Organizaciones mundiales lanzan un llamado a terminar con la esterilización forzada


La Asociación Médica Mundial (AMM) y la Federación Internacional de Organizaciones de Salud y Derechos Humanos (IFHHRO) condenaron hoy la práctica de esterilización forzada, considerada como una forma de violencia que afecta gravemente a la salud física y mental y constituye una violación de los derechos humanos.

Estos organismos declararon que la esterilización es un tipo de control de natalidad que debe estar disponible, accesible y posible para toda persona, dentro de la gama de métodos contraceptivos. Las barreras a la esterilización, una vez que se ha realizado el consentimiento informado, deben reducirse al mínimo. La esterilización debe estar disponible a cualquiera persona que sea mayor de edad.

Al igual que cualquier otro procedimiento médico, la esterilización debe hacerse en base a un consentimiento voluntario e informado. La característica de ser irreversible y las consecuencias para la reproductividad de las personas esterilizadas, junto a la historia de esterilización forzada de las personas más desprovistas que tienen una discapacidad o forman parte de un grupo marginalizado, requiere una atención especial para asegurarse que se cumpla el requisito del consentimiento informado.

La esterilización involuntaria es una clara transgresión de la autonomía reproductiva y de los derechos humanos de la persona. Entre los afectados están las mujeres con VIH, gitanos o mujeres indígenas, mujeres con problemas de salud mental o discapacidad intelectual, transexuales, mujeres drogadictas y otros grupos vulnerables.

El Dr. Wonchat Subhachaturas, Presidente de la AMM, expresó:

«Lamentablemente, se siguen conociendo casos de esterilización forzada en el mundo. Las personas son esterilizadas de fuerza, sin saber que el procedimiento ha sido realizado o sin tener oportunidad de dar su consentimiento.

Esto es un abuso de los conocimientos médicos, falta a la ética médica y una clara violación de los derechos humanos. Hacemos un llamado a todos los médicos y personal de salud a instar a sus gobiernos a prohibir esta práctica inaceptable».

El consentimiento a la esterilización debe ser libre de incentivos materiales o sociales y no debe ser condición de otra atención médica, beneficios sociales, seguros o institucionales. No se deben lanzar amenazas, como suspender otras formas de atención médica, a la persona por negarse a dar su consentimiento para el procedimiento. Para que la esterilización sea informada y voluntaria no se debe proporcionar ningún incentivo financiero, material, psicológico o social para inducir a una persona a dar su consentimiento para la esterilización, ni tampoco se la debe informar que se eliminarán ciertos beneficios y privilegios por no dar su consentimiento. Se debe tener especial cuidado en proteger de la presión a las personas pobres, sin educación o analfabetas, seropositivas, miembros de minorías étnicas o de raza u otro grupo estigmatizado, indígenas, mujeres solteras, personas con discapacidad mental o física, drogadictos o vulnerables. Se debe prestar atención particular para asegurar que el personal de salud entienda y cumpla con sus obligaciones para con estas personas.

El Dr. Adriaan van Es, Director de la IFHHRO, dijo:

«El personal de salud tiene la obligación de respetar el derecho a la autodeterminación y obtener el consentimiento informado para cualquier procedimiento médico. También tienen la responsabilidad de respetar la dignidad, privacidad y autonomía del paciente, incluido el derecho de tomar decisiones sobre todo lo relacionado con la sexualidad y la salud reproductiva, incluida la planificación familiar, sin presión, discriminación y violencia. Esto incluye el derecho a decidir sí o no tener hijos y en qué momento, al igual que el acceso a los medios para ejercer este derecho».

 

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