Declaracion de Venecia_v2006
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Asociación Médica Mundial ⏐ D-1983-01-2006
Manual de Políticas de la AMM
DECLARACIÓN DE VENECIA DE LA AMM
SOBRE
LA ENFERMEDAD TERMINAL
Adoptada por la 35ª Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, Octubre 1983
y revisada por la 57a
Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, Octubre 2006
PREFACIO
1. Cuando se abordan los problemas éticos asociados con la atención médica del término
de la vida, se plantean inevitablemente interrogantes sobre la eutanasia y el suicidio
con ayuda médica. La Asociación Médica Mundial condena como antiético tanto la
eutanasia como el suicidio con ayuda médica. Se debe entender que la política de la
AMM sobre estos temas se aplica plenamente al contexto de esta Declaración sobre
Enfermedad Terminal.
INTRODUCCIÓN
1. Cuando el diagnóstico médico de un paciente excluye la esperanza de reponer o man-
tener su salud y su muerte es inevitable, con frecuencia el médico y el paciente se ven
enfrentados a un conjunto de decisiones complejas relativas a las intervenciones mé-
dicas. Los avances de la ciencia médica han aumentado la capacidad del médico de
abordar muchos problemas asociados con la atención médica del término de la vida.
Sin embargo, es un área de la medicina que históricamente no ha recibido la atención
que merece. Aunque no se debe comprometer la prioridad de investigación para curar
enfermedades, se debe prestar más atención a desarrollar tratamientos paliativos y me-
jorar la capacidad del médico para evaluar y abordar los aspectos médicos y psicoló-
gicos de los síntomas de una enfermedad terminal. La fase de muerte debe ser recono-
cida y respetada como una parte importante en la vida de una persona. Mientras au-
menta la presión pública en muchos países para considerar el suicidio con ayuda mé-
dica y la eutanasia como opciones aceptables para terminar con el sufrimiento en los
pacientes terminales, el imperativo ético para mejorar el tratamiento paliativo en la
fase terminal de la vida se convierte en tema de primera plana.
2. La Asociación Médica Mundial reconoce que las actitudes y creencias sobre la muerte
y el morir varían mucho según la cultura y la religión. Además, muchas medidas palia-
tivas y para mantener la vida necesitan tecnologías o recursos económicos que sim-
plemente no están disponibles en muchos lugares. El enfoque de la atención médi-ca
para los enfermos terminales se verá muy influenciado por estos factores, por lo que
intentar formular normas detalladas sobre la atención terminal que puedan ser apli-
cadas de manera universal no es práctico ni sensato. Por lo tanto, la Asociación Mé-
dica Mundial presenta los siguientes principios de base para ayudar a los médicos y
las asociaciones médicas nacionales a tomar decisiones relativas a la atención en fase
terminal.
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D-1983-02-2006 ⏐ Pilanesberg
Enfermedad Terminal (Venecia)
PRINCIPIOS
1. El deber del médico es curar cuando sea posible, aliviar el sufrimiento y proteger los
intereses de sus pacientes. No habrá ninguna excepción a este principio, incluso en
caso de una enfermedad incurable.
2. En la atención de pacientes terminales, las principales responsabilidades del médico
son ayudar al paciente a mantener una calidad de vida óptima al controlar los sínto-
mas y satisfacer las necesidades psicológicas y permitir que el paciente muera con
dignidad y tranquilidad. Los médicos deben informar a los pacientes sobre la disponi-
bilidad, los beneficios y otros efectos potenciales de los cuidados paliativos.
3. Se debe respetar el derecho del paciente a la autonomía para tomar decisiones con res-
pecto a las decisiones en la fase terminal de la vida. Esto incluye el derecho a recha-
zar un tratamiento y a solicitar medidas paliativas para aliviar el sufrimiento, pero que
pueden tener el efecto adicional de acelerar el proceso de muerte. Sin embargo, se
prohíbe éticamente a los médicos ayudar a los pacientes de manera activa a suicidarse.
Esto incluye aplicar cualquier tratamiento cuyos beneficios paliativos, en opinión del
médico, no justifiquen los efectos adicionales.
4. El médico no debe emplear cualquier medio que no tenga beneficio alguno para el
paciente.
5. El médico debe reconocer el derecho de los pacientes a redactar una voluntad anti-
cipada que describa sus deseos sobre la atención, en caso que no puedan comunicarse
y que designen un representante que tome las decisiones que no están expresadas en la
voluntad anticipada. En particular, el médico debe abordar los deseos del paciente con
respecto a las intervenciones para mantenerlos en vida y también las medidas palia-
tivas que puedan tener el efecto adicional de acelerar la muerte. Cuando sea posible,
se debe incluir al representante que toma las decisiones por el paciente en estas con-
versaciones.
6. El médico debe tratar de comprender y atender las necesidades psicológicas de sus
pacientes, especialmente las relativas a los síntomas físicos del paciente. El médico
debe tratar de asegurarse que los recursos psicológicos y espirituales estén disponibles
para los pacientes y sus familias, a fin de ayudarlos a tratar la ansiedad, el miedo y la
pena asociadas a la enfermedad terminal.
7. El manejo clínico del dolor en los pacientes terminales es de mucha importancia para
el alivio del sufrimiento. Los médicos y las asociaciones médicas nacionales deben
hacer una promoción para difundir y compartir la información sobre el manejo del
dolor, a fin de asegurarse que todos los médicos involucrados en la atención terminal
tengan acceso a las mejores normas de práctica y a los tratamientos y métodos más
corrientes disponibles. Los médicos deben poder llevar adelante el manejo clínico
apropiado del dolor agresivo sin temor indebido a las repercusiones reglamentarias o
legales.
8. Las asociaciones médicas nacionales deben instar a los gobiernos y a las instituciones
de investigación a invertir recursos adicionales para crear tratamientos destinados a
mejorar la atención del término de la vida. El currículo de las escuelas de medicina
debe incluir la enseñanza de los cuidados paliativos. Cuando no exista, se debe consi-
derar la creación de la medicina paliativa como una especialidad médica.
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Manual de Políticas de la AMM
9. Las asociaciones médicas nacionales deben defender la creación de redes entre
instituciones y organizaciones relacionadas con los cuidados paliativos, a fin de facili-
tar la comunicación y la colaboración.
10. Cuando el paciente no puede revertir el proceso final de cesación de las funciones
vitales, el médico puede aplicar medios artificiales necesarios para mantener activos
los órganos para trasplantes, siempre que proceda de acuerdo con las normas éticas
establecidas en la Declaración de Sidney de la AMM sobre la Certificación de la
Muerte y la Recuperación de Organos.
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