S-1991-01-2006_OVS
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Manall de Politicas de la AMM
Asociación Médica Mundial S-1991-01-2006
DECLARACIÓN DE LA AMM
SOBRE
EL SUICIDIO DE ADOLESCENTES
Adoptada por la 43a
Asamblea Médica Mundial, Malta, noviembre 1991
y revisada por la 57a
Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
1. En las últimas décadas se ha observado un dramático cambio en las causas de
mortalidad adolescente. Antes los adolescentes morían en gran parte de causas
naturales, mientras que ahora es más probable que mueran de causas previsibles. Parte
de este cambio ha sido un aumento mundial de las tasas de suicidio adolescente en
países desarrollados, como en los en vías de desarrollo. En la población adolescente,
el suicidio es en la actualidad una de las principales causas de muerte. Probablemente,
los in-formes de suicidios son subdimensionados debido a estigmas culturales y
religiosos relacionados con la autodestrucción y una falta de voluntad para conocer
ciertos traumas autoinflingidos, como algunos accidentes de tránsito.
2. El suicidio de adolescentes es una tragedia que afecta no sólo al individuo, sino que
también a la familia, los amigos y la comunidad donde vivía el adolescente. A menudo
el suicidio se vive como un fracaso personal por parte de padres, amigos y médicos
que se culpan por no detectar signos que los alerten. También es considerado como un
fracaso por la comunidad, al servir de vivo recordatorio de que la sociedad, a menudo,
no entrega un ambiente saludable, de sostén y educativo donde los niños crezcan y se
desarrollen.
3. Los factores que contribuyen al suicidio de adolescentes son variados y entre ellos se
cuentan: trastornos afectivos, trauma, trastornos de ansiedad, aislamiento emocional,
autoestima, estrés emocional excesivo (como molestias y acoso), fantasías románticas,
gusto por el peligro, abuso de drogas y alcohol, disponibilidad de armas de fuego y
otros elementos de autodestrucción y noticias en los medios de comunicación sobre
suicidios de otros adolescentes, lo que produce actos de imitación. En la mayoría de
los casos, el suicidio es el resultado de la combinación de diversos factores, en lugar
de uno solo aislado. Los jóvenes en establecimientos correccionales tienen un riesgo
más elevado de suicidio que la población general, pero tienen menos recursos a su
disposición. Sin embargo, la falta de un perfil personal consistente dificulta la
identificación de los adolescentes que presentan riesgos de suicidio.
4. La atención médica de los adolescentes se logra mejor cuando los médicos
proporcionan servicios completos, incluyendo una evaluación y tratamientos médicos
y psicosociales. La atención completa y continua da al médico la oportunidad de
obtener la información necesaria para detectar a los adolescentes que presentan riesgos
de suicidio u otras conductas autodestructivas. Este modelo de servicio también ayuda
Suicidio de Adolescentes
S-1991-01-2006 Pilanesberg
a crear una relación médico-paciente con apoyo social, que puede moderar las
influencias ad-versas que los adolescentes encuentran en su entorno.
5. En sus esfuerzos para evitar el suicidio de adolescentes, la Asociación Médica Mundial
reconoce la naturaleza compleja del desarrollo biosicosocial adolescente, el cambiante
mundo social que enfrentan los adolescentes y la aparición de nuevos elementos de
autodestrucción más mortíferos. Como respuesta a estas inquietudes, la Asociación
Médica Mundial recomienda que las asociaciones médicas nacionales adopten las
siguientes normas para los médicos. Al hacer esto, reconocemos que otros actores-
padres, organismos de gobierno, colegios, comunidades, servicios sociales-también
cumplen una función importante en este ámbito.
NORMAS
1. Todos los médicos deben recibir, durante sus estudios en la escuela de medicina y la
formación de postgrado, una educación en psiquiatría infantil y del desarrollo
biosicosocial adolescente, incluidos los factores de riesgo para el suicidio.
2. Se debe capacitar a los médicos para identificar los primeros signos y síntomas de
tensión física, emocional y social en sus pacientes adolescentes y los signos y síntomas
de trastornos psiquiátricos que pueden contribuir al suicidio, al igual que otras
conductas autodestructivas, incluida la depresión, psicosis maniacodepresiva,
trastornos por uso de sustancias y un intento de suicidio previo.
3. Se debe enseñar a los médicos cuándo y cómo evaluar el riesgo de suicidio en sus
pacientes adolescentes.
4. Se debe enseñar a los médicos y mantenerlos actualizados en el tratamiento y opciones
de derivación apropiadas para todos los niveles de conductas autodestructivas en sus
pacientes adolescentes. Los médicos con formación más importante en suicidio de
adolescentes son los psiquiatras infantiles y de adolescentes y el paciente debe ser
derivado a uno si está disponible.
5. Cuando atiendan a adolescentes con cualquier tipo de trauma, los médicos deben
evaluar la posibilidad de una causa autoinfligida.
6. Cuando se atienda a adolescentes que demuestren un deterioro en su pensamiento,
sentimientos o conducta, se debe considerar la posibilidad de abuso y adicción a
sustancias y se debe fijar un margen bajo para un examen toxicológico y de orina.
7. Los sistemas de atención médica deben facilitar la creación de servicios de consulta
de salud mental destinados a evitar el suicidio y deben pagar la atención médico-social
que se le entrega a los pacientes que han intentado suicidarse. Los servicios de-ben
adaptarse a las necesidades específicas de los pacientes adolescentes.
8. Se deben realizar estudios epidemiológicos sobre el suicidio, sus factores de riesgo y
métodos de prevención.
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9. Cuando atiendan a adolescentes con trastornos psiquiátricos o factores de riesgo de
suicidio, los médicos deben advertir a los padres o responsables que observen signos
de suicidio y los informen sobre las opciones de evaluación.