D-1968-01-2006_OVS

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Manall de Politicas de la AMM
Asociación Médica Mundial  D-1968-01-2006
DECLARACIÓN DE SYDNEY DE LA AMM
SOBRE
LA CERTIFICACIÓN DE LA MUERTE
Y LA RECUPERACIÓN DE ÓRGANOS
Adoptada por la 22ª Asamblea Médica Mundial, Sydney, Australia, agosto 1968
y enmendada por la 35ª Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, octubre 1983
y enmendada por la 57a
Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica,
octubre 2006
La certificación de la muerte puede hacerse en base a la cesación irreversible de todas las
funciones de todo el cerebro, incluido el tronco encefálico, o la cesación irreversible de las
funciones circulatorias y respiratorias. Esta certificación se basará en el juicio clínico de
acuerdo a criterios aceptados con la ayuda, si es necesaria, de otros medios de diagnóstico
estándares aplicados por un médico.
Incluso sin intervención, la actividad de células, órganos y tejidos en el cuerpo puede
continuar temporalmente después de la certificación de la muerte. La cesación de toda vida
a nivel celular no es un criterio necesario para certificar la muerte.
El uso de órganos para trasplante de un donante fallecido ha hecho que sea importante que
el médico pueda determinar cuándo un paciente con apoyo mécánico ha muerto.
Después que ha ocurrido la muerte, es posible mantener la circulación a los órganos y
tejidos del cuerpo mecánicamente. Esto puede hacerse para preservar los órganos y tejidos
para trasplantes.
Antes de un trasplante post mórtem, el estado de muerte debe ser certificado por un médico
que no esté directamente relacionado con el procedimiento del trasplante.
La certificación del estado de muerte de una persona permite, desde el punto de vista ético,
suspender todo tratamiento y los intentos de reanimación y extraer órganos del cadáver,
siempre que se hayan cumplido los requisitos legales vigentes de consentimiento y otros
éticos. Después de la certificación de la muerte, todo tratamiento e intento de reanimación
puede abandonarse y los órganos del donante pueden recuperarse, siempre que se hayan
cumplido los requisitos legales vigentes de consentimiento y otros éticos.