S-1990-01-2006_OVS
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Manall de Politicas de la AMM
Asociación Médica Mundial S-1990-01-2006
DECLARACIÓN DE LA AMM
SOBRE
EL CONTROL DE ACCIDENTES
Adoptada por la 42ª Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EE.UU.,
octubre 1990
y revisada por la 57a
Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
Los accidentes son la principal causa de muerte e invalidez en niños y jóvenes. Los
accidentes destruyen la salud, la vida y la alegría de millones de personas cada año. Sin
embargo, los accidentes se pueden prevenir. Existen oportunidades para entender y
prevenir los accidentes. Las vidas se pueden salvar y mejorar aprovechando dichas
oportunidades. El control de accidentes se debe reconocer como prioritario en un proyecto
de salud pública que necesita coordinación entre los organismos de salud, transporte y
servicio social en cada país. Para asegurar el éxito de dicho proyecto es necesario la
participación y dirección de los médicos.
La Asociación Médica Mundial insta a las asociaciones médicas nacionales a trabajar con
todos los organismos apropiados, públicos y privados, para elaborar y poner en marcha un
programa destinado a prevenir y tratar los accidentes. Se deben incluir en dicho programa
intentos para mejorar el tratamiento médico y la rehabilitación de pacientes accidentados.
Se debe aumentar la investigación y educación sobre el control de accidentes y se debe
contar necesariamente con cooperación internacional para lograr un proyecto exitoso.
La Asociación Médica Mundial sugiere a las asociaciones médicas nacionales que
incorporen los siguientes elementos básicos en sus programas:
EPIDEMIOLOGÍA
El esfuerzo inicial de tal proyecto debe ser la obtención de información más adecuada,
sobre la cual basar las prioridades, intervenciones e investigación. Se debe poner en marcha
en cada país un sistema eficaz de vigilancia de accidentes a fin de reunir e integrar
información. Se debe poner en práctica un sistema preciso y apropiado para clasificar los
accidentes, por parte de hospitales y organismos de salud. También debe existir una
clasificación uniforme de la gravedad de los accidentes.
PREVENCIÓN
La prevención de accidentes necesita de educación para enseñar y persuadir a la gente a
cambiar su conducta y por consiguiente el riesgo de accidentes. Se deben promulgar leyes
y reglamentos que exijan cambios de conducta basados en métodos científicamente segu
Control de Accidentes
S-1990-01-2006 Pilanesberg
ros de prevención de accidentes. Dichas leyes se deben aplicar estrictamente a fin de influir
en forma eficaz en los cambios de conducta. Se debe estimular el mejoramiento de
materiales y diseño ambiental de muchos productos para proporcionar protección
automática contra los accidentes, puesto que es el medio más efectivo para prevenir los
accidentes. La implementación de un sistema de informes para aprender de los errores
también podría ser beneficioso en la prevención de futuros accidentes.
BIOMECÁNICA
Se debe dar prioridad a la investigación biomédica sobre la causa y prevención de
accidentes. Un mejor entendimiento de la biomecánica del accidente y de la invalidez,
podría crear una protección mejorada para los seres humanos. Las reglamentaciones
relativas al diseño del producto deben incorporar estándares de seguridad a partir de una
concepción mejorada de la biomecánica del accidente.
TRATAMIENTO
La atención prestada en el lugar del accidente debe ser reforzada con un sistema eficaz de
comunicaciones con los especialistas médicos a fin de facilitar la toma de decisiones. Se
debe proporcionar un transporte rápido y seguro al hospital. Se debe contar con un equipo
de especialistas en traumatismos en el hospital. También debe existir un equipamiento
apropiado y materiales para atender al paciente accidentado, incluido el acceso inmediato
al banco de sangre. Se debe estimular la educación y formación de especialistas en atención
de traumatismos, para asegurar una técnica óptima por parte de un número apropiado de
médicos en todo momento.
REHABILITACIÓN
Las víctimas de traumatismos necesitan una atención continuada que dé énfasis no sólo a
la sobrevivencia, sino que también a la identificación y preservación de las funciones
residuales. Se debe hacer una rehabilitación para restaurar las funciones biológicas,
sicológicas y sociales, como un esfuerzo para permitir que la persona accidentada logre
una máxima autonomía personal y un estilo de vida independiente. Cuando sea posible, la
integración en la comunidad es un objetivo deseable para las personas con discapacidad
crónica causada por un accidente. La rehabilitación también puede necesitar cambios en el
entorno físico y social del paciente.