Resolución de la AMM sobre el Acceso a un Tratamiento Adecuado del Dolor
Adoptada por la 62ª Asamblea General de la AMM, Montevideo, Uruguay, octubre 2011
y revisada por la 71ª Asamblea General de la AMM (en línea), Córdoba, España, octubre 2020
INTRODUCCION
En el mundo, millones de personas con cáncer y otras enfermedades sufren de dolor moderado a grave sin acceso a un tratamiento adecuado. Ellas enfrentan mucho sufrimiento, a menudo por meses y muchos mueren con dolor. Las personas que no pueden expresar su dolor adecuadamente, como los niños y discapacitados intelectuales o con estados de conciencia alterados, y las personas y poblaciones que históricamente no han sido bien tratadas por dolores por prejuicios y están especialmente en riesgo de recibir un tratamiento inadecuado del dolor.
El tratamiento inadecuado del dolor contribuye al sufrimiento individual físico y emocional, pero también produce una gran carga y un impacto económico negativo a nivel nacional.
Sin embargo, la mayoría del sufrimiento es innecesaria y casi siempre es evitable y tratable.
En la mayoría de los casos, el dolor se puede suprimir o aliviar con tratamientos poco costosos y relativamente sencillos que pueden mejorar mucho la calidad de vida de los pacientes. A veces, sobre todo en algunos casos de dolor crónico, los factores psico-emocionales son incluso más importantes que los meramente fisiológicos.
El tratamiento del dolor en estos casos puede necesitar un enfoque multifacético de parte de equipos multidisciplinarios.
Con los años, el uso de opioides ha aumentado mucho en algunos países. Sin embargo, en muchas otras regiones del mundo el acceso a un tratamiento esencial del dolor está limitado para los pacientes con dolor. Incluso en países con un gran uso, puede ser difícil para poblaciones específicas recibir un tratamiento adecuado para el dolor. Una evaluación incompleta del dolor o un uso inapropiado de los medicamentos para el dolor pueden producir reacciones adversas. Todo esto es muy importante y es necesario abordar los asuntos urgentes.
Los gobiernos deben adoptar medidas eficaces, cuando sea posible, para un tratamiento adecuado del dolor. Para esto, los gobiernos deben asegurar que los profesionales de la salud en todas las áreas tengan derecho a una formación profesional sobre la evaluación y el manejo del dolor, que el derecho de todos los pacientes con dolor a su tratamiento no se vea comprometido por regulaciones innecesarias y que las políticas sobre el manejo de los medicamentos controlados ayuden con un monitoreo eficaz y prevención de los riesgos relacionados con los de medicamentos controlados.
RECOMENDACIONES
- El acceso a un tratamiento adecuado del dolor es un derecho humano. Los médicos, profesionales y personal de la salud deben ofrecer una evaluación y tratamiento del dolor a los pacientes que tengan dolores. Los gobiernos deben proporcionar recursos suficientes y tener regulaciones apropiadas sobre el tratamiento del dolor.
- El dolor es una percepción compleja que consiste en sufrimientos físicos, psicológicos, sociales, culturales y espirituales. Los médicos, profesionales y personal de la salud deben ofrecer una evaluación holística del dolor y un tratamiento adecuado del dolor, como intervenciones farmacológicas o no farmacológicas a los pacientes con dolor. Todos los profesionales de la salud deben tratar de lograr el objetivo de evaluar de manera eficaz el dolor de todos los pacientes, incluido los dolores de los niños, pacientes con discapacidad cognitiva y los que no pueden expresarse. Los profesionales de la salud también deben tratar de evaluar y tratar eficazmente el dolor de los pacientes y poblaciones que históricamente no han recibido tratamientos adecuados para el dolor, debido a sesgos implícitos o explícitos.
- Se debe proporcionar una formación sobre tratamiento y control del dolor a los profesionales de la salud, incluidos los médicos, otros profesionales y personal de la salud.
La formación debe incluir la evaluación del dolor, control del dolor en base a evidencia y la eficacia y riesgos de los analgésicos. La formación debe comprender medicamentos para el dolor, la acción de los opioides, prevención de reacciones adversas y el ajuste y la conversión de la dosis de opioides. Se debe enseñar la atención centrada en el paciente a fin de lograr el objetivo de terminar con el dolor y disminuir la incidencia de reacciones adversas. El currículo debe estar basado en la competencia y realzar los conocimientos, actitud y habilidad de los profesionales de la salud para tratar el dolor.
La formación debe enfocarse en crear especialistas en dolor y cuidados paliativos, para que puedan apoyar de manera eficaz a los médicos y otros profesionales de la salud de la primera línea.
La formación de los profesionales médicos sobre el tratamiento del dolor debe incluir opciones de tratamiento sin medicamentos. La formación debe ofrecer a los profesionales de la salud conocimientos adecuados sobre comunicación interpersonal, sensibilidad cultural y la capacidad de evaluar el dolor que tienen los pacientes a nivel fisiológico, psicológico y espiritual. También empoderarlos en la práctica interprofesional, de modo que puedan trabajar juntos para aliviar el dolor que sienten los pacientes con o sin medicamentos.
- Los gobiernos, reguladores y administradores de la salud deben reconocer las consecuencias del dolor, en cuanto a salud, productividad y costo económico. Los gobiernos deben proporcionar amplios recursos y contar con regulaciones adecuadas para los medicamentos controlados.
Los gobiernos deben revisar periódica y adecuadamente las políticas sobre el control de medicamentos para asegurar la disponibilidad y accesibilidad de los fármacos controlados, como los opioides. Además, se debe prevenir el abuso y uso ilícito.
- Los pacientes con dolores deben tener acceso a medicamentos eficaces para el dolor, incluidos los opioides. Negarles ese derecho es una violación de sus derechos a la salud y es contrario a la ética desde le perspectiva médica.
- Los gobiernos deben asegurar que los medicamentos controlados, incluidos los opioides, estén disponibles y accesibles para ayudar a aliviar el sufrimiento. El alivio del sufrimiento y la prevención contra el abuso deben estar equilibrados en la administración de los medicamentos controlados.
El gobierno deberá proporcionar recursos abundantes y crear un instituto nacional de investigación sobre el manejo del dolor, a fin de explorar temas sobre el tratamiento del dolor y sugerir soluciones, en particular:
- Explorar los problemas que se convierten en obstáculos para el tratamiento del dolor, como la condición financiera, estatus socioeconómico, raza y etnia del paciente, diferencias entre el medio urbano y rural, logística, formación insuficiente y cultura (el malentendido que tienen las personas sobre los opioides, por ejemplo).
- Promover el uso de herramientas validadas para la evaluación del dolor.
- Realizar estudios sobre terapias emergentes o sin medicinas.
- Establecer un sistema y un procedimiento estándar para registrar y recopilar información relativa al dolor para un monitoreo y estadísticas correctas. La información sobre el dolor incluye la incidencia y prevalencia del dolor, su causa, su carga, estado del tratamiento del dolor, razón por la cual no se ha tratado el dolor de manera adecuada y cantidad de drogadictos, etc.
- Los gobiernos deberán preparar un plan nacional de tratamiento del dolor que se implementará para la prevención, tratamiento, información del dolor y políticas sobre el manejo de los medicamentos controlados.
- El plan nacional de tratamiento del dolor deberá estar basado en evidencias.
- Los gobiernos deben considerar las opiniones de los legisladores, profesionales médicos y público en general para elaborar un plan nacional de tratamiento del dolor que sea amplio, práctico y ambicioso que contribuya a aumentar la eficacia del tratamiento del dolor a nivel nacional.