Declaración de la AMM sobre el Envejecimiento
Adoptada por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016
Introducción
El mundo está experimentando una extensión de la longevidad a un ritmo rápido sin precedentes. Durante el siglo pasado, unos 30 años se han agregado al promedio mundial de la esperanza de vida al nacer (EVN) – con un mayor aumento esperado en el futuro. En 2050, la EVN se espera que alcance los 74 años, con un número cada vez mayor de países que alcanzan los 80 años y más. En 1950 el número total de personas de más de 80 fue de 14 millones – para el año 2050 se estima que ascenderá a 384 millones, un aumento de 26 veces. La proporción de ancianos se verá más que duplicada, de 10% en 2015 a 22% del total de la población en 2050. Estos aumentos son muy variables, muchas de las comunidades más pobres en todos los países y un mayor porcentaje de la población en los países más pobres han tenido poco incremento en cuanto a esperanza de vida en este período.
El aumento de la longevidad también se ha producido junto a una disminución del número de niños, adolescentes y adultos jóvenes, ya que cada vez más países experimentan tasas de fecundidad total por debajo del nivel de reemplazo, lo que eleva el promedio de edad en dichos países.
Los desafíos del envejecimiento en los países en desarrollo se ven complicados por el hecho de que no siempre existe la infraestructura básica. En algunos casos, las poblaciones de los países en desarrollo envejecen más rápido que la implementación de infraestructuras.
La longevidad es sin duda el mayor logro de la sociedad del siglo 20, pero podría convertirse en un problema importante para el siglo 21. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento activo como «el proceso de optimización de las oportunidades de salud, educación permanente, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida mientras las personas envejecen». Esta definición presupone una perspectiva del ciclo vital cuando los determinantes que influyen en el envejecimiento activo operan durante toda la vida de un individuo. Estos son los determinantes sociales de la salud e incluyen determinantes conductuales (estilos de vida), los determinantes personales (no sólo los factores hereditarios que son, en general, responsables de más del 25% de las posibilidades de envejecer bien, sino también las características psicológicas), el entorno físico donde se vive, así como los determinantes sociales y económicos. Todos ellos actúan de forma individual sobre las perspectivas de envejecimiento activo, pero también interactúan entre sí: cuanto más interactúan y se superponen, mayor será la probabilidad de un envejecimiento individual activamente. El género y la cultura son determinantes transversales que influyen en todos los demás.
Principios Generales
Gastos médicos
Existe una fuerte evidencia de que las enfermedades crónicas aumentan el uso (y costos) de los servicios de salud en lugar de la edad per se.
Sin embargo, las enfermedades crónicas y discapacidades son cada vez más frecuentes con la edad avanzada – por lo tanto, el uso de la atención médica y el gasto van en aumento a la par con la edad.
En muchos países, el gasto en atención médica para las personas mayores se ha incrementado en los últimos años a medida que más intervenciones y las nuevas tecnologías se han hecho disponibles para los problemas comunes en la edad avanzada.
Efecto del Envejecimiento en los Sistemas de Salud
Los sistemas de salud se enfrentan a dos retos en la revolución de la longevidad: la prevención de las enfermedades crónicas y la discapacidad y la entrega de atención de alta calidad y rentable que es apropiada para personas, sea cual sea su edad.
En las regiones menos desarrolladas, la carga de la enfermedad en la vejez es mayor que en las regiones más desarrolladas.
Consideraciones Especiales de Salud
Las principales enfermedades que contribuyen a la discapacidad en todas las regiones son las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas, los trastornos musculoesqueléticos y las enfermedades neurológicas y mentales, incluidas las demencias. Algunas enfermedades comunes en la edad avanzada son especialmente incapacitantes y requieren la detección y tratamiento precoz.
Las enfermedades crónicas comunes entre las personas mayores incluyen enfermedades prevenibles a través de comportamientos saludables o intervenciones de estilo de vida y los servicios de salud preventivos eficaces – típicamente enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y muchos tipos de cáncer. Otras enfermedades están más estrechamente vinculadas a los procesos de envejecimiento y no se entienden lo suficientemente bien como para evitarlas – como la demencia, la depresión y algunos trastornos musculoesqueléticos y neurológicos.
Mientras que la investigación podría conducir eventualmente a la prevención eficaz de la discapacidad o el tratamiento, la gestión temprana es clave para controlar la discapacidad o mantener la calidad de vida.
Las personas mayores pueden ser más vulnerables a los efectos de accidentes dentro y fuera de casa. Esto incluye riesgos cuando se trabaja con maquinaria como vehículos en redes viales, pero también los riesgos al manipular otros equipos potencialmente peligrosos. Puesto que las personas mayores siguen trabajando, estos riesgos deben ser evaluados y gestionados. Los que se lesionan pueden tener una recuperación complicada por otras vulnerabilidades médicas y comorbilidades.
Consideraciones para los Profesionales de la Salud
La atención médica para las personas de edad avanzada por lo general requiere una variedad de profesionales que trabajan como un equipo articulado.
Por lo general, no se enfatizan lo suficiente en los programas de pregrado la educación y la formación de los profesionales de la salud para abordar y administrar las enfermedades comunes en las personas mayores.
Reducción del impacto en la atención médica
Un continuo integral de servicios de salud debe ser aprobado con urgencia cuando la edad de la población aumenta. Debe incluir la promoción de salud, prevención de enfermedades, tratamientos de curación, rehabilitación, manejo y prevención de la caída, y el cuidado paliativo.
Diferentes tipos de agentes que prestan atención ofrecen estos servicios, a partir de uno mismo y la familia / atención informal – a veces en forma voluntaria – a los proveedores e instituciones basadas en la comunidad.
Creación de Sistemas de Salud Optimos
La cobertura universal de salud debe proporcionarse idealmente a todos, incluidas las personas de edad avanzada.
La gran mayoría de los problemas de salud puede y debe tratarse a nivel comunitario. Con el fin de proporcionar la atención comunitaria óptima y la garantía de coordinación de la atención a lo largo del tiempo, es muy importante fortalecer los servicios de la Atención Primaria de Salud (APS).
A fin de fortalecer la APS para promover el envejecimiento activo, hay principios de la OMS basados en la evidencia para la APS según la edad en tres áreas que deben ser considerados: información / educación / comunicación / capacitación, sistemas de gestión de la salud y el medio ambiente físico.
El sector salud debe instar a los sistemas de salud a apoyar todas las dimensiones de la atención proporcionada a las personas a medida que envejecen, dada la importancia de la salud para asegurar la calidad de vida.
Especificidades de la atención médica
La mayoría de los sistemas de salud formales se han desarrollado con énfasis en “ cuidados intensivos o atención catastrófica» de una población mucho más joven, a menudo centrada en las enfermedades transmisibles o lesiones. Los sistemas de salud deben enfatizar otras necesidades, en especial el manejo de las enfermedades crónicas y el deterioro cognitivo, cuando traten a las personas mayores.
Los servicios de cuidados intensivos son esenciales para las personas de todas las edades, pero no están enfocados para mantener a la gente sana o para proporcionar el apoyo y atención necesaria para gestionar las enfermedades crónicas. Es necesario un cambio de paradigma que evite el tratamiento de enfermedades crónicas como si fueran enfermedades agudas.
Las condiciones médicas de mayor edad a menudo se producen de forma simultánea a los problemas sociales y ambos deben ser considerados por los profesionales de la salud en la prestación de la atención médica. Los médicos, en particular los especialistas, deben tener en cuenta que los pacientes de edad avanzada pueden tener otras enfermedades crónicas concurrentes o comorbilidades que interactúan entre ellas y que los tratamientos no deben producir complicaciones prevenibles e involuntarias.
Cuando se inicia un tratamiento farmacológico para las enfermedades crónicas con un paciente de edad avanzada, el médico por lo general debe comenzar con (dosis) bajas e ir lento (aumentando las dosis) para satisfacer las necesidades específicas del paciente.
Si el paciente no puede tomar sus propias decisiones, debido a la alta prevalencia de problemas de la memoria y cognitivos en la vejez, los médicos que tratan a pacientes de edad avanzada deben comunicarse con la familia, y con frecuencia con el cuidador formal, para explicarles mejor el estado de salud del paciente y específicamente qué medicamentos darle, para evitar complicaciones.
Al considerar las diferentes opciones terapéuticas, los médicos siempre deben tratar de conocer los deseos del paciente y reconocer que para algunos la calidad de vida será más importante que los potenciales resultados de intervenciones más agresivas.
Educación y Capacitación para los Médicos
Todos los médicos deben estar capacitados adecuadamente para diagnosticar y tratar los problemas de salud de las personas mayores, lo que implica la incorporación del envejecimiento en el plan de estudios de medicina.
Se debe prestar atención médica secundaria a las personas mayores si es necesario. Debe ser integral, con consideración de los aspectos psicosociales y también ambientales. Los médicos también deben ser conscientes de los riesgos de maltrato de ancianos y de las medidas a adoptar cuando se identifica o se sospecha el maltrato. (Véase la Declaración de Hong Kong sobre Maltrato de Ancianos).
Todos los médicos, en particular los médicos generales, debe tener acceso a la información y realizar una formación para identificar y evitar la polifarmacia y las interacciones de drogas que puede ser más común en pacientes de edad avanzada.
La educación médica continua sobre temas relativos a los pacientes que envejecen se debe enfatizar para ayudar a los médicos a diagnosticar, tratar y manejar adecuadamente la complejidad de la atención de una población que envejece.