Declaración de la AMM sobre Radiación Solar y Fotoprotección
Adoptada por la 72ª Asamblea General de la AMM (en línea), Londres, Reino Unido, octubre 2021
INTRODUCCIÓN
El sol es una gran fuente de beneficios para la salud, pero es importante conocer tambien sus consecuencias perjudiciales. La prevención de los efectos nocivos del sol en nuestra piel es aconsejable en todas las edades especialmente en la población infantil y adolescente. Las radiaciones solares generan una serie de efectos biológicos y fisiológicos en el organismo que dependen de la proporción y de la intensidad de la radiación y que tienen efectos beneficiosos, como estimular la sintesis de vitamina D, favorecer la formación de hemoglobina y mejorar el estado anímico y otros efectos son perjudiciales, agresivos para la piel, como los eritemas, el fotoenvejecimiento de la piel y lesiones precancerosas o cancerosas. Las dermatosis producidas o agravadas por la exposición al sol constituyen un problema de salud al que los profesionales sanitarios se enfrentan con mayor frecuencia.
La luz solar se compone de un espectro continuo de radiación electromagnética dividido en tres grupos principales: ultravioleta (UV), visible e infrarrojo. La radiación UV se clasifica como UV-A, UV-B y UV-C.
La intensidad de la radiación UV puede medirse mediante instrumentos estandarizados internacionales como el índice UV que mide la fuerza de la radiación solar UV que produce quemaduras solares en un lugar y tiempo particular.
La radiación solar UV, especialmente a través de UV-B, es un factor causal extremadamente importante, pero descuidado, para los cánceres de piel no melanoma y los melanomas, para las patologías oculares (por ejemplo, cataratas, degeneración macular relacionada con la edad) y efectos nocivos sobre el sistema inmunitario. Las quemaduras de sol recurrentes y graves son un factor de riesgo para el cáncer de piel no melanoma.
La radiación solar también puede inducir la aparición y exacerbación de la dermatitis actínica crónica (DAC) y el melasma. La luz azul también juega un papel importante en la patogenia del melasma, por lo que se debe abogar por la fotoprotección de amplio espectro y reducir la ingesta de alimentos y medicamentos fotosensibles.
El riesgo de cáncer de piel difiere según el tipo de piel y también la duración y la intensidad de la exposición. La exposición crónica, a largo plazo, acumulativa a los rayos UV se asocia con la queratosis actínica y los carcinomas de células escamosas, mientras que la exposición intermitente a los rayos UV de alta intensidad, especialmente a edades tempranas, se asocia con carcinomas de células basales y melanomas. Por lo tanto, la fotoprotección es importante en edades tempranas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, planteó el problema de que la radiación solar UV es un carcinógeno desde 1992 y clasificó la radiación solar UV como un carcinógeno del grupo 1 (carcinógeno para los humanos) desde 2012. Otros carcinógenos conocidos del grupo 1 son el plutonio, el amianto y la radiación ionizante.
Además, los cambios climáticos actuales y la reducción de la capa de ozono en aproximadamente un 4% por década desde los años 70 condujeron a una filtración disminuida de la radiación UV-A y UV-B y un aumento de la radiación UV que alcanza el nivel del mar.
En consecuencia, la tasa de incidencia de cáncer de piel melanoma y no melanoma está aumentando en todo el mundo.
La evidencia de la OMS indica que cuatro de cinco casos de cáncer de piel pueden evitarse significativamente y recomienda medidas de precaución simples, como limitar la exposición a los rayos UV en el sol del mediodía, usar ropa protectora contra los rayos UV y sombreros o usar protectores solares minerales.
La fotoprotección también incluye productos de maquillaje, gafas de sol y parabrisas.
La OMS reconoce que si bien la protección contra la exposición a los rayos UV se recomienda a nivel mundial, existe la preocupación de que la falta de exposición a los rayos UV pueda reducir los efectos beneficiosos de la vitamina D, incluido su potencial para disminuir el riesgo de algunos tipos de cáncer.
RECOMENDACIONES
- La fotoprotección es una estrategia de prevención clave, ya que la mayoría de los cánceres de piel se producen debido a la exposición de los rayos solares UV.
Los gobiernos nacionales deben:
- Informar a los profesionales sanitarios sobre las caracteristcicas que debería cumplir el fotoprotector ideal (aquel que proporcione una proteccion equilibrada, segura y fácil de usar), con la finalidad de evitar la variablilidad entre los productos suministrados por los laboratorios, asi como mejorar la seguridad y el etiquetado de los fotoprotectores.
- Reconocer la exposición a los rayos UV solares como factor de riesgo importante para desarrollar cáncer de piel. La exposición a los rayos UV también es la principal causa de algunas enfermedades oculares y disfunciones del sistema inmunitario.
- Trabajar juntos en el desarrollo de una Acción mundial para la prevención del cáncer de piel basada en medidas fotoprotectoras. Esto debe incluir medidas contra el cambio climático a fin de ayudar a disminuir el daño de la radiación ultravioleta.
- Respaldar campañas de detección de cáncer de piel.
- Reconocer la prevención del cáncer de piel como una prioridad nacional de salud.
- Mejorar el examen de detección, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de piel y cuando sea posible.
- Incluir todas las formas de cáncer de piel en todos los Registros Nacionales de Cáncer y mejorar la notificación de los cánceres de piel por UV y la legislación para proteger a los trabajadores que laboran en el exterior (reconocer las enfermedades profesionales).
- Trabajar con las partes interesadas pertinentes que vinculen y organicen campañas de prevención de cáncer de piel en línea y sin conexión y programas educativos sobre protección solar, con enfoque principal en el grupo de edad de 0 a 18 años, para crear conciencia sobre este peligro para la salud y para instar a los jóvenes a tener comportamientos adecuados (utilización de sombreros y ropa de protección, bloqueador solar, evitar la exposición excesiva) y la elección de estilos de vida saludables.
- Promover políticas para luchar contra el cambio climático y la contaminación del aire.
- Considerar el impacto medioambiental de los fotoprotectores.
La AMM y sus miembros deben:
- Interactuar con el personal de salud y los médicos que tienen un papel importante en la educación y empoderamiento de sus pacientes en la promoción de la conciencia sobre el cáncer de piel, las medidas de protección solar y el acceso del paciente a exámenes de detección, diagnóstico y tratamiento.
- Formar a los médicos de atención primaria y medicina del trabajo para que reconozcan y deriven a los pacientes con lesiones sospechosas a los dermatólogos.
- Respaldar la elaboración de directrices nacionales sobre medidas fotoprotectoras y continuar la investigación científica en este campo para obtener el equilibrio entre riesgo y beneficios de la exposición a radiación UV.
- Apoyar la investigación y la creación de vestimenta protectora adecuada.
- Promover campañas para instar a la medición de la exposición a rayos UV en cada país.
- Respaldar las campañas en los medios y programas educativos que expliquen los efectos nocivos de la exposición a los rayos UV y las medidas fotoprotectoras óptimas destinadas a los más vulnerables, como los niños y adolescentes, personas con piel clara, trabajadores en exteriores (agricultura, pesca, construcción, forestal, deportistas, personal en piscinas).
- Promover la educación para la salud y la información sobre los fotoprotectores y los habitos mas recomendables y saludables para la piel, instaurando habitos correctos de fotoproteccion que posibiliten disfrutar de los efectos beneficiosos del sol y evitar el daño solar.
Los médicos a nivel individual deben:
- Asesorar a los pacientes sobre los principales riesgos para la salud asociados con la exposición excesiva a la radiación solar UV, informar a los pacientes sobre las medidas de protección solar apropiadas (cubrirse la piel, protector solar y gafas de sol) y alentar a los pacientes a realizar revisiones médicas periódicas y participar en campañas de detección de cáncer de piel, cuando existan.
- Aconsejar a los pacientes a autoexaminarse la piel.
- Asesorar a los pacientes a riesgo (por ejemplo los pacientes que toman medicamentos contra el cáncer) para que entiendan la suma importancia de las medidas de protección.
- Asesorar a los empleadores sobre la luz UV como un riesgo para la salud en el trabajo.