstica, Violencia familiar

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