Líderes médicos consternados por bombardeo de instalaciones médicas ucranianas
La Asociación Médica Mundial se ha expresado profundamente conmocionada por los bombardeos del ejército ruso contra civiles y hospitales ucranianos, incluidas las salas de maternidad, violando la neutralidad médica en las zonas de conflicto.
En una resolución de emergencia fuertemente redactada el día de la inauguración de su reunión del Consejo en París, la AMM condenó la invasión de Ucrania por parte de Rusia y pidió el fin de las hostilidades.
En una votación unánime, el Consejo declaró: “La AMM considera que el liderazgo político y las fuerzas armadas de Rusia son responsables del sufrimiento humano causado por el conflicto y llama a los médicos rusos y ucranianos a mantener en alto los principios de la Declaración de la AMM de Ginebra y sus protocolos que sirvan de guía para el personal médico en tiempos de conflicto”.
En la reunión, a la que asistieron líderes médicos de 40 asociaciones médicas nacionales, los delegados expresaron su solidaridad con la Asociación Médica de Ucrania y todos los profesionales de la salud.
La Dra. Heidi Stensmyren, Presidenta de la AMM, dijo: «Es fundamental que las partes en conflicto respeten el derecho humanitario pertinente y no atenten contra las instituciones de salud, los trabajadores y los vehículos, o restrinjan el acceso de las personas heridas y pacientes a la atención médica y no utilicen las instalaciones de salud como cuarteles militares”.
“También destacamos que las partes en conflicto deben esforzarse por proteger a las poblaciones más vulnerables y que se garantice el acceso a la atención médica a todas las víctimas, civiles o militares, sin distinción”.
“Los médicos y todo el resto del personal médico, tanto ucraniano como internacional, no deben verse obstaculizados bajo ninguna circunstancia en el ejercicio de su deber inquebrantable, de conformidad con las recomendaciones internacionales”.
Finalmente, la resolución llama a la comunidad internacional y a los gobiernos a acudir en ayuda de los millones de personas desplazadas por el conflicto. Y expresa que cuando finalice el conflicto, se debe dar prioridad a la reconstrucción de la infraestructura esencial necesaria para una vida saludable, incluido la vivienda, el alcantarillado, el suministro de agua potable y la provisión de alimentos, seguida de la restauración de las oportunidades educativas y ocupacionales.